Las secuelas que el huracán Katrina dejó en Nueva Orleans
AQUEL VERANO DE 2005 ·
Amanda Martínez
Granada
Jueves, 27 de agosto 2020, 23:39
El efecto devastador que dejó el paso de aquel ciclón por la Costa del Golfo, de Florida a Texas fue desolador: más de 1.800 víctimas mortales, el 80% de la ciudad de Nueva Orleans inundada, cuatro de cada cinco residentes sin hogar, más de cien mil casas inundadas, olas de más de siete metros en las zonas de la costa de Luisiana y Misisipi. Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 era la naturaleza la que se cebaba con Estados Unidos en forma de huracán y de nombre Katrina.
El 29 de agosto tocó tierra con vientos superiores a 225 kilómetros por hora. Y cuando Katrina azotó Nueva Orleans, los diques que protegían la ciudad de las aguas del lago Pontchartrain se desbordaron, y quedó anegada. Pero la catástrofe no solo fue obra de la naturaleza, también tuvo que ver la mano de un mal gobierno. Se llegó tarde a la evacuación de los vecinos que no pudieron refugiarse a tiempo y Bush reconocería más tarde tardó en tomar decisiones cruciales
A pesar de que diez años después del desastre Nueva Orleans tenía alrededor de cien mil residentes menos que antes de la tormenta, muchos vecinos, músicos, artistas, bohemios, ciudadanos arraigados que preferían oler el moho de sus coloridas casas a sentir la nostalgia de estar lejos del melódico bullicio de sus calles, volvieron antes de que hubiera luz en sus hogares.
Para evitar otra catástrofe se construyó un muro de cemento a lo largo de más de tres kilómetros en la zona pantanosa. Hoy, aún hay casas vacías que recuerdan las secuelas de la devastación del Katrina.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión