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Leonor García en el reencuentro con el urólogo que le trasplantó su tercer riñón, el doctor Francisco Rodríguez Herrera. Ariel C. Rojas

Sanidad en Granada

Tres ángeles en el cielo y uno más en el Virgen de las Nieves

Leonor García se reencontró ayer, Día Nacional del Donante de Órganos y Tejidos, con quien el 5 de diciembre de 2020 salvó su vida trasplantándole un riñón sano, el cirujano Francisco Rodríguez

Jueves, 6 de junio 2024, 00:32

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Donar órganos y tejidos es multiplicar las opciones de vida de otras personas. A priori, puede resultar enrevesado e incluso habrá quién piense que es una forma de sentirse mejor con uno mismo, pero la realidad va mucho más allá. La donación es empatía y solidaridad, pero también requiere compromiso y, sobre todo, gozar de buena salud. Es sabido que, además, los granadinos se sienten especialmente comprometidos con esta causa. La provincia ha encabezado en los últimos años las donaciones en Andalucía y este año ha alcanzado cifras históricas dentro de sus fronteras.

Sanitarios, donantes, Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y asociaciones de trasplantados se reunieron ayer, Día Nacional del Donante de Órganos y Tejidos, para celebrar el récord granadino en el complejo de Neurotraumatología del Hospital Virgen de las Nieves. Sonaba música de fondo y las autoridades preparaban una ofrenda floral cuando, entre la multitud, se escuchó de repente: «Yo te operé a ti, te puse un riñón. Me acuerdo perfectamente».

La presidenta de Alcer, paciente con insuficiencia renal, y el doctor Rodríguez, urólogo. Ariel C. Rojas

Son las palabras que salieron de la boca del doctor Francisco Rodríguez Herrera, facultativo urólogo de la unidad de Cirugía Reconstructiva Uretral Compleja del Adulto de este hospital granadino. Así se dirigió a su paciente, que no es otra que Leonor García, presidenta de la Asociación para la Lucha Contra las Enfermedades Renales (Alcer). Ella, sin embargo, no tenía ni idea de que él había estado detrás de aquello, pero enseguida se fundieron en un tierno abrazo. «En el quirófano puse mi vida en sus manos y salió bien. Conocerlo y ponerle cara años después es un regalo», compartió con IDEAL.

El doctor Rodríguez fue el encargado de injertarle a Leonor su tercer riñón de un donante. Esta granadina, natural de La Peza y residente en Guadix, lleva desde los 17 años luchando contra la insuficiencia renal. Su primer trasplante fue el 16 de febrero de 1989, cuando tenía 22 años; el segundo, el 3 de octubre del 2000, con 34, y el tercero, el 5 de diciembre de 2020, con 54. Desde entonces, han pasado tres y años y medio y Leonor por fin ha conseguido tener una vida digna.

Enchufada a una máquina

«Antes, vivía enchufada a la diálisis. Me pasaba los días en el hospital porque mis riñones no eran capaces de funcionar por sí mismos. No era vida, por eso siempre he dicho que sí a trasplantarme, no me da miedo. Tiene algunos riesgos, yo he pasado dos cánceres gordos, pero si me quedaba en la mesa de operaciones es que era mi momento de irme. Como ha salido bien, pues ahora disfruto de la vida, que estoy mejor que nunca», admitió feliz.

A raíz de salir de la máquina, Leonor ha tenido una vida «completamene normal». Las revisiones periódicas y el tratamiento sutitutivo le han permitido seguir haciendo lo que más le gusta, que es trabajar como modista. Tener un riñón nuevo ha sido una «satisfacción» para ella e insiste en «no dudar» a la hora de donar porque «el día de mañana todos podemos tener un familiar directo muy enfermo que necesite ayuda». Ella hoy tiene «tres ángeles en el cielo», tres personas han hecho que siga aquí para conocer al último cirujano que la trasplantó.

«Eternamente agradecida a la gente que hace esta labor», Leonor volvió a abrazar a su doctor, a quien la memoria parece no fallarle nunca, al menos, no con sus pacientes. Aunque la intervención fue hace ya tres años y medios, Rodríguez recuerda cada detalle de aquel frío día de invierno, desde la entrada de la paciente en la sala hasta sus quejas por que la mascarilla no le estaba cómoda. «Es mi virtud, pero también mi castigo. En el caso de Leonor, el trasplante estuvo rodeado de cierta complejidad quirúrgica. Venía a trasplantarse de su tercer injerto y eso condiciona la intervención. Hay que tener más cuidado porque se actúa sobre una zona que ya ha sido intervenida previamente», explicó.

Requisitos

Por fortuna, la intervención fue «todo un éxito» y Leonor salió de quirófano como una mujer con un riñón nuevo. Solo quedaba que su cuerpo lo aceptase. «Normalmente, si el organismo lo rechaza es por condiciones inmunitarias. Antes de la operación, nosotros ya estamos suministrando inmunosupresores para que su sistema esté lo más preparado posible cuando identifique un cuerpo extraño», advirtió el urólogo del Virgen de las Nieves.

Aunque «es difícil que alguien no pueda trasplantarse», la recepción de riñón tiene un protocolo. Es «fundamental» tener los vasos sanguíneos en buen estado y que los órganos extraídos tengan «buen aspecto», sin anomalías vasculares ni sospechas de ser malignos. A medida que avanzan los años, los criterios de donación se expanden más. A día de hoy, no hay límite de edad para ser donante, pero es importante no padecer patologías transmisibles y analizar la compatibilidad mediante el grupo sanguíneo y el sistema inmunitario.

En lo que va de año, 26 granadinos han donado sus órganos y tejidos, diez más que en el mismo periodo de 2023. Su gesto de generosidad ha permitido llevar a cabo hasta 60 trasplantes,17 más que el año pasado. La provincia mantiene así un estatus que solo apunta a seguir fortaleciéndose. El objetivo está muy claro: unir fuerzas para seguir multiplicando vidas.

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