«Estoy en un equipo de Primera y tenemos que hacer lo posible para subir»

Fue presentado en olor de multitudes en la plaza del Carmen. El máximo goleador español de la historia en Italia, con 84 tantos, el motrileño José Callejón, decidió emprender una aventura futbolística nueva en casa, a sus 35 años. En su cabeza no está el retiro, sino alcanzar la gloria con la camiseta rojiblanca, de manga larga, haga calor o frío.

–12 de noviembre de 2016. España-Macedonia en Los Cármenes. Lopetegui, el seleccionador, le da los siete últimos minutos. La afición se entusiasma al ver a un paisano. ¿Empezó su idilio con este estadio ese día?

–Siempre lo he dicho; soy de aquí, he seguido desde la distancia al Granada. He tenido la suerte de jugar aquí con la Selección, con el Madrid... Siempre me he sentido muy querido y son fechas importantes en mi carrera. Tengo muchas fotos y recuerdos. Aquel aplauso fue para un chaval de la tierra que había llegado lejos.

–¿Le siguen emocionando las ovaciones como la que le brindaron ante el Mirandés?

–Me gusta mucho. He llegado con un reto duro por delante y me estoy sintiendo bien, querido. Estoy orgulloso de cómo lo estoy haciendo, de cómo estoy jugando. Sí es verdad que puedo dar más, pero creo que estoy en el buen camino. Estoy feliz.

–¿Tener a familia y amigos cerca es bueno o son los mayores críticos?

–Es bueno, les he tenido lejos mucho tiempo. Se les echa de menos. Me fui joven de casa, con 13 años con mi hermano. Que estén cerca ahora es un plus. También son los más críticos conmigo y me ayuda.

–Se ha normalizado que el futbolista español se vaya al extranjero, pero no son tantos los que apuestan por Italia.

–Rafa Benítez me llamó y encajamos bien. Me quería con él y me arriesgué. Di el paso y todo salió bien.

–Es el máximo goleador español de la Serie A, por encima de nuestro único Balón de Oro, Luis Suárez, y el mejor futbolista granadino de todos los tiempos.

–Me lo recuerdan más los amigos o mi hermano que yo. Sigo para adelante, mirando al presente. Con la edad, también al futuro, pero no me paro a pensar en lo que he hecho. Sé que es importante, que aparece en redes sociales, pero estoy un poco apartado de ese mundillo. Vivo mi día a día, mis entrenamientos, ser cada día mejor, con la humildad que pienso que siempre he tenido. Así salen las cosas mejor.

–Cuando el Granada jugó en Nápoles, había imágenes y camisetas con su nombre repartidas por la ciudad. Allí es un mito.

–Fueron siete años en los que me sentí muy apreciado. Prácticamente lo jugué todo y la gente fue muy amable conmigo. Había una pasión 100% por el fútbol. Una etapa maravillosa, histórica, pero lo que me llevo es ese cariño de los aficionados.

–No recuerdo un rumor más recurrente en verano que aquel que decía que José Callejón iba a fichar por el Granada. Cuando menos atento estaba el entorno, con el equipo en Segunda, usted viene.

–Son circunstancias de la vida. Estaba en casa y tenía otras cosas sobre la mesa. Esperaba para tomar una decisión y llegó esta oportunidad. Me lo pensé mucho. Venía de la Fiorentina, de jugar en la Serie A y ayudar al equipo a clasificarse para la Conference League. Bajar a Segunda ha sido un paso importante. No me daba miedo, pero asustaba un poco el asunto. Al final es todo lo contrario, porque no pienso que esté jugando en Segunda; estoy en un equipo de Primera, aunque estemos en esta otra categoría, y tenemos que hacer todo lo posible para intentar subir. Esto es muy largo, será muy difícil. Ya vimos que ganamos los tres primeros partidos pero luego vinieron curvas porque la Segunda es así. Se dio lo de venir, hablé mucho con la familia, mi mujer e hijas, pero estoy contento de haberlo hecho.

–Usted carga con la presión de ser un fichaje clave.

–No me importa, de hecho me gusta. No es ser líder, pero sí un referente. El hecho de ser de aquí, que pueda empujar en busca del objetivo. Es un reto grande, en un club que hace las cosas bien, bien en lo organizativo, con un entrenador muy bueno. Hay un equipo potente, una gran plantilla, diseñada para intentar subir. Con ello, vamos con todo. No tenemos una bola de cristal para ver qué pasará mañana o dentro de seis meses, pero trabajaremos para que las cosas funcionen.

–Ahora que ya han 'prescrito' los secretos de las negociaciones para su fichaje, ¿nos puede contar cómo se gestó todo?

–Fue todo bastante rápido. Me llamó mi representante y me dijo que podía darse esta posibilidad, que qué me parecía. Le comenté que podíamos barajarla, que habláramos. En tres o cuatro días se cerró todo. Hablé con Aitor (Karanka), con Nico (Rodríguez) y con Alfredo (García Amado). Nos reunimos en Madrid y se formalizó. Me presentaron el proyecto y me sentí valorado por ellos.

–¿Ha hablado con Mourinho desde que llegó?

–Nos vimos en Italia antes y recordamos buenos momentos. Sé que contacta con el míster y que está contento de que dos amigos suyos estemos aquí.

–De los grandes jugadores se dice el tópico de que son de los primeros que llegan a entrenar y de los últimos en irse. Que viven por y para el fútbol. Parece que usted sí cumple este arquetipo.

–Intento ser uno más. Muchas veces pienso en cómo empecé en esto del fútbol. En chavales que suben al primer equipo y entrenan con ganas, ilusión y humildad. Intento mirarles también a ellos. Te dan vitalidad. Yo trato de cuidarme y ser un ejemplo para ellos. Llegar el primero o irme el último no supone ningún problema para mí. Echo las horas que tenga que echar porque esta profesión tiene un recorrido corto y hay que aprovecharlo al máximo. Si puedo alargar mi carrera más tiempo, mucho mejor.

–En sus mejores años siempre partió de banda, aunque con una extraordinaria facilidad para el gol. Sin embargo, en Granada ha evolucionado a posiciones centrales, de enganche o de punta.

–Me estoy adaptando un poco, primero a los compañeros y luego a lo que pide el míster. Sí es cierto que ahora juego por dentro, tanto de mediapunta como de delantero. Intento estudiar cómo juegan ellos para luego sumar lo mío. Uno tiene que cambiar. Si hay que ser generoso, correr o apretar, facetas que aplicaba menos, lo hago sin problemas.

–Uno de los grandes beneficiados está siendo Uzuni.

–Estoy en una posición híbrida, en la que ni los centrocampistas ni los defensas contrarios saben dónde estás. Con ello, procuro generar espacios para la gente que viene de atrás. Myrto lo está empleando correctamente. Está siendo muy listo y ahí está, pichichi de la Segunda.

–Lleva un gol, pero ha contribuido en al menos tres. No estamos viendo a un delantero egoísta.

–Lo que quiero es que el equipo gane y que mejore, que trabajemos juntos bien. Es lo que te lleva al éxito. Con jugadores de calidad, la cosas salen. Hay que darlo todo por el equipo.

–¿En qué estado cree que se encuentra?

–Estoy llegando al pico de máximo nivel e intensidad. Es verdad que me ha costado porque llegué tres semanas tarde a la pretemporada, el equipo llevaba varios entrenamientos a la espalda y me costó, es verdad. Poco a poco estoy cogiendo el nivel para intentar ayudar a los demás.

–¿Le ha preguntado a Jorge Molina sobre lo que come?

–La verdad es que físicamente está como un toro. Es un delantero centro muy listo. Aprovecha bien su cuerpo. Ahí lo tenemos, con 40 años. Es una locura que siga a ese nivel. Ojalá llegue a esa edad así.

–¿Intuía una Segunda división tan dura?

–Me la esperaba. Hay equipos con calidad y otros que están muy bien trabajados, con una manera de jugar muy definida. En Segunda se dice que cualquiera te puede ganar, pero no es un tópico; es la realidad.

–¿Qué le da a la afición y qué le devuelve?

–Le intento dar compromiso, sacrificio, trabajo. Soy un chaval que salió de la provincia y logró cosas pero que viene a seguir dándolo todo. He conectado bien con la gente. No he venido de paseo, ni a estar de vacaciones o quedarme cerca de mi casa para pasármelo bien, a 'jijijaja'. He venido a trabajar, ser uno más y luchar cada día y en cada partido.

–¿Quién le ha sorprendido entre los jóvenes?

–Vienen con muchas ganas, con hambre. Bryan (Zaragoza), por ejemplo, es un futbolista que tendrá un gran futuro, se le ve. Está entrando más en los planes del míster y lo tiene que aprovechar. Tiene que fijarse en los veteranos, en el día a día, en cuidarse... No es fácil llegar a la élite, pero si tiene buena cabeza, lo alcanzará y se quedará seguro.

–Soldado fue capitán al llegar al club, pero usted parece que no.

–No. Desde que llegué el criterio ha sido el de los futbolistas que más tiempo llevan. No me meto en eso. Sí me siento respaldado por ellos. Estamos cerca y me preguntan cómo veo unas cosas y otras, por si veo algo que no me guste o que plantee cambiar. Participo con ellos. Es importante.

–Dentro de un año o así, cuando le volvamos a entrevistar, ¿dónde cree que estará el Granada?

–No lo voy a decir, pero pensemos lo que todos tenemos en la cabeza. Y que se cumpla. Trabajaremos para ello. Iremos despacito y con buena letra. Ahora estamos bien, con confianza, así que veremos cómo se da en Las Palmas.

• Temas
• Liga de Fútbol Profesional
• Motril
• José Callejón
• Segunda División
• Granada CF