El Granada, un equipo sin determinación
Los futbolistas demuestran en la ocasión más señalada que, además de nivel, también carecen del carácter necesario como para aspirar a la permanencia
Entre las imágenes del preparador físico Nicolás Maidana enloquecido durante el recibimiento al equipo a su llegada a Los Cármenes y las de Gonzalo Villar hundido en el banquillo, solo tras el empate definitivo con el Almería, pasaron cuatro horas en las que al Granada bien se le pudieron escapar sus opciones de permanencia en Primera división. El murciano, sacrificado a la media hora tras no dar pie con bola y ver una tarjeta amarilla que le tuvo en vilo desde entonces, fue el mejor reflejo de la frustración rojiblanca por más ánimo que hubiera. De la emoción a la parálisis y la decepción final.
Todo el nervio que el Granada como club procuró en sus filas para afrontar entre equipo y afición el derbi antes del mismo terminó esfumándose entre sus futbolistas a poco que Gil Manzano decretó su inicio. Era la ocasión más señalada, con la visita a Los Cármenes del colista que aún no había ganado un solo partido, y tras pinchar el día anterior el resto de los equipos implicados en la zona baja de la clasificación. Sin embargo, los jugadores demostraron que, además de nivel, también carecen del carácter necesario como para aspirar a la salvación.
«Nos daban por muertos, pero, al contrario, estamos más vivos que nunca (...) Nosotros no nos vamos a poner de rodillas ante nadie», se escuchaba decir a Alexander Medina durante una arenga de vestuario difundida por el departamento de comunicación de la entidad en la víspera del encuentro. El entrenador uruguayo, que como futbolista exhibió un temperamento que le hizo acreedor del apodo de 'Cacique' y que aún saca a relucir de puertas hacia adentro pese a lo templado que luego se muestra durante sus comparecencias, pedía a sus jugadores ir «al límite de las posibilidades en cada jugada» y «con la katana entre los dientes con la pelota». Pocos mostraron ese arrojo contra el Almería, con muchos protagonistas muy superados por la situación, reconocida por todos como una 'final' como ya pasó contra Las Palmas pese a tratarse aún de febrero.
Entre los pocos que sí encararon el derbi como merecía estuvo Carlos Neva, que forzó como para actuar incluso de titular pese a las molestias que le apartaron del partido con el Barça en Montjuic durante el calentamiento. El capitán habilitó a Uzuni para la primera ocasión del Granada en el encuentro con un saque de banda inteligentísimo que ganó tras una larga carrera en los primeros minutos, pero al albanés se le hizo de noche ante Luís Maximiano y sus defensas. Escasos segundos después, Marc Pubill adelantó al Almería tras un exceso de confianza de Martin Hongla.
A diferencia de lo sucedido en Montjuic, donde al Granada no le pesó encajar un primer gol de Lamine Yamal al cuarto de hora, los rojiblancos acusaron el golpe y, en shock, aún antes de la media hora recibieron otros dos que fueron anulados a Embarba y Arribas. En cierta forma, el equipo de Alexander Medina experimentó un retroceso en su fortaleza mental ya que, con la excepción de Getafe, también siguió rondando el empate tras verse abajo con Betis o Atlético en el mes de enero. La sustitución de Gonzalo Villar a la media hora, con Faitout Maouassa como alternativa por delante de los también recién firmados Theo Corbeanu o Kamil Józwiak, reflejó la impotencia que el 'Cacique' compartía con su segundo, Luis Machado.
Sin ideas
Sin más ideas que bombardear a balón parado el área del Almería desde entonces por la incapacidad de sus futbolistas para encontrarse entre líneas, el Granada fue despedido por una tremenda pitada de Los Cármenes al descanso. Poco pareció cambiar tras este, pero el empate de Uzuni (que abrazó al 'Cacique' tras la polémica celebración contra Las Palmas) y el penalti luego corregido sobre Maouassa devolvieron la ilusión al Zaidín.
Con los rojiblancos volcados –pese a quedar empobrecidos nuevamente con los cambios– al valerles el punto tan poco como a la UD Almería, aún fueron los colistas quienes más ocasiones tuvieron como para llevarse los tres puntos. Al penúltimo le supo aún más a derrota.
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