Borrar
El músico y productor Javier PPM sobre el escenario en una imagen de archivo. JUAN JESÚS GARCÍA

«Tumbarse en la playa y escuchar un audiolibro, nada gana a eso»

Pues no estamos tan mal | Javier PPM, músico ·

El músico y productor Javier PPM vive un verano peculiar después de lanzarse a la aventura de crear 451grados, una editorial de audiolibros con la que está poniendo voz a los más grandes escritores

Pablo Rodríguez

Granada

Jueves, 22 de julio 2021, 23:04

Comenta

Al músico y productor Javier PPM no le quedan horas en el día para sacar proyectos adelante. A su carrera sobre los escenarios y tras la mesa de mezclas suma ahora una nueva faceta, la de editor. El granadino es la figura detrás de 451grados, un sello con el que navega ahora en la industria del audiolibro y desde el que pone voz a los grandes de la literatura que este verano se escuchan y se leen en las playas.

–¿Cuál fue el peor verano de su vida?

–No recuerdo un mal verano nunca, pero sí sé cuál fue el peor principio de verano. Había tenido una saturación enorme, con 120 bolos y el estudio lleno todos los días. Había sido jurado en un concurso además y me había pegado tres días trabajando sin dormir. Las vacaciones, con la familia esperándome en Nerja, las veía como el paraíso. Tras terminar todo, me bajé a la playa. Fue llegar al apartamento, donde estaba mi mujer con su familia, y el perro se nos escapó. Salió disparado. Ahí me tuve que ver, con todo el calor y reventado como estaba, buscando a Pancho durante cuatro horas. Afortunadamente apareció. El tío estaba en el paseo marítimo tumbado en el suelo y comiendo de lo que le echaba la gente. Pensé que igual no era el verano de mi vida, pero después se me pasó y vi la vida de otro color.

–¿Cómo es un verano típico?

–Un verano típico es que, aparte del estudio y la editorial, toco normalmente en España y Europa. Muchos kilómetros, mucha furgoneta, mucha cerveza y rock and roll. Eso sí, 15 días son sagrados con mi familia y lo más lejos posible de Granada porque los músicos llaman todo el tiempo. Pueden llegar a hacerlo incluso a las 5 de la mañana… Normalmente no hago mucho caso del móvil. Así se les va la prisa.

–¿Este verano será distinto con 451grados?

–Algo. Últimamente me estoy tomando incluso un mes entero de vacaciones. Hace cinco años mi mujer me puso las cartas sobre la mesa y decidí hacer la prueba con un mes . Ha ido bien. Ayuda rodearte de gente buena en la que confias porque el negocio puede ir sobre rueda. Por ese lado estoy cubierto. La nueva editorial tenemos la suerte de que está saliendo mucho trabajo. Trabajamos para los grandes grupos y los trabajadores que tengo saben lo que tienen que hacer. La organización es la clave. Tengo un equipo cojonudo hasta el punto de que cuando vuelvo todo está mejor de lo que estaba.

–¿Qué libros tiene ahora mismo en cartera?

–Hay algunos que no puedo desvelar, pero sí puedo decirte que trabajamos con editoriales muy importantes. Por ejemplo, tenemos muchos de Penguin Ramdom House, que se ha centrado mucho en el audiolibro, y de Storytel.

–¿Se graba lo mismo en verano que en el resto del año?

–Se podría pensar que se graban más de temas veraniegos, pero las producciones son para el otoño. Se trabaja con mucha antelación. Ahora lo que estamos grabando son muchos libros educativos, estamos con algunos de historia de los judíos o de Isabel II. Estamos muy centrados en uno de Irène Némirovsky. Tenemos 15 producciones ahora mismo en marcha.

–¿Mejor un libro o un audiolibro para la playa?

–Yo soy consumidor de audiolibros. Donde más los escucho es en la playa, el gimnasio y el coche. Cuando me voy de vacaciones intento escucharlos, aunque voy con niños y se hace algo más difícil. De todas formas, si alguien se lo puede permitir, eso de tumbarse en la playa, escuchar una buena voz y que te cuenten una buena historia… Nada gana a eso. Eso y escuchar buena música. Viendo a la gente, viendo el mar. Es como estar en dos mundos a la vez.

–Hablando de sonidos. ¿A qué le suena usted el verano?

–Mi banda sonora es un poco peculiar, pero es rock and roll. No del clásico. Sino en sentido general. Algo que te ponga las pilas. Me gusta escuchar música que haga feliz. Me gustan las canciones que te alegran el día. Por ejemplo, hoy me ha saltado una de 'Twenty One Pilots'. Se llamaba la canción 'Shy away'. Cuando la he oído, he sabido que era un buen día.

–¿Cómo afecta el verano a sus estudios, hay más grabaciones?

–En el estudio, la verdad es que no tenemos ni verano ni invierno. La música la grabamos en JFR Estudios. Es como una cueva. Cuando llevas unas horas, el mundo exterior desaparece. Como nos gusta tanto, llega un momento en que, como dice mi mujer, vivo aquí. Me paso como 16 horas o más. Este estudio siempre está a tope. Salvo en confinamiento y después de la tercera ola, que tuvimos un mes con muchos altibajos, normalmente los dos estudios que tenemos están a tope. Tenemos suerte. Hace un rato se me ha enfadado un cliente que venía de Berlín y quería hueco para dentro de tres semanas. Pero no podía ser. La sala del piano la tengo ocupada hasta dentro de tres meses.

–¿Qué disco o qué trabajos recuerda que nacieran precisamente de un verano?

–Uf… Eso es complicado. Puedo decir que últimamente hemos estado haciendo directos. Hemos tenido a Antonio Arias, Hora Zulú, Annie B Sweet, Arturo Serra y José Carra. Hemos grabado también a un grupo de música andalusí. Cada día es diferente y eso es solo la sala grande. Normalmente combinamos tres o cuatro producciones.

–Pues tampoco estamos tan mal, ¿no?

–No, para nada. Creo que poco a poco estamos saliendo de esto y lo estamos haciendo bastante bien. Sé que hay sitios muy fastidiados, donde el virus ha hecho mucho daño. Hemos tenido suerte de tener un sistema que nos ha protegido.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

ideal «Tumbarse en la playa y escuchar un audiolibro, nada gana a eso»

«Tumbarse en la playa y escuchar un audiolibro, nada gana a eso»