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La paciente Silvia Anaya, en el centro, con la doctora María Mata y el jefe de servicio de Otorrinolaringología del Virgen de las Nieves, Juan Ignacio Santaella. Ariel C. Rojas
«Ahora oigo sonidos que no sabía que existían»

«Ahora oigo sonidos que no sabía que existían»

Silvia perdió un 70% de audición a los 40 y quedó en manos del Virgen de las Nieves, donde la operaron con una técnica novedosa que emplea una cámara para evitar cualquier incisión

Domingo, 9 de febrero 2025, 23:53

Descubrir sonidos por primera vez puede ser emocionante, pero también raro, especialmente siendo adulto, y más habiendo oído alguna vez. Son «sentimientos encontrados», aunque recuperar esa capacidad ya supone una «satisfacción total». Así lo siente, al menos, Silvia Anaya, malagueña asentada en Granada que, cumplidos los 40 años, perdió en torno al 70% de audición en sendos oídos. Acudió entonces al Virgen de las Nieves, donde el equipo de Otorrinolaringología se ocupó de ella. Le realizaron una cirugía endoscópica. Se emplea una cámara y no requiere incisiones. Es una técnica novedosa y este hospital granadino, uno de los referentes en su aplicación en España, sobre todo, en el sur.

Silvia empezó a perder oído antes de la pandemia de coronavirus. Por aquel entonces, trabajaba en la Alhambra y en los espacios abiertos no oía y no respondía. «Era un agobio porque parecía que estaba alelada todo el tiempo», comparte con IDEAL. En el servicio de Otorrinolaringología del Virgen de las Nieves, comprobaron que en un oído tenía más pérdida que en el otro. La suya es una patología hereditaria –su hermana fue la primera que se operó– y se llama otoesclerosis. Esto ocurre cuando el estribo, que es el hueso más pequeño del oído medio, se calcifica hasta tal punto que deja de vibrar y, por lo tanto, de transmitir el sonido.

La doctora María Mara y el jefe de servicio Juan Ignacio Santaella hacen una demostración con un molde. Ariel C. Rojas

«Este tipo de afección es habitual en embarazadas. Está demostrado que los cambios hormonales como la gestación o la toma de anticonceptivos pueden acelerar el proceso», explica la facultativa de la unidad de Otología María Mata, que fue quien operó a Silvia. Le propuso como solución una cirugía endoscópica de oído, técnica que desde su primera aplicación en en eset hospital granadino en 2018 acumula más de cien pacientes. «Es una operación transcanal, se lleva a cabo a través del conducto auditivo externo. Es minímamente invasiva. No es necesario levantar la oreja y no queda cicatriz a la vista», comenta.

A día de hoy, esta intervención es un complemento a la técnica tradicional, que se lleva a cabo con un microscopio. A través del conducto, se introducen una cámara y el instrumental y mediante una pantalla, el cirujano de turno puede observar la zona a operar. Según el jefe de servicio de Otorrinolaringología, Juan Ignacio Santaella, «permite dar mejor visión en áreas que con el microscopio no se aprecian, siendo más preciso y reduciendo las complicaciones». Una vez fuera el estribo dañado, en su lugar se coloca una prótesis de titanio –en la mayoría de los casos– de tres milímetros de largura para devolver la audición. Así, también se pueden reparar perforaciones en el tímpano y tumores como colesteatomas, entre otros.

Como si nada

Silvia Anaya no pudo resistirse. No es aprensiva y no dudó en buscar la operación en internet para hacerse «una idea». Se lanzó sin dudarlo. «No me sorprendió porque hoy hay tantos avances médicos... pero es verdad que es una pasada que te operen así», admite. El 13 de marzo de 2023, con anestesia general, la intervinieron del oído izquierdo. «Fue como si no me hubiesen hecho nada. Los primeros días iba por la calle y empecé a escuchar», recuerda. Aún quedaba pendiente el otro oído, el derecho. De primeras, «no estaba tan mal», pero a medida que avanzaban las revisiones la pérdida era mayor.

La doctora María Mata comprueba el estado del oído de Silvia Anaya, la paciente. Ariel C. Rojas

Los expertos recomiendan que pase un año como mínimo entre una operación de oído y otra. Pero en cuanto se pudo, su especialista en Otología, que seguía siendo María Mata, pidió fecha para la segunda cirugía endoscópica de Silvia: el 9 de enero de 2025, hace menos de un mes. «Tenía ya una pérdida de audición del 70% o el 80%. Llegó un momento en el que mis niños me hablaban y yo no contestaba. Me decían todo el rato: ¡Mamá, estás sorda! Me sentía ajena al mundo», cuenta la paciente.

En las dos ocasiones, le colocaron un algodón para taponar y fueron alrededor de ocho horas en el hospital. Entró a quirófano a las diez de la mañana y sobre las seis de la tarde ya estaba de camino a su casa. Más allá del reposo y de evitar la entrada de agua y los cambios de prisión, este tipo de cirugía no requiere curas. Eso sí, trae consigo un cúmulo de sensaciones nuevas. «Cuando por fin pude oír bien por los dos oídos me sentí como cuando me quito las gafas. No sabía que podía oír así de bien hasta que pude hacerlo», dice.

Silvia Anaya continúa el seguimiento con el equipo de profesionales del hospital Virgen de las Nieves. Ariel C. Rojas

«La televisión siempre la tenía muy alta, a un volumen que molesta, y empecé a bajarla. También me sorprendió un ruido que venía de la planta de arriba de casa. Eran las tuberías mientras mi niña se estaba duchando. No lo reconocí porque nunca lo había podido escuchar», expresa.. En la aparente simpleza de lo cotidiano, Silvia encontró un mundo que poco tenía que ver  –o sonar– con el que hasta ese momento había conocido. «Ahora oigo sonidos que no sabía que existían».

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