«Mi familia no tenía de nada y no quiero volver atrás»
Entrevista ·
Myrto Uzuni rememora su infancia migrante para explicar la entrega que desborda su juego, agradecido a la vida que el fútbol le dio
A Myrto Uzuni (Berat, Albania, 1995) nadie le ha regalado nada. Su empeño le ha permitido ganarse la vida como futbolista profesional aunque parecía imposible. Aún recuerda su infancia migrante en Grecia, empleado desde los catorce años, cuando recorre de una punta a otra el terreno de juego, exprimiéndose al límite. Su entrega es equivalente al agradecimiento que siente hacia la pelota y sobre todo hacia los aficionados. Asegura que está «enamorado de Los Cármenes» y el descenso a Segunda división después de que el Granada pagase tres millones de euros por él al Ferencvaros húngaro le motiva aún más para devolver esa confianza. Quiere al equipo de vuelta en Primera y, ¿por qué no?, en la Europa League en la que le descubrió cuando jugó contra el Teuta de su país. Myrto Uzuni es puro carisma.
–¿Es consciente de lo que le quieren los aficionados?
–Sí (sonríe). Lo siento cuando me piden fotografías por la calle, pero el fútbol cambia muy rápido. Todo dependerá de si juego bien o mal; es la vida del futbolista.
–Pero a usted le aprecian por su entrega.
–Los aficionados son muy importantes para todos los futbolistas, pero para mí lo son especialmente. Me motiva mucho verles y saber que me quieren para darles lo mejor de mí como jugador. Me importa mucho hacerles felices en cada partido. Muchos tienen sus trabajos u otras tareas que hacer y lo dejan todo para ver nuestros partidos. Son solo noventa minutos de lucha en cada uno; y si solo se puede jugar sesenta, hay que jugar duro esos sesenta minutos.
–En sus redes sociales vemos que le gusta regalar sus camisetas. Por ejemplo, cuando va a la peluquería.
–Me comporto como me habría gustado que se comportasen conmigo cuando era pequeño. Nunca tuve la oportunidad de recibir la camiseta de un jugador en un estadio de fútbol. Ahora, quiero que otros sí puedan vivir conmigo lo que yo no pude con otros.
–Recorrió un duro camino para ser futbolista profesional.
–Mi infancia fue muy difícil. Tuve que dejar Albania con mi familia para irnos a Grecia por las montañas. Mi país no pertenecía ni pertenece aún a la Unión Europea. Caminamos durante tres días con todo lo que teníamos a cuestas; yo solo tenía diez años. Mi padre y yo nos fuimos primero a buscarnos la vida y luego vinieron los demás miembros de mi familia. No teníamos nada. Mi padre fue mi primer entrenador y siempre me apoyó en mi sueño de ser futbolista profesional. En Grecia entendí que tendría que trabajar el doble que los demás para conseguirlo. Como no teníamos dinero, todos tuvimos que ponernos a trabajar; yo, desde los catorce años. Hice de todo por mi familia e incluso dejé el fútbol porque no tenía tiempo para entrenar después de trabajar durante doce horas. Todo esto me hizo una persona más fuerte y ahora no quiero volver atrás. Estoy viviendo los momentos más bonitos y felices de mi vida.
–¿Jugar en España sigue siendo un sueño cumplido para usted, incluso en Segunda división?
–Sí, por supuesto. Si no fuera por el fútbol, no sé dónde estaría. Nunca olvido de dónde vengo y sé lo importante que es entrenar duro. Sé que tengo mi futuro en las piernas y quiero ir a más.
–Cambió el Ferencvaros, en la Europa League, por el Granada. ¿Fue el descenso especialmente decepcionante para usted?
–El Ferencvaros era un equipo campeón, que competía en Europa, y la Liga me nombró su mejor jugador durante dos temporadas, pero mi sueño era jugar en España desde que crecí viendo jugar a mi ídolo, Cristiano Ronaldo. Tuve una oferta del Copenhague, que estaba en Champions, pero elegí al Granada. Quiero dar lo mejor de mí para este club porque apostó por mí y me permitió cumplir ese sueño. El fútbol es así; descendimos, pero ahora tenemos la oportunidad de subir y volver ahí.
–¿Pensó en algún momento en dejar el equipo este verano?
–No, por supuesto que no. Claro que recibí el interés de otros clubes, pero el Granada apostó por mí y siempre he estado centrado en dar mi máximo aquí, por este club y esta ciudad.
–¿Qué errores cree que llevaron al equipo a Segunda?
–No sabría decir. Son cosas que pasan en el fútbol. Fue una pena bajar en el último partido, pero tenemos que ser nosotros mismos quienes ahora devolvamos al equipo a Primera.
–Ya dijo en su país que no se arrepentía de haber firmado aquí. ¿Lo entienden allí?
–Hay de todo, pero para mí lo más importante es el apoyo de mi familia. No me preocupa nada más.
–¿Cómo de importante fue para usted y el resto del vestuario que Karanka siguiera?
–Mucho. Tengo una gran relación con él. Creo que es el mejor entrenador que he tenido por cómo trabaja todo. Para mí es importante tener a alguien como él, un icono del fútbol, como entrenador. Me motiva muchísimo en los entrenamientos para trabajar duro y marcar goles. Cree mucho en mí, como en los demás compañeros, y quiero devolverle esa confianza.
–Ha marcado muchísimos goles en su carrera, pero da la sensación de que le han costado un mundo cada uno de los que ha hecho aquí, a trompicones en ocasiones. ¿Son los nervios o aún debe mejorar su definición?
–Creo que puede ser por los nervios, porque yo nunca estoy satisfecho conmigo mismo. Siempre quiero más y más, siempre estoy hambriento. Fallé varias ocasiones sencillas en mis primeros partidos, pero también les pasa incluso a jugadores que cuestan muchos más millones que yo. Lo más importante es que ahora estoy preparado y empiezo de cero esta temporada.
–¿Lo trabaja psicológicamente?
–Sí, claro. El fútbol es el único trabajo al que me dedico y para mí es muy importante aplicarme en todos los sentidos para mejorar a diario, porque cada día pasado no va a volver. He trabajado mucho para tener una mentalidad fuerte. Vengo de la nada; mi familia no tenía nada. Tuve que sacrificarme mucho para estar donde estoy a día de hoy y no quiero perder esta oportunidad.
–¿Cuál cree que es su posición ideal en el ataque?
–Lo más importante para mí es estar sobre el terreno de juego. Por supuesto que lo que más me gusta es marcar goles, pero lo fundamental es seguir los consejos del entrenador y ayudar al equipo a ganar.
–¿Por qué admira tanto a Cristiano Ronaldo?
–Conozco su historia y sé que, como yo, ha venido de la nada. Su ejemplo me motivó mucho para llegar hasta aquí. El día más feliz de mi vida fue cuando jugué contra él en la Champions mientras jugaba para la Juventus y me dio su camiseta después de que los dos marcásemos y yo imitara su celebración. Me dijo que siguiera trabajando duro.
–Dejó cada uno de sus equipos como un ídolo. ¿Espera serlo también aquí?
–Pude hacer historia en casi todos los clubes en los que estuve antes de venir aquí, pero eso es ya pasado y ahora estoy en Granada. Lo más importante es que creo en mí mismo y conozco mis virtudes y lo que puedo hacer. Eso sí, sé que nada será fácil y tengo que trabajar muy duro cada día.
–¿Cuál es su mayor aspiración en Granada?
–Devolver al equipo a Primera división porque este club histórico y esta hermosa ciudad lo merecen. Recuerdo cuando vi al equipo contra el Teuta en la Europa League por televisión; ojalá volver ahí. Este no es un club de Segunda. Tenemos unas muy buenas instalaciones de entrenamiento en la Ciudad Deportiva y, ante todo, estoy enamorado de Los Cármenes. Lo digo en serio: estoy enamorado de Los Cármenes. Nunca me había pasado nada parecido; cuando juego ahí, siento que tengo más energía. En Los Cármenes me siento en casa.
«Solo al acabar la temporada sabremos si tenemos la mejor plantilla»
–Dos partidos, dos victorias y dos porterías a cero. Es un inicio de temporada inmejorable.
–Estamos en buena forma, sí. Creo que tenemos un gran entrenador y una gran plantilla, con buenas personas y jugadores con mucha calidad.
–Se ha formado una plantilla de un nivel muy alto.
–Todos conocemos la calidad de los futbolistas que han firmado esta temporada, como Callejón o Melendo, aunque ya había buenos jugadores entre los que nos quedamos. Lo más importante ahora es ir partido a partido. Solo sabremos al final de la temporada, una vez acabe, si tenemos la mejor plantilla de la categoría y somos el equipo más fuerte.
–¿Echa de menos a Álex Collado? Si no me equivoco, estaban muy unidos.
–Sí, es cierto que era mi mejor amigo. Aún hablamos mucho e incluso compartió mi gol al Racing en Instagram. Por supuesto que le echo de menos, porque además de un gran jugador es una muy buena persona. Siempre estábamos juntos viendo fútbol, en su casa o en la mía.
–¿Cómo espera que sea la temporada?
–En el fútbol siempre hay momentos buenos y momentos malos, pero lo más importante es permanecer juntos y luchar así partido a partido. Lo más importante es ser un equipo.
–¿Qué diferencias encuentra entre Primera y Segunda división?
–En Primera división hay más calidad; en Segunda también, pero sobre todo veo mucho trabajo duro (sonríe).
–¿Le preocupa perderse partidos de Liga cuando le llame su selección?
–Claro que me preocupa porque quiero jugar en cada partido del Granada, pero confío en mis compañeros. Me entristecí un poco cuando me dijeron que la Segunda división no paraba por los partidos de selecciones, pero son las reglas y tenemos que acatarlas. Jugar para mi país es lo más grande; soy muy patriota y me siento muy orgulloso cuando visto su camiseta.
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