Solidaridad en Granada
Zafarraya pide justicia para detener el desahucio de 'La Conchi' y 'Cantino': «Están destrozados»La familia de este matrimonio granadino dedicado a la ganadería reivindica la propiedad de su explotación tras varios años de pleitos contra una orden de desalojo basada en un presunto error catastral
Concepción Santana y Dionisio Ruiz viven por y para sus animales los 365 días del año. Este matrimonio de Zafarraya lleva desde 2003 dedicándose en cuerpo y alma a la ganadería. Su vida se limita a los más de 10.000 metros cuadrados que ocupa su explotación en el paraje natural de El Carrascal. De lunes a domingo y de siete de la mañana a once de la noche, 'La Conchi' y 'Cantino', sus apodos en el pueblo, se encargan del cuidado de su piara de cabras y ovejas. Un oficio que aprendieron de sus antepasados y que temen perder tras recibir una orden de desahucio contra la que han decidido protestar ante los tribunales.
'La Conchi' y 'Cantino' arrancaron su ocupación actual hace veinte años. De gestionar una conocida carnicería en la localidad de Zafarraya pasaron a colocarse al frente de toda una explotación ganadera. Dionisio arrendó unas tierras que pasaron a ser propias dos años más tarde al hacer efectiva su compra. Puso en práctica los conocimientos que aprendió de sus abuelos y, junto a su esposa Concepción, se dedicó al mantenimiento de cabras y ovejas, así como al aprovechamiento de sus materias primas. Una actividad llevada a cabo con normalidad hasta que un vecino del paraje reclamó la propiedad de la finca y exigió el desalojo inminente del matrimonio.
«En 2020 mis padres recibieron una orden de desahucio. El propietario de un terreno colindante a la explotación los denunció declarándose su legítimo dueño en base a los datos del catastro. Las escrituras de sus tierras incluían las de mis padres. Se trata de un error que ha aprovechado con sangre fría para quedarse con la finca», explica a IDEAL el hijo mayor de 'La Conchi' y 'Cantino', Dioni Santana. Según la versión familiar, este vecino compró su terreno en 2004, un año después de los comienzos en el sector ganadero del matrimonio. Como entonces el suelo rústico de Zafarraya estaba exento del pago de IBI, no fue hasta dieciséis años después cuando se descubrió el supuesto fallo en las escrituras a raíz del cambio en la normativa.
«A este vecino le llegó una factura que incluía el impuesto de su finca y el de la explotación. Acudió extrañado a mi padre y ambos coincidieron en que habría que dirigirse al catastro para pedir explicaciones. Mis padres lo conocían de hace mucho tiempo y jamás habían tenido problemas. Es más, colaboraban juntos en algunas labores del campo. Mi padre hasta le regalaba un choto todos los años para celebrar San Marcos. Confiaron en solucionarlo, pero se toparon con la nota de desahucio. Ahí se dieron cuenta de la clase de persona con la que habían estado conviviendo», añade Dioni.
'Cantino' recurrió a los tribunales para reclamar la propiedad de su finca ante la denuncia de su vecino. De momento, la Justicia no le ha sonreído. Tras tres años de pleitos, el ganadero ha perdido dos sentencias sobre su caso. Actualmente, se dispone a defender un recurso admitido por el Tribunal Supremo y ha presentado una demanda por la declaración de titularidad del terreno. Un proceso arduo que aún está lejos de solucionarse. «Mis padres están destrozados. Después de trabajar durante toda su vida con los animales, esta situación los tiene casi en depresión. Están cerca de perder todo lo que tienen. Han vivido por y para la explotación», aclara.
Zafarraya pide justicia
El conflicto de 'La Conchi' y 'Cantino' con su vecino se ha hecho público recientemente en el pueblo de Zafarraya. Una parte importante de responsabilidad la tiene el hijo mayor del matrimonio. Dioni ha creado en los últimos meses una página de Facebook para visibilizar el caso y fomentar el apoyo hacia sus padres. Titulada 'Justicia para La Conchi y Cantino', acumula más de dos mil seguidores y cuenta con cientos de interacciones. «Mis padres están sufriendo por un fallo que alguien cometió hace veinte años. Afortunadamente, los habitantes de la localidad están respondiendo muy positivamente. Los conocen de toda la vida y saben que son buenas personas y muy trabajadoras. Por eso están de su lado», comenta.
Pero el cariño va más allá de las redes sociales. El pasado sábado tuvo lugar una manifestación por las calles del municipio en las que se pidió justicia para la pareja de ganaderos. «Mis padres se han tirado muchos años con sus cabras y sus ovejas. La gente sabe de sobra que no han ocupado ningún terreno todos este tiempo. En Facebook todo el mundo puede encontrar documentos como el contrato de compraventa de la finca que firmó mi padre o el aviso de desahucio que recibió con una declaración llena de mentiras. Pedimos que se reconozca el fallo catastral, así como su legítima propiedad de la explotación», concluye Dioni.
La familia ha recogido ya más de 1.500 firmas de vecinos y gente de Zafarraya que exigen justicia para Concepción y Dionisio. También prepara una rueda de prensa para explicar con detalle lo ocurrido y presentar todo tipo de documentación de cara a defender la versión de los ganaderos. Un matrimonio que sólo quiere mantener su trabajo y continuar al cuidado de su piara de animales. Su hogar en mitad de la comarca de Alhama.
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