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El 8 de mayo de 1995 se inauguró en Granada el Parque de las Ciencias. El primero de Andalucía, subrayaban las crónicas del día. Un total de 4.000 metros para descubrir el mundo y vivir la ciencia de cerca, casi desde dentro, a través del juego y la experimentación. Los políticos presentes en aquel parto feliz le auguraban un futuro brillante como referente cultural, herramienta educativa para los niños y adolescentes andaluces y generador de riqueza a través del turismo.
Vista general de Parque de las Ciencias de Granada, con el Observatorio en primer plano.
Obras de la torre.
Vista del parque.
Vista del parque.
AUX STEP FOR JS
Treinta años después –y contra lo que suele ser habitual– se puede decir que las expectativas se quedaron cortas. Los 200 escolares que aquel día llenaron las salas de aquel modesto museo ya han cumplido los 40 años y muchos de ellos tienen hijos que a su vez ya han estado en el Parque de las Ciencias: porque todos los niños de Granada, tarde o temprano, acaban descubriendo esta ventana al conocimiento.
Sería injusto no recordar que aquella inauguración con pompa y boato fue la culminación de años de trabajo y la superación de muchos obstáculos. El entonces consejero Manuel Pezzi apuntaba a la afortunada casualidad que había permitido al Ayuntamiento 'reciclar' una fallida inversión de 800 millones de pesetas de la Junta de Andalucía en un puente que no vio la luz para desempolvar el proyecto de un puñado de jóvenes entusiastas de la educación ambiental y científica.
Superficie El museo se inauguró en 1995 con una superficie de 4.000 metros cuadrados y hoy tiene 70.000.
Trabajadores El equipo inicial de ocho personas es hoy una plantilla de 60 más las 200 de las empresas auxiliares.
Instituciones Todas las administraciones participan en la gestión del museo.
Aquel grupo encabezado por Ernesto Páramo –que se convertiría en director del Parque durante 20 años– se había dado una vuelta por algunos de los más modernos museos de ciencia de Europa a finales de los ochenta y había regresado con una obsesión: montar algo parecido en Granada y llevar el lema 'Prohibido no tocar' hasta las últimas consecuencias. Tardaron aún varios años en convencer a las instituciones y encontrar en el borde de la ciudad un solar municipal baldío en el que hacer realidad su sueño.
Aquella semilla comenzó a crecer y hoy es un árbol maduro rebosante de frutos. Los 1.200 millones de pesetas (7,2 millones de euros) que costó la construcción del equipamiento son menos que el presupuesto actual de un solo año: 10,5 millones previstos para 2025. Los 128.000 visitantes que el museo cosechó en su primer año de funcionamiento aumentaron hasta los 954.129 del año pasado, con récord histórico, gracias a un espectacular desarrollo físico: aquellos primeros 4.000 metros cuadrados del edificio original –Péndulo–, rodeados de una superficie de 18.000 al aire libre pendiente de llenar de contenido en 1995 han ido creciendo orgánicamente, fase a fase, miembro a miembro, hasta sumar los actuales 70.000 metros cuadrados.
Imagen de satélite del Parque de las Ciencias. En ella se ve el edificios Péndulo y la Torre.
Se observa en comienzo de las obras de los edificios de la cuarta fase.
En esta imagen se observa el edificio del Biodomo en obras.
En la actualidad.
AUX STEP FOR JS
El modesto museo municipal que abrieron ocho trabajadores se ha convertido en un proyecto estratégico con una plantilla de 60 profesionales y más de 200 en empresas auxiliares, respaldado por las principales administraciones e instituciones científicas de la ciudad: la Junta de Andalucía –cinco consejerías ostentan la mayoría y la presidencia en el consorcio que lo gestiona–, el Ayuntamiento de Granada, la Diputación, la Universidad y el CSIC. El Parque que nació siguiendo la estela de los primeros museos modernos europeos tiene actualmente un papel destacado entre las instituciones de divulgación españolas y europeas.
Las cifras
visitantes cosechó el Parque en su primer año
visitas se registraron el año pasado, récord histórico. A lo largo de 30 años son 15 millones de visitas acumuladas
A aquel pabellón original que albergaba las salas Biosfera, Eureka y Explora, el Planetario, el vestíbulo con el icónico Péndulo de Foucault –allí sigue, oscilando– y el Observatorio astronómico se han ido sumando con los años nuevos 'hermanos': el edificio Macroscopio con sus exposiciones permanentes Viaje al Cuerpo Humano y Cultura de la Prevención, los pabellones de exposiciones temporales –ahora mismo con nueve exhibiciones, entre ellas Cazadores de Dragones y Al Andalus y la Ciencia–, el Biodomo, los módulos y jardines exteriores o la galería cultural. Cada año decenas de exposiciones, conferencias, talleres, proyecciones, congresos o campamentos escolares como el Verano con Ciencia expanden conocimiento desde estas modernas instalaciones.
Quince millones de razones justifican aquellos inicios. Lo que no se puede cuantificar es el número de vocaciones científicas, el volumen de curiosidad, la cantidad de sorpresa que ha despertado el Parque de las Ciencias de Granada en estos 30 años.
Créditos
Texto Inés Gallastegui Granada
Formato Carlos J. Valdemoros Granada
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Zigor Aldama y Gonzalo de las Heras (gráficos)
Antonio Paniagua y Sara I. Belled
Javier Morales | Granada y Carlos Valdemoros | Granada
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