El pinchazo que acabó con la era de los vuelos supersónicos
Aquel verano de 2000 ·
El fatídico 25 de julio de 2000 tuvo lugar el primer y el último accidente del único avión supersónico que cubrió rutas comerciales regulares con pasajerosAmanda Martínez
Granada
Lunes, 27 de julio 2020, 00:18
El fatídico 25 de julio de 2000 tuvo lugar el primer y el último accidente del único avión supersónico que cubrió rutas comerciales regulares con pasajeros. Sus cien viajeros, la mayoría turistas alemanes, nueve tripulantes y cuatro personas en tierra, fallecieron en una explosión provocada tras pisar una de sus ruedas una pieza de unos 40 centímetros que había perdido al iniciar la maniobra de despegue. El avión levantó el vuelo herido de muerte y se estrelló en Gonesse, a 16 kilómetros de París.
El Concorde realizó su primer vuelo en 1969 pero no entró en servicio hasta el 76 con las rutas de Londres a Bahrein y de París a Río de Janeiro con escala en Dakar (Senegal). Considerado un icono de la aviación, sus alas surcaron los cielos durante 27 años. Viajó a Nueva York, Dallas, Río de Janeiro o Bahrein. En mayo de 1992 La General fletó uno de sus aviones y el Concorde aterrizó en el aeropuerto de Granada para trasladar a cien de sus clientes a París.
El avión representó un hito por la increíble reducción del tiempo del vuelo. Las 7 u 8 horas que se empleaban en cubrir el trayecto entre Nueva York y Londres, el Concorde las recorría en 3 horas y media. Precisamente, esta ruta ostenta el récord de la más rápida ejecutada por este aparato: 2 horas, 52 minutos y 59 segundos. Su pasaje, rondaba las a 1.000 libras en los 80 y el menú incluía champagne y caviar.
El Concorde nunca fue rentable. Los atentados del 11-S bajaron la demanda de pasajes. El 24 de octubre de 2003 voló por última vez.
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