Teresa: cien años de lucidez
La viuda del periodista de IDEAL José Corral cumple un siglo de vida y recibe en Huétor Vega un emotivo homenaje de sus siete hijos, 14 nietos y siete bisnietos
Tres tartas, cien velas, siete hijos, 14 nietos y siete bisnietos. La última, Candela, nacida este año. Teresa Sánchez, viuda de un antiguo redactor de Ideal, José Corral, cumple un siglo y, feliz y rodeada del cariño de todos los suyos, ha recibido este fin de semana un sentido homenaje en un mesón de Huétor Vega. Disfrutó como una niña... de cien años.
Teresa puede presumir de ser una mujer centenaria con una lucidez intacta. El paso del tiempo tan solo ha mermado su visión y la agilidad de sus piernas, las mismas con las que en los años 40 se subía a unos esquís o le permitían llegar hasta la red con su raqueta en una pista de tenis. «Ha sido una mujer adelantada a su tiempo», expresa su hijo menor, Miguel Ángel Corral, que es músico y profesor de guitarra en el conservatorio de Granada. La pasión por las notas, como confiesa, le viene de ella, que ha inculcado a toda su descendencia el amor por las artes.
«Ha sido una mujer adelantada a su tiempo»
Miguel Ángel Corral
Hijo de Teresa
Teresa ha sido escritora, fotógrafa, ceramista, pintora y una «gran lectora», enfatiza Miguel Ángel, quien durante la celebración, junto a los hermanos Rafa y Miguel Soler, interpretó con la guitarra, para deleite de su progenitora, «poesías musicadas de Federico García Lorca» y algunas otras piezas tradicionales de Granada.
Un juego de cartas de fotos antiguas de momentos vitales memorables, flores y un reloj ha recibido, entre otros regalos, Teresa, que ha vencido al tiempo con la cabeza perfecta. «Es sorprendente la lucidez y el raciocinio que conserva», señala su hijo, para elogiar a la vez su talante optimista: «no se siente vieja ni se queja de nada».
Hija de veterinario, esta longeva granadina pasa sus días ahora tranquila en su casa de Pedro Antonio de Alarcón, en la capital granadina. Precisa de un andador y cuenta con la ayuda de una persona para desenvolverse en sus jornadas domésticas. Arranca sus mañanas con la radio puesta y siempre atenta a las noticias.
Alpujarra
Su existencia ha estado ligada a la Alpujarra alta. Tanto le gustaba su entorno natural, que se compró en los años 50 una casa en Capileira, donde era habitual que recibiera la vista de sus amistades. Ella y su marido pertenecían un círculo de intelectuales de la época, y algunos de ellos siguieron su ejemplo y también adquirieron otras casas de aquel enclave privilegiado. Era la época de Gerald Brenan, de una Capileira despoblada por la emigración.
Teresa nació el 9 de mayo de 1922, un año muy especial en Granada, pues se cumple el centenario de la celebración del Concurso de Cante Jondo. Ha llegado al presente con la lección de vivir bien aprendida y con la fortuna del amor bien amasada. Testigo de una guerra y de una posguerra, acaba de serlo de una pandemia.
Su marido, José Corral, falleció en 1992. Se había jubilado de forma anticipada en 1981. Tenía una columna en este diario, 'La rueda de los días'. La economía, la historia, entre otras materias, centraron su labor periodística. «Era un erudito», recuerda orgulloso Miguel Ángel.
En la víspera de su homenaje, Teresa, cual nerviosa adolescente, estaba pendiente del vestido que se iba a poner y hasta de los complementos. «Si llegase como ella, sí me gustaría llegar a los cien años», resalta Carlos Rodríguez, uno de sus nietos, que es el autor de la preciosa fotografía que ilustra este reportaje. Feliz cumpleaños, Teresa, porque su familia da fe de que siempre ha sido, es y será una mujer excelente. Por su fortaleza. Por su intuición. Por su sensibilidad.
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