Borrar

Radiografía de los muros del Palacio de Carlos V

Andamios en la Alhambra. Por primera vez en la historia, se lleva a cabo la restauración de la fachada del Carlos V, un proceso de limpieza y reparación que quedará documentado para las generaciones futuras

Laura Ubago

Granada

Domingo, 14 de noviembre 2021

Comenta

Las restauradoras de la Alhambra conocían el Palacio de Carlos V desde abajo y por las fotos pero nunca se habían plantado frente a frente con la imponente fachada, llena de relieves, de figuras, de la piedra labrada al detalle. Y ahora están ahí estudiando desde las alturas este edificio discordante en el conjunto alhambreño y en pleno descubrimiento de todos sus secretos.

Las portadas del Palacio de Carlos V se están restaurando por primera vez en la historia. No hay documentación sobre una intervención similar. Se trata de una operación de cirujano, con precisión de bisturí, que va tratando cada centímetro de estas fachadas. Los andamios jalonan ya las dos caras del edificio: la oeste y la sur... dos mundos distintos por su orientación y el efecto de la luz y la lluvia.

El Patronato de la Alhambra ha empezado ya los trabajos de restauración de las portadas del Palacio, una intervención que costará más de 820.000 euros y que, en menos de un año, servirá para solventar patologías derivadas del tiempo y factores ambientales. Además de conocer más en profundidad las fachadas y de limpiarlas a fondo, se consolidarán elementos que tienen cierto riesgo en un futuro de desprenderse y se taparán las grietas por donde se filtra la lluvia, que es la que más daño le está causando.

Y todo esto, en pleno recinto Alhambra subidos en un andamio y pegados a este trozo de historia, es un privilegio, según detallan los que están ahí en las caras del Palacio que Carlos V apeteció en el recinto nazarí.

La intervención era necesaria aunque a los pies del Palacio no se percibiese tanto deterioro. El paso del tiempo va dejando en la fachada del Carlos V polvo que se consolida como si fuese parte de la piedra caliza. Hay partes, en que las ninfas se han quedado sin nariz por este desgaste que puede hasta con algo tan sólido como la piedra, que se convierte en terrones de azúcar y se deshace con solo pasarle el dedo, y era el momento de darle una mano de actualidad y protegerlo frente a las adversidades.

Esta es, la primera vez documentada que se restauran las portadas del Carlos V, aunque, quienes se enfrentan a esta tarea se lo toman con humildad. «Sabemos que solo somos una pequeña parte de todo lo que pasará por él», cuenta Elena Correa, jefa del equipo de restauración y conservación de la Alhambra. Todo quedará escrito para las generaciones futuras. «Estamos realizando estudios preliminares para analizar la limpieza, tema constructivo y tema de alteraciones».

La directora general del Patronato de la Alhambra, Rocío Díaz, expone que esta actuación era prioritaria y que resolverá las patologías de estas fachadas. La restauración se pagará con fondos Feder.

«Estamos en las fases previas, estudiando. El tema de la limpieza tiene mucha importancia porque tenemos alguna documentación y estudios previos que nos dicen que pudo aplicarse en algún momento alguna pátina artificial», explica la responsable de la restauración de la Alhambra. Hasta que no se han subido al andamio y han analizado la fachada de cerca no han sabido a qué se enfrentaban. El polvo endurecido, los líquenes, las grietas... Después de estudiar al milímetro las caras del Palacio, se diseñará en qué va a consistir la restauración.

Sol y sombra

Según explica Elena Corral la cara sur sufre mucho más el castigo del sol y las altas temperaturas... y en la oeste reina la sombra y la humedad. El máximo problema de las dos fachadas es la entrada de agua que ha ido diluyendo el material de caliza y ha ido formando depósitos combinado con aliteraciones del ambiente.

Restauradores, arquitectos, historiadores, geólogos, fotógrafos, infógrafos, trabajarán en el andamio y bajo él, realizando el estudio previo y la documentación posterior que recogerá esta actuación histórica. «La investigación constructiva sobre los recorridos del agua nos llevará a hacer una actuación más ajustada y a tomar medidas para el futuro», explica Pilar de Hoyos, arquitecta responsable de la empresa Artyco, que se encarga de estos trabajos. La responsable de la conservación del patrimonio alhambreño pone un ejemplo de lo que será la actuación en las fachadas. «Esto es como ir al médico para saber qué enfermedad tienes, y con ese diagnóstico ya sabe cómo actuar. Si el paciente no necesita quimio, no se le da. En este caso, también se es lo menos intervencionista posible», aclara Elena Corral. La intervención permitirá documentar muchas cosas no solo del estado de conservación sino del sistema constructivo, «porque hay detalles que son preciosos y maravillosos», señala la arquitecta de la empresa que realiza los trabajos.

Los restauradores sabrán ahora la respuesta de los diferentes tipos de piedra porque en una de las portadas hay caliza de Sierra Elvira y en la otra también mármol de macael y serpentinita y la respuesta de cada una es muy diferente ante la climatología granadina que tiene cambios muy bruscos. Además de limpiar el polvo, que se hace hasta con láser, habrá que retirar los grafitis, que son numerosos, algunos modernos y otros históricos. Entre las dos portadas hay 28 relieves que forman los pedestales con escenas de batallas y alegóricas. Además de esto, entre tondos, relieves de tímpanos y otros paneles, esculturas exentas hay 31 representaciones de figuras humanas, así que todo esto será limpiado y restaurado.

El desgaste del agua

El mayor deterioro del Palacio, la lluvia penetra, va saliendo por las juntas y va disolviendo. Una parte muy importante de la restauración será la conservación a futuro. «Cuanto más conozcamos el funcionamiento y los problemas de estas portadas mejor podremos prevenir los daños en un futuro y podemos coartarlos, nunca vamos a cambiar el clima pero sí podemos hacer que el agua no se acumule en determinadas zonas y evitar que se hiele y rompa el material», expresa la representante de la empresa.

El Carlos V tiene con la boca abierta a los que ahora trabajan pegados a él. «Es un tratado de arquitectura. Los relieves son una obra de arte y solo los aprecias a esta distancia. La grandeza que tiene el sistema de construcción, las juntas de plomo, la manera de usar los bloques... todo es una maravilla», dicen quienes lo están restaurando.

Los restauradores de la Alhambra siempre ven arte nazarí y ahora tienen la oportunidad de reparar el Carlos V y analizarlo con lupa. «En cada relieve hay muchísimas figuras y tienen un nivel de detalle impresionante. Es un privilegio trabajar así», dicen los del andamio. En el suelo, la vida de la Alhambra bulle mientras se reparan los muros de este Palacio, que construyeron con respeto al entorno y que ahora es diseccionado y analizado a fondo para seguir sorprendiendo.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

ideal Radiografía de los muros del Palacio de Carlos V