Gumbau: «Salí del Granada porque sé lo que cuesta jugar en Primera división»
«Ya estaba mentalizado de quedarme cuando llegó el Rayo, que me generó una controversia porque estaba a gusto, y volvería encantado», sostiene el catalán, único futbolista cedido por el club esta temporada
Gerard Gumbau estaba dispuesto a jugar en Segunda división con el Granada cuando le llamó el Rayo Vallecano este pasado verano. Lo hizo al filo del 15 de julio, día en el que expiraba la opción pactada un año atrás con su contrato para que pudiera salir cedido a un club de Primera. «Siendo sincero, veía más probable quedarme que salir y ya estaba mentalizado, pero todo surgió a última hora y ni yo lo esperaba. Me generó una controversia personal, porque todos en mi familia estábamos muy a gusto allí, pero sé lo que cuesta jugar en Primera y lo que me ha costado personalmente y lo valoré», justifica a IDEAL el único futbolista que el Granada tiene prestado esta temporada, sin descartar ni mucho menos su vuelta. «Mantengo contrato –hasta 2027, en concreto– y volvería encantado, incluso en Segunda. Siempre hablaré maravillas tanto del club como de la ciudad», asegura.
Gumbau recalca que su caso no fue como el de otros futbolistas que buscan pretendientes en Primera y fuerzan sus salidas a cualquier coste. «Con hijos se ve de otra manera», incide. «Moverte y tener que empezar de cero otra vez se hace complicado, y estábamos muy a gusto», apunta. «A la directiva le sorprendió que presentara la oferta, pero esas cosas pasan en el fútbol a veces y no se pueden controlar; mantengo buena relación. De hecho, tengo mucho que agradecer al club por el esfuerzo que estaba dispuesto a hacer para que me quedase, algo que también hizo que me costara decidirme a salir», agrega.
Si Gumbau no descarta nada en relación a su futuro también se debe a los dos descensos que encadenó con el Elche primero y con el Granada después. «Voy año a año y día a día incluso después de un par de temporadas difíciles», reconoce. Ahora le está costando encajar en el Rayo, ubicado en mitad de tabla –duodécimo con 22 puntos, a ocho de Europa y a siete del descenso con un partido pendiente–, pese al fuerte interés que tuvo en él Iñigo Pérez como para convencerle. «Me gustaría jugar un poco más pero no me puedo quejar; es comprensible porque tengo compañeros que llevan ya bastante tiempo jugando juntos, y hay mucha competencia», asume.
El futbolista cedido por el Granada admite que jugar en el Rayo es toda una experiencia. «Es un club muy humilde, de barrio, que podría mejorar en muchas cosas como entidad respecto a otros con más facilidades pero que en cambio sí ofrece mucha integración en el día a día del grupo, con trabajadores que llevan ya mucho tiempo ahí», atiende. Entre sus compañeros cuenta con James Rodríguez, que no parece santo de la devoción de Iñigo Pérez ni mucho menos: «De jugadores como él se puede pensar que tengan mucho ego, pero es muy humilde, cercano y trabajador, un buen chico, y la verdad es que tenemos muy buena conexión. La calidad que muestra en los entrenamientos justifica la carrera que tuvo».
Gumbau elogia al Granada como entidad, «con una Ciudad Deportiva increíble y trabajadores que se desviven por el club», y apunta al comienzo de la temporada pasada para explicar aquel descenso. «El grupo iba a muerte y creo que teníamos potencial como para haber sumado más puntos, pero nos faltó solidez. Para un equipo recién descendido es fundamental empezar bien y a nosotros nos castigó hacer buenos partidos sin puntuar, y eso nos fue debilitando y restando confianza. Con Paco (López) nos faltó suerte; luego, competitividad», admite. «Me apenó bajar por el sentimiento con el que se vive el fútbol allí», añade.
«Ojalá no se hubiese llegado a la destitución de Paco, porque le guardo cariño y me gusta mucho como entrenador, pero los resultados mandan y hay que tomar decisiones para tratar de que las cosas cambien», aborda el catalán, para quien Alexander Medina no supo «dar con la tecla de lo que el grupo necesitaba». «Sandoval intentó ayudarnos en lo anímico para terminar de la mejor manera posible, más que nada, y eso fue lo que hicimos por la afición al menos», sintetiza.
Gumbau se muestra comprensivo con la salida de Bryan Zaragoza al presentársela «una oportunidad muy 'top' a nivel mundial» con el Bayern de Munich. «Su cabeza no estaba ya tan centrada y nos afectó perderle», lamenta. Con todo, el centrocampista procuró siempre «buscar lo positivo»: «Muchos futbolistas querrían estar donde estábamos nosotros aunque no estuviéramos preparados para competir en Primera esa temporada. Aunque no nos salieran los resultados, el día a día era muy bueno».
«Confío en el ascenso»
Gerard Gumbau mantuvo «una buena relación» con Guille Abascal durante las semanas en las que coincidieron en Granada. «Vino con mucha energía y tenía buenos conceptos futbolísticos, pero quizás terminaron pesándole la falta de experiencia en la categoría y la presión de una afición que no parecía contenta con su fichaje. De haber podido trabajar, tenía recursos para hacerlo tan bien como en Rusia o Suiza», esgrime. Ahora, en cualquier caso, el catalán muestra confianza en Fran Escribá al haber coincidido ya con él en el Elche: «Tiene las ideas muy claras y es sereno y tranquilo para saber cómo llevar los grupos; le viene muy bien a los jugadores que tiene el equipo».
Muy amigo de Lucas Boyé, Ignasi Miquel o Sergio Ruiz, además de los fisioterapeutas de los servicios médicos, Gumbau va siguiendo «todos los partidos» del Granada en Segunda. «Es una categoría muy complicada pero el equipo es sólido, sabe a lo que juega, con recursos y atrevimiento en ataque, y solo le falta regularidad en cuanto a resultados. Debe mantener la confianza. Aunque esté fuera del 'play off', mientras siga arriba... lo importante es llegar vivo a las diez últimas jornadas», señala.
«Confío en el ascenso, y lo deseo», sostiene Gumbau, que sigue viendo «mucho potencial» en el club. «Creo que la propiedad actual tiene claro el camino al llevar ya unos años, guste más o menos, y recomendaría firmar allí al 100% a cualquier compañero que quisiera crecer como futbolista», remarca el catalán. «Ojalá me reciban con los brazos abiertos el día que vuelva a Los Cármenes, porque siempre fui un jugador de equipo que lo dio todo por el escudo», abunda, de nuevo, sin descartar que pueda hacerlo de rojiblanco horizontal. «El Granada sigue siendo mi club, aunque no todo dependa de mí», objeta.
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