Más fiesta blanca que escarnio nazarí
Los cánticos contra los mandatarios rojiblancos acaban eclipsados por el jolgorio entre los miles de madridistas que disfruta con su equipo en un 'mini Bernabéu'
Los Cármenes pareció nevado la tarde en la que el Granada volvió a Segunda división. Pocas horas después de que el Mallorca certificara matemáticamente el descenso rojiblanco, el estadio del Zaidín acogió un partido contra el Real Madrid que tuvo mucho más de fiesta blanca que de escarnio nazarí. Las protestas contra los mandatarios anfitriones no fueron para tanto, entre el desánimo y el desplante por el suplemento adicional de 30 euros al que tantos se negaron, y lo que sí hubo fue mucho madridista enfervorecido por su equipo en un 'mini Bernabéu'. Algunos de ellos, los mismos que durante el resto de la temporada se sientan en el mismo sitio con la camiseta del Granada. Tras el partido saltaron dos niños, pero solo uno tuvo premio:el de la camiseta de Joselu, nuevo ídolo tras su doblete al Bayern. A los rojiblancos, en cambio, les despidieron con cánticos de «fuera, fuera». Esta vez no hubo lágrimas apenas, aunque a Myrto Uzuni se le vio cerca de romperse al irse el último.
Una vez llegaron los minutos 31 y 76 –31 de la segunda parte este último, señalados ambos por el año de fundación del club–, buena parte de Los Cármenes entonó el «directiva, dimisión» que días atrás impulsó un grupo de abonados viéndose secundados por varias peñas y hasta por la asociación 'G19' de una forma u otra, pero los cánticos no duraron más que escasos segundos, como en otras ocasiones más bien aleatorias, también al acabar. Desde la grada de animación brotó también un «china, vete ya» por la presidenta Sophia Yang, que apenas fue secundado. Los madridistas, mientras, seguían en su propio frenesí permitiéndose cantar incluso el sarcástico «Xavi, quédate» al entrenador del Barça entre pitos granadinistas para luego optar por el «Granada es de Primera» como reconciliación entre aplausos, como si muchos de los visitantes no fueran granadinos precisamente.
La primera pañolada de la tarde llegó finalmente al asomar al palco la cúpula directiva del Granada, esto es: Sophia Yang y Alfredo García Amado como director general. Si tantos madridistas había en Los Cármenes, bien parecieron prestarse al auxilio que los granadinistas les pedían al menos para el escarnio público. La megafonía puso el himno pero solo saltaron los anfitriones, para extrañeza de muchos, formando para el pasillo ya anunciado al campeón de Liga. Reinaba la concordia, aunque desde una de las esquinas hubiese amagos de algunos «campeones, campeones» de mal gusto que no prosperaron.
La tarde en el Zaidín empezó entre la tristeza y el cabreo horas antes, aunque muchísimos granadinistas ni salieron de casa. La mayoría de entre los pocos aficionados del Granada que esperaron al autobús del equipo a su llegada a Los Cármenes integraba el colectivo 'Curva Sur' de la grada de animación 1931, que no vestían de rojiblanco sino de negro, y la emprendieron a golpes con el vehículo bajo cánticos de «jugadores, mercenarios». Patadas, algún botellazo y una bengala incluso impactaron con la chapa, con intervención policial incluida para identificar a un individuo. También entonaron el «volveremos otra vez», así como un reivindicativo «no podrán acabar con los ultras del Graná». Al otro lado de la avenida Pintor Maldonado, sin embargo, cientos de aficionados del Real Madrid se agolpaban mientras los de negro les llamaban «catetos».
Los aplausos que los primeros aficionados que poblaron las gradas de Los Cármenes brindaron a Augusto Batalla a su salida por la bocana de vestuarios dieron a entender que los granadinistas indultaban al portero argentino, a quien se rogó que se quedase la temporada que viene durante el anterior partido en casa, contra Osasuna, pero el entusiasmo general al seguirle Thibaut Courtois confirmaron que aplaudirse se iba a aplaudir a todos salvo a unos pocos. Al que más, con diferencia, a Luka Modric; incluso ovacionado.
Apoyo de autoridades
El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, subrayó en redes sociales que «Granada siempre será una ciudad de Primera». «Se ha consumado el descenso, pero estoy convencido de que el equipo volverá a ascender. No dejemos de soñar», animó Moreno. También la alcaldesa de Granada, Marifrán Carazo, quiso expresar su apoyo: «Ya lo siento (...) Mis mejores deseos y ayuda siempre para que podamos regresar a Primera».
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