El infierno rojiblanco también existió

Al comienzo de la temporada 2003/2004, el Granada había tocado fondo y pensaba que no se podía caer más bajo. El curso anterior finalizó con el gol de Juanjo Martínez, 'Pocholo', en propia puerta, y el frustrado ascenso a Segunda división B. El equipo seguía en Tercera división y se aventuraba a una nueva temporada de problemas extradeportivos, anticipo de la 2004/2005, el peor curso de la historia reciente rojiblanca, en la que ni siquiera se clasificó para el 'play off' de ascenso a la categoría de bronce del fútbol español. Martín Domingo y José Quesada vivieron de cerca aquella época como aficionados rojiblancos y más tarde lo plasmaron por escrito.

El primero fue directivo del club en la temporada 2005/2006 en la que Paco Sanz llegó a la presidencia del club y logró el primer ascenso de la entidad en décadas, de Tercera a Segunda división B. Como responsable de los actos del 75 aniversario, que se cumplía ese 2006, decidió realizar una recopilación en la que diferentes personalidades repasaran la historia del Granada desde un punto de vista literario. «Se habían hecho libros del Granada, pero no uno sobre relatos», recuerda Domingo, que reunió en esta obra a Alfredo Relaño, Andrés Neuman, Luis García Montero o Miguel Ríos, entre otros autores. Fue el libro más vendido de la Feria del Libro de aquel 2006.

José Quesada reconoce su obra como un «imprevisto». Como Domingo no se dedica profesionalmente a la literatura, pero después de empezar a colaborar con la Federación de Peñas de la entidad nazarí comenzó a interesarse por lo que había detrás de las historias deportivas. Años más tarde habló con una editorial que se interesó por que esos relatos de bolsillo se unieran en un libro, lo que le obligó a retocar los textos ya existentes y dar forma a otros nuevos.

De esta forma fue como Martín Domingo creó 'Pidiendo la Hora' y José Quesada escribió 'Los Antihéroes del Granada', dos obras literarias rojiblancas escritas desde el sentimiento. «Como aficionado quería tener un libro de mi equipo que tuviera cierto nivel literario y se me ocurrió que era el momento de hacerlo», explica Domingo, que recuerda que en la elaboración del mismo se dio cuenta de que el Granada tenía «un nombre» y que la gente estaba «deseando que el Granada saliera a flote». «Era un equipo al que le tenían cariño, pero no se acordaban de él», rememora. Quesada, por su parte, enfocó su libro desde el deseo de que la afición conociera «muchas historias» de un Granada que no siempre había estado en Primera división. Como el caso del portero Ladislao Mazurkiewicz, que fue el mejor cancerbero en dos mundiales y en el equipo rojiblanco apenas tuvo participación. O de Alberty, «que no jugó más de 20 partidos, pero dejó un impresionante poso en la ciudad».

Ambos libros, compuestos por pequeñas historias individuales, están llenos de anécdotas en su elaboración. Martín Domingo cuenta cómo el periodista Jaime Peñafiel le relató por teléfono el texto que finalmente saldría en su publicación o la reelaboración que tuvo que hacer del gol de Arsenio Iglesias en la final de Copa del Rey de 1959 porque el ex futbolista y entrenador apenas tenía recuerdos de ese momento tan importante de la historia nazarí. José Quesada, por su parte, se valió de 'Los Antihéroes del Granada' para conocer a uno de los ídolos de su infancia, el futbolista Pepe Aguilar, referente en el club nazarí durante dos temporadas y villano en la siguiente al anotar el tanto que privó a la entidad rojiblanca de ascender a Segunda división después de más de dos décadas en Segunda B. «Le llegó la caricatura del libro, se puso en contacto conmigo para saber qué era eso de 'Los Antihéroes del Granada' y me dijo que quería comprarlo», narra Quesada.

Ambos ejemplares sirvieron para recordarle a la afición nazarí qué había sido años atrás del club que defendía en Los Cármenes. «El libro fue un síntoma de la ilusión del granadinismo con la llegada de los Sanz. La gente quería saber del Granada, ver que su equipo estaba ahí otra vez», asegura Martín Domingo. «Esta temporada y la pasada quizá nos hemos puesto a la altura de ese gran Granada, pero hasta entonces el Granada tenía mucho que envidiar al Granada de los 50 y 70, al que había que conocer», añade José Quesada.

Los dos escritores saben que el infierno rojiblanco existió, lo plasmaron por escrito y ahora celebran que aquellos años de oscuridad sean algo que se quedó en los libros.