Granada CF
Álex Sola, un rojiblanco forjado en ZubietaEl jugador se reencuentra el sábado con el filial de la Real, equipo donde alcanzó la profesionalidad como futbolista y donde conoció al exnazarí Héctor Hernández, su «mejor amigo»
El monte Igueldo coronó el nacimiento de Álex Sola (San Sebastián, 1999) hace algo más de dos décadas. Como buen donostiarra, el hoy rojiblanco empezó a forjarse como futbolista en las faldas del emblemático parque y con la playa de La Concha bañando el paisaje. Las instalaciones de Zubieta, considerada como una de las mejores canteras de Europa, le abrieron las puertas siendo tan solo un niño. Pasó numerosas temporadas como 'txuri urdin', colores que llegó a defender en toda una Segunda división tras debutar como profesional con el Sanse, filial de la Real Sociedad, que visita Los Cármenes este sábado.
Supondrá el reencuentro del atacante con la que una vez fue su casa, «el club de mi vida y de mi familia», como el propio Sola aseveró durante su presentación con el Granada. Llegó al 'B' desde el Juvenil con 18 años, acumulando un total de cuatro campañas repartidas en dos etapas –se marchó cedido al Numancia en 2019–. Junto a sus compañeros, Sola vivió un ascenso desde Segunda B –la actual Primera RFEF–, el tercero y penúltimo en la historia de la sección.
Bien lo recuerda Héctor Hernández, exnazarí y persona de confianza del vasco, ante IDEAL. «Nunca compartí vestuario con él en la Real porque nos llevamos varios años, pero lo conocí allí y ahora no se lo voy a descubrir a nadie. Sus condiciones eran de sobra suficientes para llegar a Primera, aunque a veces el fútbol es complicado y ciertas circunstancias no le permitieron afianzarse», detalla el lateral, con el que coincidió en Los Pajaritos en 2019. «Estuvimos juntos en el Numancia. Como nos recordamos de Zubieta, nos juntamos y así hasta hoy. Es muy buen amigo mío y hablamos muy a menudo. Creo que no podía tener mejor destino que el Granada. Estoy convencido de que va a triunfar allí. Espero que vuelva a disfrutar del fútbol», añade.
Las lesiones frenaron su desarrollo en su primera experiencia lejos de Guipúzcoa, algo que le pasó factura a lo largo de su carrera. «Se rompió el ligamento cruzado en el Numancia. Tras esa temporada, volvió al Sanse a reforzarnos. Fue el año del ascenso. Tardó en participar, pero acabó jugando la fase de ascenso. Ese verano se 'rompió' de nuevo, el menisco en esa ocasión. La verdad es que pasó por lo más duro de este mundillo», revela Imanol a este diario Ezkurdia, zaguero de aquella Real Sociedad B y que también jugó junto a Sola «en infantil, cadete y juvenil».
«Ese curso guardé una relación muy estrecha con él. Yo también me lesioné y recuerdo las jornadas que pasamos ambos en el gimnasio recuperándonos. Era un chaval muy sencillo, como casi todos los que pasamos por la cantera. En las categorías inferiores dio un paso adelante. Se le veían maneras y no escatimaba ningún esfuerzo, siempre dispuesto a mejorar», rememora Imanol, por ahora retirado del fútbol por las lesiones y dedicado a la nutrición con las jóvenes perlas de Zubieta. «No es casualidad que salgan tantos profesionales. El club trabaja mucho la base y está habiendo recompensa. Si no te da para llegar al primer equipo, encuentras acomodo en Segunda o en equipos punteros de Primera RFEF. Se trata de una de las mejores canteras. A nosotros nos entrenó Xabi Alonso, que tenía mejor golpeo que todos. Esa chispa nunca se pierde, era impresionante», relata.
Recomendado
Desde su aterrizaje en Granada, Sola cuenta con un rol protagonista dentro de un equipo necesitado en lo clasificatorio y falto de referentes. Un contexto propicio para volver a recuperar sensaciones a base de minutos. «Lo veo físicamente muy bien, mejor que nunca. Es un gran fichaje, un jugador con mucho desborde y polivalencia. Eso le sirve a cualquier equipo. Encima, con bagaje en Primera», señala el nutricionista. Héctor, actualmente sin equipo y que pasó por el Granada el año del primer descenso a manos de la nueva propiedad, puntualiza que «la posición que mejor le va es la de lateral diestro. No porque destaque más en defensa, sino porque cuenta con más capacidad para hacer daño si parte libre de marca y con espacios. Lo hemos comentado juntos varias veces».
«Al Granada le tengo mucho cariño. Cuando le surgió la opción, yo lo animé a ir. Fui muy feliz allí esos meses. De su afición solo puedo estar agradecido, me trataron con mucho cariño y respeto. Aunque fui cedido, desde el primer día me sentí identificado con el proyecto y apoyado. Fue una temporada muy difícil y hubo problemas en el vestuario, pero cada uno es libre de pensar lo que quiera. Yo tengo la conciencia tranquila, otros quizá no tanto», repasa el defensor, que cierra la conversación sobre Sola con una reflexión. «Pasar de jugar en Primera a Segunda puede parecer un paso atrás, pero también le puede impulsar para dar dos adelante. Tenéis un entrenador muy válido para la categoría. No lo desperdiciéis. Seguro que logrará levantar el vuelo del equipo», concluye Héctor.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión