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José Antonio Martínez despeja de cabeza durante un derbi con el Córdoba en Los Cármenes. Pepe Marín
José Antonio Martínez

«Recuerdo cada entrenamiento en el Granada con una sonrisa»

«Los ascensos crean uniones para siempre; nunca hay que dudar, venga lo que venga en Segunda», esgrime el central 'ex' también del Córdoba hasta enero

Viernes, 28 de febrero 2025, 00:03

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Solamente saben lo que cuesta ascender en el fútbol quienes han luchado por ello, y José Antonio Martínez (La Palma del Condado, 1993) sabe lo que es hacerlo tanto con el Granada como con el Córdoba que este domingo se miden en El Arcángel (14 horas). Blanquiverde hasta el pasado mes de enero, el central onubense que ya contribuyera al salto rojiblanco a Primera división y su posterior clasificación para la fase previa de la Europa League con Diego Martínez decidió el pasado mes de enero marcharse a China enrolado en el Yunnan Yukun después de subir a Segunda la temporada pasada. Vivió el derbi de Los Cármenes por la primera vuelta desde el banquillo, inédito, y ahora espera al de la segunda como espectador desde otro continente: «Me habría encantado enfrentarme a mi Granada, pero estoy deseando verlo».

José Antonio Martínez vivía su mejor momento en el Córdoba cuando decidió acordar su salida. «Estaba muy feliz, volviendo a mi mejor nivel como futbolista incluso, el que di en Granada, pero necesitaba cerrar esa etapa a nivel mental y me surgió esta oportunidad de volver al fútbol internacional, algo que creo que me ayudará; me ilusiona cumplir el objetivo personal de jugar en tres continentes diferentes», explica, motivado ahora por audar al recién ascendido Yunnan Yukun a lograr la permanencia en la Superliga china.

Fueron «razones familiares» las que llevaron a José Antonio Martínez a firmar por el Córdoba en Primera RFEF la temporada pasada después de tres campañas en el Dallas estadounidense de la MLS que le dejaron «un aprendizaje brutal» tras acabar decepcionado con el Eibar, club que le cedió al Granada sus dos cursos y que nunca contó con él. «Decidí volver cerca de casa y no me importó en ningún momento la categoría, aunque la intención de Antonio (Fernández Monterrubio) ya era la de ascender y asentar al equipo en categorías profesionales como lo mínimo que merecen el club y la ciudad. Estoy muy orgulloso de cómo afronté un año muy difícil, entre problemas físicos e historias personales, y sobre todo por cómo hice todo lo posible para afrontar la competición independientemente del contexto y pese a no dar mi 100% hasta recuperar la felicidad y la pasión que tuve años atrás en esa última fase», indica.

José Antonio Martínez reseña precisamente la «mayoría de futbolistas debutantes en categoría profesional» en la plantilla del Córdoba como una de las claves de su adaptación a la Segunda división. «Esa inexperiencia le da también mucha energía al equipo, sin conformismo alguno sino con mucha ambición, porque todos los jugadores tienen mucha hambre por mantenerse ahí como mínimo o promocionar a Primera incluso», recalca, aunque matice «las dificultades lógicas al inicio en uno de los campeonatos más competitivos que existen a nivel mundial por la igualdad».

La unión que José Antonio Martínez vivió en el vestuario del Córdoba desde su ascenso le recordó precisamente a la del Granada de Diego Martínez. «Fue algo muy parecido. En ambos equipos sentí la comunión con el cuerpo técnico porque todos íbamos hacia lo mismo, con la única realidad de ganar cada fin de semana», apunta, como buen apóstol del 'chamán'. «Pese a los condicionantes de subir a Primera o de la pandemia luego, preparábamos cada partido como una final con la mentalidad de ir a ganar a cada partido porque sabíamos que en todos íbamos a tener nuestras opciones independientemente del devenir. Y no mirábamos más allá», resalta.

«Mis dos años en el Granada fueron de los más felices de mi vida, con el sueño de debutar en Primera después de un ascenso de cuento; y también la segunda temporada fue alucinante, aunque la empañara la pandemia. Recuerdo casi que cada día, cada entrenamiento, con una sonrisa en la cara porque era todo felicidad; y nadie dirá otra cosa», comparte José Antonio Martínez, muy agradecido a Diego Martínez por ayudarle en su «adaptación al fútbol profesional».

Una plantilla «única»

Aquella fue una plantilla «única e histórica» a juicio de José Antonio Martínez. «Me considero un afortunado por haber competido con ellos. Con Germán, en concreto, formé una de las mejores parejas de centrales de mi carrera porque teníamos mucha química», rememora. Aún mantiene la amistad con Alejandro Pozo, Fede Vico, Fede San Emeterio, Aaron Escandell, Carlos Fernández o Álex Martínez. «Nos sentimos en familia cada vez que nos reencontramos. Los ascensos crean uniones para siempre vayamos donde vayamos. Es una pasada esa sensación», confirma.

José Antonio Martínez espera un partido «muy bonito, abierto y con ocasiones para los dos equipos» este domingo en El Arcángel. «El Córdoba tiene una idea muy ofensiva en casa, con un fútbol muy agresivo a partir de una presión muy alta; y habrá una atmósfera alucinante en El Arcángel», avanza. Con todo, le desea lo mejor al Granada: «Tiene una plantilla de Primera, con mucho talento individual, pero lo fundamental es la idea de equipo, el hambre, la competitividad y la unión para no dudar nunca venga lo que venga en Segunda, donde siempre hay malos momentos».

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«Recuerdo cada entrenamiento en el Granada con una sonrisa»