Intentonas sin fruto de la delantera
El Granada remató más a puerta que sus dos primeros rivales, pero sus tres delanteros están todavía con la pólvora mojada
El Granada lleva dos goles anotados en sus dos primeros partidos y ambos los han logrado defensas. El primero lo anotó Miguel Rubio con la cabeza. El segundo, Ricard Sánchez tras una acción de ataque, a pase de Pablo Sáenz. De momento, los delanteros naturales del equipo han tenido la pólvora mojada, aunque lo han intentado. A la espera de que debute Siren Diao, los otros tres puntas se han repartido minutos, pero tanto el portero Raúl Lizoain con el Albacete como Jesús Ruiz bajo palos en el Racing de Ferrol les han arrebatado la gloria.
Los números ofensivos son favorables a los rojiblancos en estas citas iniciales. En Los Cármenes, en la jornada inaugural, remataron 20 veces por nueve de los manchegos. A meta fueron nueve intentonas de los nazaríes por tres de su rival. Solo hubo una parada de Marc Martínez por ocho de su homólogo. En Ferrol, disparó más el Racing, 17 por once, pero entre palos lo mejoró el Granada, con seis en lugar de los dos de su contrincante.
No todo el peso del ataque recayó en los que habitualmente están en la vanguardia. Otros compañeros chutaron y se beneficiaron de los espacios abiertos por sus compañeros arriba. En la primera cita, la pareja la formaron Weissman y Uzuni. El albanés tuvo una aproximación clarísima, a pase filtrado por Trigueros, que malogró por precipitación, chutando flojo. Una situación similar se dio en A Malata, aunque el finalizador varió y fue Boyé, que ajustó su lanzamiento, pero Jesús Ruiz lo alejó con una buena estirada.
En el club hay máxima tranquilidad en este aspecto. Con la llegada del joven Diao en lugar de Forés por su lesión, la dirección deportiva dio por cerrada su elenco de delanteros, pues también cuenta con el recreativista Faye. Otra cosa es que se produjera una marcha no deseada. A Uzuni le han sondeado equipos y por Boyé hubo una propuesta formal del Rayo, pero todo ha sido rechazado. Se cuenta con ambos y también, salvo giro de última hora, con Shon Weissman, que ha recuperado crédito en la entidad de la mano del nuevo entrenador, con el que ha sido titular en estos dos primeros encuentros.
Todos tienen, en mayor o menos medida, una reputación de efectividad. En el caso de Uzuni, demostrada en el Granada, con 23 dianas en el último ascenso y once en Primera división. De Weissman apenas ha habido señales en su periplo, aunque hizo 20 el curso en el que el Valladolid subió a la élite con él de ariete. Debutó marcando tras su incorporación invernal el curso de Segunda división, pero ya ni anotó y cada vez jugó menos, hasta dejar de contar para Paco López tras el salto de categoría. En su cesión a la Salernitana, el pasado en enero, le ocurrió lo mismo; estreno con gol y desde entonces, nada.
Boyé no venía con una hoja de servicios impresionante en cuanto a efectividad ante la meta del Elche. Fue muy regular en tierras ilicitanas, con siete goles en sus tres temporadas completas allí, bajando a seis en Granada. Su aportación estuvo sobre todo en la continuidad que le da al equipo por su juego aéreo en las transiciones hacia el ataque, algo de lo que se tiene que aprovechar el resto.
De momento, los tres andan con la mirilla torcida, aunque todos esperarán cambiarlo el viernes. Lo crucial, que el Granada llegue y alguien marque.
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