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Vistas de Montefrío y detalle del suelo, con litronas y tercios de cerveza. J. E. C.

Litronas con vistas de National Geographic

Crónicas de Graná ·

Montefrío tiene algunas de las vistas más bonitas del mundo, estropeadas con restos de plásticos, botellas, comida y otras basuras

Lunes, 8 de marzo 2021, 01:20

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Un grupo de amigas suben el camino de las Peñas, en Montefrío, intentando mantener la conversación. La cuesta es empinada y les falta el aire. «Pues sí que... es bonito... esto... ¿eh?», dice una de ellas. Deciden parar en una pequeña curva para disfrutar del paisaje, inmenso, con el pueblo a sus pies. Primero miran la torre del castillo, luego la iglesia de la Encarnación, con ese aire de Panteón de Agripa, y después dejan reposar la mirada en los pequeños detalles que esconde el horizonte: suelos y tejados montados unos sobre otros, fachadas blancas que parecen sacadas de un cuento de hadas, los olivos milenarios que tantas vidas habrán contado...

Mirador de las Peñas.

-¿Eso es una litrona? -pregunta una de las amigas, señalando justo bajo sus pies, en el bancal de abajo.

-¿Una? Yo diría que hay unas cuantas. Todo un botellón.

-Yo creo que hay botellones acumulados.

-Somos capaces de llegar a Marte, pero aquí seguimos siendo unos guarros.

Al llegar al mirador de las Peñas, las hermosas vistas están tan empañadas por la basura como en la subida. Hay plásticos, botellas, cartones de zumo, paquetes de tabaco... Desde allí se aprecia perfectamente el cuadrado amarillo que reina al otro lado de la colina, en el punto exacto donde National Geographic colocó una de las vistas más bonitas del mundo. «Esto es precioso -comenta una-. Pero la gente se podría cortar un poco».

«Esto es precioso. Pero la gente se podría cortar un poco»

Botellas junto al mirador de las Peñas.

En el centro del pueblo, una familia -padre, madre y dos niños-, entran en la iglesia de la Encarnación. Una mujer pide «un poco de silencio, por favor» a la docena de visitantes que habrá dentro. Después, se coloca en el centro de la nave, se baja la mascarilla, junta las palmas de las manos frente al pecho y empieza a cantar.

La iglesia de la Encarnación.
Imagen - La iglesia de la Encarnación.

-¿Qué hace esa señora, mamá? -pregunta uno de los niños a todo volumen.

-¡Shhh! -contestan los padres.

-¿Pero qué hace, papá? -insiste por otro lado.

-¡SHHH!

La melodía acompaña a los turistas mientras recorren la circunferencia, creando un ambiente que escapa, por un momento, de la realidad. La mujer termina de cantar, se recoloca la mascarilla y sale por la puerta. En las escaleras, al ver al niño que preguntaba, se acerca y le dice con cierta ternura «era un mantra». El niño, complacido con la explicación, se da la vuelta, busca a sus padres y les informa: «Era música para el frío», dice. «Una manta», añade.

Entrada y subida al castillo.
Imagen principal - Entrada y subida al castillo.
Imagen secundaria 1 - Entrada y subida al castillo.
Imagen secundaria 2 - Entrada y subida al castillo.

A las cuatro de la tarde, tres grupos distintos entran en el Castillo de Montefrío. El responsable les informa de que en breve comenzará la película, al fondo de la estancia. Dos jóvenes, chico y chica, se sientan muy juntos, con los dedos entrelazados. Ella se le acerca al oído y le susurra «cuánto tiempo sin venir al cine». Ambos ríen. Las escaleras de caracol suben a lo alto de la torre, desde donde uno puede imaginar siglos de historia en Montefrío. «Sí que tiene vistas el pueblo», resopla un hombre nada más alcanzar la cima. Desde allí también se ve el cuadrado amarillo de National Geographic, que parece una equis en el mapa del tesoro.

El mirador de National Geographic.

Antes del atardecer, dos moteros vestidos con chupa y pantalones gruesos aparcan sus vehículos en la ladera de la montaña para caminar hasta el rincón más famoso del pueblo. Los dos se asoman por el cuadrado amarillo y, con el brazo estirado, se hacen una divertida fotografía. Luego, apoyados en la barandilla, observan la belleza de Montefrío. «Vaya vistas, era verdad», dice él. «¿Eso del suelo son litronas?», pregunta ella.

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Crónicas de Graná: Litronas con vistas de National Geographic