El sector del espárrago, afectado por la huelga: «Si no entra producto, los empleados tendrán que ir al paro»

Rafael Pérez, presidente de la cooperativa Granagenil, teme por él y por sus trabajadores. «Nos sentimos abandonados», afirma. En los 27 años que lleva en el negocio no ha vivido nada igual. Especializado en el sector del espárrago, entiende a la perfección las peticiones de los transportistas, pero desde hace cuatro días no le salen las cuentas. «No hemos podido cargar nada y lo poco que hemos enviado ha sido con sobrecostes de gasoil, treinta céntimos más por kilo», lamenta. Teme que el producto se acumule en los almacenes y tengan que optar por disminuir enormemente su precio o, en el peor de los casos, tirarlo.

Todos esos costes «no pueden asumirlos los consumidores», así que le toca a él apretarse el bolsillo. «Ahora podemos aguantar los precios, pero cuando haya más oferta en el mercado y los precios bajen no va a merecer la pena cortar los espárragos», lamenta. Esto afecta directamente al personal contratado. En plena campaña pueden rondar los 100 trabajadores, entre la recogida en el campo y la preparación de los lotes. «Si no entra producto tendrán que ir al paro, algo que no queremos, lo que buscamos es la normalidad», detalla Rafael, preocupado por si no puede cubrir los costes.

La huelga se traduce en números. Los cuatro días que lleva el producto almacenado puede suponerle a la empresa unas pérdidas de entre 7.000 y 8.000 euros. «Al espárrago puedes darle cuatro, cinco o seis días, pero va perdiendo vida. Si pasa una semana tendremos que tirarlo», apostilla, Rafael. De prolongarse la huelga sería la ruina para unos trabajadores que tienen que pagar hipotecas, alquileres y demás gastos. «En este oficio hay que invertir, tengo letras de tractores, máquinas… El banco no entiende de excusas», lamenta el presidente de Granagenil.

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