Un refrescante paseo entre cascadas de agua por el río Dúrcal

La provincia de Granada tiene mucho que ofrecer a los amantes del senderismo en todas las estaciones del año. Paseos por Sierra Nevada con la nieve derritiéndose en primavera, bosques frondosos que recorrer en otoño, recorridos de media montaña para el invierno… Y también cuenta con increíbles rutas para realizar en verano, un periodo en el que las temperaturas suelen ser muy elevadas en Granada pero en el que, a pesar de ello, es posible encontrar paseos refrescantes en los que el agua se convierte en la protagonista. Porque de otra manera sería más difícil hablar de senderismo en pleno verano.

Uno de esos recorridos es la llamada ruta de los Bolos en el río Dúrcal, un sendero que comienza en el pueblo con el mismo nombre que el río y que se encuentra a poco más de 30 kilómetros de distancia de Granada capital. Se puede acudir al municipio en autobús, ya que esta ruta comienza junto a la parada de los Mondarinos, en el casco urbano del pueblo. Aunque es más cómodo desplazarse hasta allí en coche y completar el día con una comida en alguno de los restaurantes cercanos. La ruta es idónea para realizar durante los meses de verano, ya que el agua del río Dúrcal está bastante fría y resulta perfecta para combatir el calor. El recorrido, considerado de dificultad media, es apto para realizarlo en familia aunque no con niños demasiado pequeños. En total se recorrerán unos 7 kilómetros aproximadamente y es aconsejable llevar bañador, toalla y una muda de ropa, así como calzado apropiado para caminar entre rocas.

El inicio de la zona, como habíamos indicado antes, puede realizarse justo en la parada de autobús de Los Mondarinos, en Dúrcal. Desde allí habrá que caminar junto a la Acequia de Mahina hasta llegar al río Dúrcal. Llegará un punto en el que el camino se verá atravesado por el río, momento en el que, en vez de cruzarlo, deberemos continuar por un pequeño sendero a mano derecha. A lo largo del camino encontraremos varias señales para indicarnos por donde proseguir la ruta.

Atravesaremos túneles con agua y estrechos caminos para, al poco tiempo, comenzar a encontrarnos con las primeras cascadas. Desde ese punto solo hay que continuar caminado por el cauce del río, por lo que a partir de ahí todo se vuelve mucho más refrescante. Encontraremos varias pozas que resultan perfectas para un baño. Si proseguimos encontraremos el último salto de agua natural, el de Los Bolos, que es el que pone el punto final a la ruta.

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