Borrar
José Callejón juega con el Costa Tropical de Motril siendo un niño. JOSÉ ANTONIO SALVADOR
Granada CF

«Callejón nunca se sintió una estrella, y ahora menos»

Inicios del motrileño ·

Dos de las personas más importantes en la infancia futbolística del delantero motrileño recrean sus primeros años

Miércoles, 27 de julio 2022, 00:57

Comenta

Fernando Muñoz lleva 36 años entrenando niños, desde los dieciséis, y asegura que no ha vuelto a ver nada comparable a lo que tramaban los gemelos José y Juanmi Callejón (Motril, 1987). «No he vuelto a encontrarme talentos como ellos, nadie que marcase tanto la diferencia», insiste quien les entrenase en el Costa Tropical desde que eran benjamines, en fútbol sala, y también luego como infantiles y cadetes ya en fútbol. También Rafael Luján, expresidente de este club motrileño como también lo fuera del primero de la localidad, además de ejercer de médico, se deshace en elogios hacia uno de los mejores futbolistas en toda la historia de la provincia de Granada. Ahora contemplan felices su vuelta a casa como rojiblanco.

Tanto Fernando Muñoz como Rafael Luján han compartido «vivencias increíbles» con los hermanos Callejón y aún mantienen contacto con ellos. «Eran dos niños de calle, de los que ya no hay. Siempre tenían una pelota en los pies y con ella iban a todos lados. Jugaban uno contra uno entre ellos en los bancos de la palza tras la iglesia. Yo vivía por encima de ellos y, como no tenía coche, sus padres me recogían para ir a entrenar. Siempre jugaron con niños mayores que ellos y eso les forjó el carácter», cuenta el entrenador, que recuerda auténticas fechorías futbolísticas como equilibrismos imposibles sobre la línea de fondo e incluso goles de chilena aún como benjamines en fútbol sala.

Aunque Fernando Muñoz tiene un recuerdo magnífico de ambos, plagado de partidos en una memoria prodigiosa que solo explican los momentos realmente felices, admite que si José llegó más lejos fue por ser increíblemente disciplinado. «Siempre tuvo una gran exigencia hacia sí mismo, uniéndose siempre y sobre todo en el Espanyol a los jugadores profesionales más disciplinados, detalles que marcan la diferencia en estos niveles entre unos y otros», le reconoce. Él siempre le colocó como segundo delantero y a su hermano Juanmi, como mediocentro; luego, ambos terminaron desarrollando sus carreras en la banda. «José no se arrugaba nunca. Recuerdo cuando le hice debutar con los cadetes siendo infantil de segundo año. Pidió la pelota al pecho a un lateral en un saque de banda y le dieron un patadón, pero lejos de arrugarse siguió pidiéndola. Al final marcó», rememora Fernando Muñoz.

Aún reconoce las principales virtudes de su pupilo. «Esa inteligencia que tiene para adivinar la jugada y desmarcarse ya la tenía con diez años en fútbol sala. Siempre fue pura intuición y talento para no entrar en fuera de juego», señala Fernando Muñoz. «Luego, con los años, aprendió a ser solidario y trabajador en defensa, porque yo nunca le pedía esfuerzos, solamente que estuviera fresco en ataque para que me resolviera los partidos», comparte divertido.

Tanto Fernando Muñoz como Rafael Luján recuerda perfectamente cuándo cambió las vidas de los hermanos Callejón. Fue un campeonato andaluz por provincias en El Ejido que en principio únicamente podían jugar cadetes de segundo año. Sin embargo, la selección granadina perdió por lesión a su delantero y les pidieron opinión por José. No estaba haciendo su mejor temporada, pero fue allí y marcó tres goles a Córdoba en el primer partido. «Aquello estaba lleno de ojeadores de los principales equipos de España y tanto su padre José María –exjugador del Motril– como yo tuvimos que ir. Llegamos a estar sentados con el FC Barcelona, él, y con el Real Madrid, yo, en distintas mesas de la misma cafetería. Como ambos éramos madridistas, terminaron allí», desvela Rafael Luján.

Los gemelos solo tenían catorce años cuando dejaron Granada. Ahora, José vuelve con 35, once años después, mientras Juanmi juega para el San Fernando de Primera RFEF. «Me sorprendió la decisión de José. Me la comunicó el domingo y me pidió opinión. Tenía interés de equipos de Primera pero quería echar una mano al equipo de su tierra para jugar con él en Primera. Aunque en Segunda le vayan a apretar aún más, él nunca ha sido una estrella y ahora menos. Va a trabajar como un chaval de veinte años porque es muy exigente. Además, su tierra le duele», asegura Fernando Muñoz. «Quedaría muy mal si no estuviera a la altura», bromea Rafael Luján. Ambos están deseando verle en Los Cármenes.

J. A. SALVADOR

«La condición para irse al Real Madrid fue que también lo hiciera su hermano»

Rafael Luján acompañó a los gemelos José y Juanmi Callejón y a su padre en el Santiago Bernabéu cuando firmaron por el Real Madrid un Jueves Santo. «El Barça nos había ofrecido ya vuelos para ir a Barcelona, pero la condición era que tenían que firmar los dos hermanos juntos aunque José fuese el que hacía los goles. Cuando también vieron el talento de Juanmi, no hubo duda», comparte. «Nos hicieron sentir importantes. Fue inolvidable», se congratula.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

ideal «Callejón nunca se sintió una estrella, y ahora menos»

«Callejón nunca se sintió una estrella, y ahora menos»