La tienda del Albaicín viral en redes al explicar la razón por la que no vende agua

Col&Flower es un negocio de alimentación ecológica que se halla en plena Cuesta de San Gregorio, una de las principales vías para llegar al Mirador de San Nicolás. Por eso, no extraña que buena parte de sus clientes entre con la lengua fuera, en busca de un par de cristalinas gotas con las que saciar su sed antes de proseguir su camino, una ruta que puede llegar a ser extenuante en los días más cálidos. Sin embargo, un cartel en la puerta rompe sus planes y les obliga tanto a prolongar el esfuerzo como a ser previsores en la próxima ocasión: «No vendemos agua». «Se trata de mantener la conciencia y ser consecuente con la ecología», indica Mádhavi Navarrete, «dueña, encargada, ama y señora de la tienda». Ahora, su mensaje se ha hecho viral, pero ella tuvo claro desde la apertura del establecimiento «cuáles serían los propósitos de la tienda y que no se vendería agua embotellada».

El propio cartel, escrito en una pizarra, detalla los motivos por los que Navarrete decidió evitar. «Tratamos siempre de mantener la línea marcada por la tienda, ser sostenibles, ecológicos y locales», expresa la propietaria, para quien «no es fácil decir 'soy ecológico' y ser consecuente con ello'». «El cartel lo pusimos porque pasa muchísima gente pidiendo agua. Lo que sí les decimos es que hay que llevar botellas reutilizables», profundiza. El letrero argumenta que «se necesitan seis litros de agua para producir una botella de un litro», que «más del 75% de las botellas no llegan a reciclarse» y que un recipiente de plástico de ese tipo «dura un día en tus manos, pero 500 años en el océano».

«Todos los alimentos que nos estamos comiendo tienen microplásticos. Nos afecta directamente. Lo tiramos y pensamos que no va a pasar nada porque se lo llevan lejos, pero no, vuelve a nuestro plato», ahonda Mádhavi Navarrete, quien además invita a sus clientes a hacer uso de las fuentes que hay en los alrededores. «Empezando la Cuesta de San Gregorio, está la fuente que está en la iglesia; detrás, en Carvajal, tenemos más fuentes, y llegando al mirador está el aljibe, que tiene agua potable. Se puede hacer una ruta de aljibes en el Albaicín impresionante. No hay excusa para no llevar una botella reutilizable», sostiene.

La idea nació incluso antes que el negocio. «Yo antes tenía una tienda de reciclaje aquí. Soy artista, digamos. Cuando llegó la covid, como hubo que cerrar, lo único que podía quedar abierto era la alimentación, así que, manteniendo un poco la filosofía del reciclaje y la sostenibilidad, abrí con mi pareja una tienda de alimentación a granel y de productos locales y ecológicos», explica. Fue inmediatamente después del confinamiento cuando esta chilena, en Granada desde hace 15 años, inauguró el negocio. Su pensamiento no ha variado desde entonces. «Así como nos acordamos de coger el móvil y las llaves al salir de casa, también tenemos que acordarnos de coger la botella, por el simple hecho de no generar más basura. Si cada una de las tiendas no vendiera agua embotellada, seguro que la gente saldría con su botella», afirma.

Para fomentar esta iniciativa, Col&Flower también ofrece una alternativa. «Aquí pueden llenar su botella. No le vamos a negar el agua a nadie. ¡Eso sí que es un pecado», comenta entre risas. Y la gente respalda esta postura. La imagen de su pizarra se hizo viral, pero, además, las personas que pasan por allí le transmiten su agrado. «Desde el primer día que pusimos el cartel, la gente se empezó a sacar fotos con él, aunque ha salido ahora. Le pareció una idea muy buena. Pasan aquí a felicitarme. Nadie me ha dicho que cómo se nos ocurre no vender agua. La gente está con sed y tal, pero me dice que es una muy buena idea. «Siento que es consciente a pesar de que no siempre se da cuenta de que, sin mala intención, está ensuciando el planeta».

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