«Tenemos la ilusión de hacer un Granada competitivo en Primera»
«La confección de la plantilla se hará de manera consensuada», explica el entrenador, «aunque estamos todos en la misma línea»
Las vacaciones de Paco López son un tanto sui géneris. Las pasa con su familia, pero colgado del teléfono. No puede ser de otra manera porque a los pocos días de celebrar el ascenso del Granada, tanto él como la dirección del club y su propiedad se sumergieron ya en el proceso de confección de la plantilla en Primera. El valenciano todavía saborea lo logrado, pero ya mira al frente. Optimista, pero con los pies en el suelo.
–¿Ha descansado?
–Sí, voy asimilando todo. Lo disfrutamos como tocaba y ya estoy pensando en lo siguiente, que no es poco. Pasa rápido el disfrute. En nuestro caso, no puedes desconectar.
–¿Qué enseñanzas ha sacado de la temporada?
–Es un constante aprendizaje. Salí de un contexto en el que estaba acostumbrado, en Valencia, para conocer algo nuevo. Me ha servido para crecer como entrenador.
–Hay quien decía que apenas tenía experiencia en Segunda...
–Por esa regla de tres, nadie entrenaría... Es un tópico más. Todo depende de si uno tiene capacidad o no, no solo de la experiencia en una categoría. Si hay preparación, se trata de trabajar bien.
–Siempre pareció seguro de lograr el objetivo. ¿Iban los nervios por dentro?
–Estaba convencido, pero sabía que no iba a ser fácil. Teníamos una buena plantilla, pero no la mejor; estábamos entre las mejores. Pero lo fundamental era hacer un equipo. Un partido lo puede ganar una individualidad, pero sin equipo es complicado el objetivo. Pusimos nuestro foco en ello: que todos pensaran en lo colectivo, en mejorar a cada uno y ponerlos al servicio de esa idea. Por mi forma de ser, traté de dotar al Granada de una identidad en la que todos creyéramos. Es sencillo decirlo, pero difícil hacerlo. Cuando la plantilla ve que tienes las cosas claras, la consecuencia es que salen los resultados. Sabíamos que habría momentos de crítica, de duda... Para sobrellevarlos, no las podíamos tener dentro.
–No le gustan las plantillas largas, pero se hizo con una.
–Es mi forma de entender el fútbol, pero no siempre serán las cosas así. Entendía que, por tener un grupo heterogéneo y por cómo trabajaban, nos venía bien. Además, no todos los partidos son iguales, tampoco la fases del mismo. Les trasladé que todos tendrían oportunidades si se lo ganaban. Estaban muy implicados. Nuestra metodología no es fácil: ponemos deberes, los comprometemos a analizar, a que planteen soluciones, no solo escuchar... Le sacamos provecho a todo.
–¿Pero la quiere larga o corta ahora?
–Me gustaría más corta que la de este año. En cuanto a número, sí.
–¿Le da fuerza lo conseguido para hablar con ciertos jugadores y comunicarles si cuentan o no?
–Más allá de esto, que también, es fundamental no engañar al futbolista. Lo que más valora es que vayas de cara, que seas natural. Esto lo respeta, aunque pueda estar o no de acuerdo.
–¿Cree que hay que hacer muchos o pocos cambios?
–Los necesarios. Hay una dificultad: hay muchos jugadores con contrato. Tenemos que gestionarlo bien, porque influye lo económico, pero trataremos de hacer el mejor equipo posible sabiendo que hay tantos futbolistas vinculados, la gente que quiera o pueda venir, el presupuesto... Con la ilusión de hacer un Granada competitivo en Primera.
–Imagino que hay llamadas a diario con Nico Rodríguez y Alfredo García Amado.
–Te lo confirmo, por eso digo. Lo paga la familia (risas). Es lo que hay, es nuestro trabajo. Cuando te gusta y te implicas, no tienes más remedio, porque lo haces a gusto.
–¿Cómo es su relación con ellos y con la propiedad?
–Muy buena hasta ahora. También con Sophia (Yang) y Javier (Aranguren). Una relación cordial desde el principio.
–Tiene un conocimiento amplio de la Primera. Supongo que hasta habrá jugadores que se han dirigido a usted para venir...
–Sí, es algo normal. Siempre hay futbolistas que aprovechan para felicitarte y te preguntan... También agentes... Es normal esto en el fútbol (ríe otra vez).
–¿Ha pasado sus peticiones?
–A ver, nos sentamos y tuvimos dos reuniones, tanto con la dirección deportiva como con la propiedad. Hemos hablado de todo. Siempre puede surgir alguna diferencia, pero la confección se hará de manera consensuada, aunque estamos todos en la misma línea, de acuerdo en casi todo. Dependemos de lo económico. El objetivo de todos es ser competitivos.
–¿Se quedará Uzuni?
–Tiene contrato y a mí no me ha llegado que se pueda ir, aunque la posibilidad de que ocurra con él o con cualquier otro jugador siempre puede existir. De momento, no hay nada.
–La plantilla que sube mantiene a varios jóvenes con un futuro por comprobar: Torrente, Ricard, Melendo, Meseguer, Petrovic, Bryan Zaragoza... ¿Ese nuevo grupo pasa por un paso adelante de ellos?
–Claro. A estos que me nombras, aparte del talento que atesoran, les tiene que suponer un extra de motivación estar en la máxima categoría.
–¿Tiene que ser el año de Torrente tras las lesiones?
–Ojalá, todos lo esperamos. Me gustaría. Ya demostró sus condiciones en su día para jugar, aunque también lo pensarán los demás que juegan en su posición. Lo interesante es que todos estén a su mejor nivel para favorecer al equipo.
–¿Qué opina de Bryan?
–Ha demostrado su capacidad. Ahora hay que seguir centrados en su mejora. Insisto: ese talento natural hay muy pocos que lo tengan, pero tiene margen de crecimiento. Se tiene que centrar él en ello y nosotros también.
–También toca el momento de no renovar contratos a jugadores más veteranos.
–Siempre pasa de una temporada a otra. Es ley del fútbol. Hay cosas que se entenderán mejor que otras, pero cuando los clubes toman decisiones, se hacen pensando que es lo mejor. Luego el tiempo indica si se acierta.
–¿Es partidario de construir el llamado 'pasillo de seguridad'?
–Sí es importante el bloque, sobre todo cuando te da resultados, pero el análisis es más profundo. Es cierto que necesitas esa estructura. Hay quien le da mucha importancia a ese pasillo central, desde la defensa al ataque pasando por el mediocampo, pero yo no voy tanto por ahí. Me fijo más en cuestiones de vestuario. Necesitamos jugadores que te mantengan la unidad interna.
–Lo que parece claro es que necesita jugadores 'activos', que propongan.
–Así es. No es habitual y al principio encuentras resistencias, pero me ha sorprendido no encontrar tantas en el Granada. Para mí, todo esto es aplicar el sentido común. Quienes van a jugar son ellos y durante la semana han de ver al rival, analizarlo, reflexionar. No me gusta hacer las cosas porque las digo yo. Necesito que lo vivan. Es mucho curro, pero nos encanta que sean los verdaderos protagonistas.
–Recalcó a su llegada el concepto de 'mentalidad ganadora', pero ahora en Primera lo normal es que el Granada no venza tanto. ¿Qué mensaje fomentará?
–Es un poco de todo. Esa actitud no la vamos a perder, pero una cosa es eso y otra no saber el contexto en el que nos moveremos. La cantidad de equipos que nos superarán en varios aspectos. En actitud y mentalidad hemos de mantener la misma, adaptados a las circunstancias, a que nos puedan dominar. Las temporadas en Primera son muy duras. Habrá momentos de verdaderas complicaciones y el éxito estará en seguir juntos y remar en la misma dirección. Que nos superemos ante la dificultad. Resistir y creer.
–¿En qué ha evolucionado Paco López?
–En el proceso de análisis siempre nos exigimos ir a más, pero en lo que pienso que nos superamos cada año es en ilusión.
–El banquillo del Granada, antes y después de Diego Martínez, siempre fue una silla eléctrica.
–Todos son así en este mundillo. Es difícil mantenerse. En mi cabeza no pienso en ello. Está disfrutar, hacer que el equipo juegue bien, que gane, dotarlo de identidad. Estar metido y concentrado en mi profesión. No pensar en lo que voy a durar. Vivir el día a día. Es lo que me da energía.
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