Granada no marca las horas
Una vez más, grandes proyectos como el AVE, el Metro, la A-7 o el nuevo Hospital del PTS se atascan, se eternizan y no llegan a ver el final
Daniel Olivares
Lunes, 3 de agosto 2015, 00:29
En Granada, el último 'gong' nunca llega o se hace esperar muchos calendarios. Y lo peor es que la provincia afectada parece ya resignada a que cualquier gran proyecto de sus infraestructuras tarde una eternidad en ver cortar la cinta definitiva de su inauguración. El Centro García Lorca abrió sus puertas a finales de esta semana para mostrar que es un edificio moderno y funcional, pero nada más. En breve volverá a cerrarlas porque en su interior aún no hay nada. Es el penúltimo ejemplo de obras que van perdiendo hojas del almanaque mes a mes sin que la memoria logre alcanzar en qué momento se iniciaron. Para ello es necesario mirar en las hemerotecas, porque el cerebro humano hace años que asimiló la derrota del tiempo. El centro Lorca es un paradigma, pero ni siquiera ocupa el primer puesto en el ránking de proyectos cuyo reloj atrasa las horas y los días. En una hipotética clasificación, la A-7, que cruzará toda la Costa Tropical algún día, se lleva el primer premio, sin duda.
Septiembre, fecha límite
De los once tramos de la A-7 en la provincia de Granada tan solo queda uno para que esté completa, Carchuna-Castell de Ferro, que supondrá la finalización de este corredor mediterráneo. En total, son 1.440 kilómetros de longitud que se extienden desde Cádiz hasta la frontera con Francia. Los únicos diez kilómetros que siguen en obras son los que faltan para unir por completo la Costa granadina con la almeriense. El secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda, Julio Gómez Pomar, garantizó en marzo -durante la inauguración del tramo La Gorgoracha-Motril, el que por fin conectaba la A-44 con la A-7 por su pata oriental-, que Carchuna-Castell estará terminado «alrededor del mes de septiembre».
Este último tramo empezó a construirse en 2005, ahí es nada. Curiosamente, su puesta en funcionamiento cerrará el anillo perimetral del mapa de autovías de España que culminará la gran vuelta al país ciñéndose a la costa, en paralelo a la frontera portuguesa o por la ruta subpirenaica del Ebro, una especie de inmensa circunvalación periférica de la 'piel de toro'.
Con ello, el actual Gobierno habrá invertido 778 millones e inaugurado aproximadamente 47 kilómetros de A-7 a lo largo de esta legislatura en la que, por ahora, se han abierto cinco tramos y queda el sexto que está programado para después del verano. Quedan, por tanto, un máximo de dos meses para que el Gobierno cumpla su última promesa y una carretera que ya empezó a proyectar hace dos décadas, deja atrás su capítulo de atrasos.
Una década de AVE
Las obras de AVE en la provincia de Granada comenzaron oficialmente en 2007, en el tramo Valderrubio-Pinos Puente, el primero que se adjudicó. Pero los trámites de esta línea de 125 kilómetros arrancaron en 1999, cuando el Gobierno central afirmó que la conexión AVE a Granada tenía asegurada su financiación. En 2001 se sometió a información pública el proyecto de tren rápido hasta la capital granadina. Tras ocho años de obras y muchos escollos en el camino, Adif aprobó en enero pasado la adecuación a la Alta Velocidad de 27 kilómetros de la línea convencional Bobadilla-Granada, que se conectará a los tramos de nueva plataforma ya ejecutados o en construcción.
Este tramo y los 2,5 kilómetros de entrada a la capital no serán obra nueva, sino una adaptación sobre las vías ya existentes. El importe del contrato era de 23,8 millones de euros y el plazo de ejecución de nueve meses. Las obras sufrieron una demora de un mes después de que las empresas adjudicatarias cumplieran todos los trámites. Empezaron a principios de abril y entonces se preveía que la adaptación de la vía estuviese culminada en el mes de noviembre -diciembre como tope- si no había ningún contratiempo en la ejecución.
La ministra Ana Pastor se comprometió el pasado mes de diciembre a que el AVE entraría en funcionamiento antes de que acabe el presente 2015. Todo ello, si no surgían los temidos contratiempos. Lo cierto es que ha ocurrido y que las obras se han demorado y luego paralizado por dos motivos. Primero, porque la Junta de Andalucía exigió un nuevo informe medioambiental, y después, porque las dos empresas que componen la UTE que trabaja en los 2,5 kilómetros de integración del AVE en Granada, como desveló IDEAL, han solicitado un modificado del proyecto, es decir, más presupuesto para seguir adelante. Esto se debe, según algunas fuentes, a que pujaron a la baja y han comprobado que los 12,5 millones en que se presupuestó esta parte del AVE no serán suficientes.
De momento, Adif está negociando y todavía se desconoce que sucederá, si Comsa y Martín Casillas, las adjudicatarias, obtienen lo que piden del Ministerio de Fomento o si, finalmente, el Gobierno central se ve obligado retirarles el proyecto y licitar de nuevo las obras. Todo esto ha retrasado un mes los trabajos, justo el tiempo que ha pasado desde que la UTE retiró las máquinas y a sus empleados de la estación de ferrocarril y del tramo de Bobadilla. El horizonte del primer semestre de 2016 se abre en el libro de ruta del AVE a Granada.
Un metro más allá
El último gran proyecto del que se ha conocido un nuevo retraso en su finalización y puesta en funcionamiento es el del Metropolitano de Granada. De soslayo, esta misma semana, el consejero de Fomento y Vivienda, Felipe López, dio a conocer el octavo plazo de conclusión de la historia de esta infraestructura que unirá Maracena, Albolote, Granada y Armilla. Su estreno se demorará entre seis y nueve meses más. Ahora será a finales de 2016, con la salvedad de que se hará de forma integral en toda la línea y no ya por tramos, que es lo anterior que había anunciado la administración.
Entonces, el pasado 27 de noviembre, la Consejería de Fomento, en manos de IU como socio del PSOE en el Gobierno andaluz, culpó al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) del penúltimo retraso en la puesta en servicio porque había demorado «dos años» la autorización para iniciar las obras en sus dominios de la estación de tren de la avenida de Andaluces. Fue el delegado del ramo en aquel momento Manuel Morales (IU) quien ofreció aquella fecha.
El anuncio de Felipe López traslada la fecha de puesta en marcha al último cuatrimestre de 2016. El consejero de Fomento restó importancia al aplazamiento y señaló que el hecho de que «haya tres o cuatro meses (de diferencia) respecto a las previsiones es una anécdota con respecto a lo sustantivo». Detrás del nuevo aplazamiento se esconde un cambio de modelo en la concepción de explotación de futuro transporte. Los trámites para que siga un modelo público y no de concesión alargarán aún más la inauguración de un metro que arrancó sus obras en 2007, casi paralelo a las obras del AVE y una década después de que fuese presentado en sociedad como un futuro medio de transporte.
Rules, sin canalizar
Cerca de 25 años han pasado desde que la magna obra de la presa de Rules inició sus trámites para elevarse a la alturas sobre el cauce del río Guadalfeo a escasos cuatro kilómetros de Vélez de Benaudalla. En 1993 empezó a crecer y no fue hasta once años más tarde, en 2004 cuando quedó terminada por completo y empezó a embalsar agua del propio Guadalfeo y su afluente, el río Ízbor. Desde entonces, otros once años después, Granada, pero sobre todo la Costa Tropical, esperan como agua de mayo las conducciones de Rules. Gobierno central y Junta de Andalucía se acusan mutuamente de no haber afrontado las conducciones que den sentido a la presa y permitan llevar agua para los regadíos de localidades como Almuñécar o las de la comarca de Río Verde (Otívar, Jete y Lentegí), cuyos agricultores son los que está reclamando el agua con más insistencia.
Algunos estudios indican que el impacto de llevar el agua de Rules hasta las plantaciones de subtropicales de la cuenca de los río Verde y Seco y otros pueblos como Molvízar o Ítrabo supondría la creación de 5.000 puestos de empleo directos e indirectos en la agricultura y rebajar el coste del metro cúbico de 0,5 a 0,07 euros. El presupuesto estimado de la obra desde Molvízar hasta La Herradura es de 29 millones de euros y afecta a 47 comunidades de regantes. La ejecución de este proyecto está previsto en dos fases: una para el tramo Molvízar-Río Seco, que afecta a 42 comunidades de regantes; y otra entre Río Seco y el Cerval, en La Herradura, que afecta a cinco comunidades. Pero, como todo en Granada, parece que el reloj también se ha parado en Rules y lleva una década de retraso.
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