Un simbólico abrazo con la familia granadina de testigo

«La familia es lo que siempre está», reivindicaba el presidente de los populares granadinos, Francisco Rodríguez en su consejo provincial de alcaldes y portavoces. Y como tal, como una familia, se afanaron en mostrarse los populares para recibir a sus presidentes regional y nacional. Estaban todos a los que se esperaba. Alcaldes de los pueblos, portavoces y la plana mayor del partido que se insuflaron ánimo para engrasar la maquinaria electoral.

Pero como hasta en las mejores familias hay roces y se cuecen habas, la coincidencia de Juanma Moreno y Pablo Casado en la sede de Granada suscitó especial atención mediática en tanto que escenificaba su unión tras la crisis interna abierta a raiz del congreso del PP de Sevilla. Su simbólico abrazo, con mascarilla y con la familia granadina como testigo, espantaba los fantasmas del enfrentamiento, tras haberse cerrado un acuerdo entre las direcciones nacional y andaluza de cara a los cuatro congresos provinciales que aún se tienen que desarrollar en Andalucía, los de Almería, Cádiz, Huelva y Jaén.

«Es muy importante que esta foto que aglutina la unidad del PP tenga lugar aquí en Granada», admitía el presidente del PP provincial, Francisco Rodríguez, emocionado al verse flanqueado por sus dos referentes políticos.«Hoy es un día único para el partido», celebraba Rodríguez, ante la coincidencia de Moreno y Casado, que se produjo después de que el presidente andaluz se desplazara a Granada el día anterior para presenciar el partido de fútbol que enfrentó al equipo de la ciudad con el Manchester.

«Granada vive un momento especial, lo hemos pasado mal. Lo de la ciudad dará que hablar, tenemos que solucionarlo...», señalaba Rodríguez, sin querer meterse en más charcos ayer con el 2+2.

El modélico protocolo covid del acto, con todos los participantes separados y recibiendo desde sus sillas a los líderes, se rompió solo al final, para las fotos y saludos de rigor y para darse codazos (de los buenos). Ninguno de los dos líderes se quitó la mascarilla -la de Moreno marca Granada- ni siquiera para el momento de los discursos.

También hubo reparto de camisetas del Granada CF para los niños de Casado, Paloma y Pablo y para los de Moreno, los pequeños Fernando (como el abuelo de Padul), Alonso y Juanma. Y no faltaron las muestras de cariño, especialmente para el delegado del Gobierno andaluz en Granada, Pablo García, que se incorporaba ayer al trabajo tras pasarlo mal por culpa del virus.

Casado aprovechaba la visita para recordar los buenos momentos vividos en Granada con su «amigo Juanma». También anécdotas personales como las vacaciones en las que se metieron en jaulas de tiburones –en el acuario de Roquetas– y salieron enteros. Todo un símbolo de lo que quieren hacer juntos en el ruedo de la política nacional.