Motores para la recuperación de Granada
La provincia ha perdido mucho en este recién enterrado 2020, pero tiene talento y músculo para remontar
IDEAL
Granada
Sábado, 2 de enero 2021
Persianas echadas, calles vacías y carreteras silenciosas. Borrar los peores recuerdos de 2020 no será fácil, sobre todo, para los negocios que no han podido seguir con su actividad durante los periodos de confinamiento y restricciones impuestas por las administraciones para tratar de frenar la expansión de la pandemia de la Covid-19. La vacuna trae la esperanza en 2021 pero no hay fórmulas mágicas para los que se han visto obligados a pedir un ERTE para salvar el empleo en el mejor de los casos o los que, en el peor, han llegado al límite de su resistencia y al cierre. El desplome de ingresos por la caída de la actividad y las limitaciones de la segunda ola, más dura en Granada que en el resto de Andalucía, han puesto contra las cuerdas a empresas que eran perfectamente viables y estaban saneadas en marzo y que, ahora, no podrán salir adelante sin ayudas públicas. Sectores tradicionales como el comercio, la hostelería o el turismo se enfrentan a auténticas reconversiones y muchos negocios se van a quedar en el camino. Pero a la vez, de esta crisis surgen nuevas oportunidades para otros sectores y perspectivas optimistas para los que, aún en nichos de negocio tradicionales, han entendido las nuevas tendencias de consumo surgidas tras la pandemia y han abrazado la digitalización o implementado procesos innovadores. El futuro está por escribir y esta provincia tiene talento y oportunidades para pintarlo en color.
En estas páginas hemos intentado recopilar esos brotes verdes, sectores que están dispuestos a crecer y oportunidades a las que Granada tiene que agarrarse con fuerza. También hemos buscado a expertos que puedan mirar con perspectiva para señalar cuáles son esos trenes de progreso.
Inversión pública
El potencial para la reactivación de Granada existe pero, ahora más que nunca, las administraciones y el tejido privado se enfrentan al desafío de tomar las decisiones correctas para aprovecharlo. Para sacar el máximo partido, por ejemplo, de los fondos para la recuperación de la Covid-19 que llegarán de Europa y que tienen que emplearse en mejorar la capacidad productiva de Granada e impulsar las eternas asignaturas pendientes.
La fijación de la población al territorio en las zonas rurales es uno de esos grandes retos que exigen políticas públicas bien encaminadas.
La industria del conocimiento, el sector agroalimentario granadino que está batiendo récords de exportaciones en plena crisis o la investigación biomédica con el Parque Tecnológico de la Salud como referente son brotes verdes que pueden asentar la recuperación.
La ciencia es la gran esperanza de Granada y la instalación del acelerador de partículas del proyecto IFMIF-DONES un proyecto vital no sólo para la reconstrucción económica de la provincia sino de España.
Esta infraestructura científica que pondrá a Granada en el mapa de la fusión nuclear es la oportunidad de oro para revolucionar la industria y atraer inversión y talento vinculados con la I+D+i.
Economía | Por Mercedes Navarrete
El reto de avanzar hacia una Granada más digital y que genere más valor
La llegada de la vacuna supone un freno para la expansión del virus y para la incertidumbre sobre la evolución de la pandemia. El factor esencial que esperaba la economía. Pero la salida de esta crisis de la Covid-19 dependerá de cómo se combinen muchos más factores. Cómo se utilice la inversión europea a través del proyecto Next Generation EU, la revisión de instrumentos como el ICO o los ERTE determinarán también cómo será la recuperación.
«Sin lugar a dudas, las oportunidades para Granada van a venir desde la innovación, el conocimiento y la generación de valor. Más que nunca, dependemos de nuestro talento para conquistar el futuro». Las declaraciones son del economista granadino Ignacio García Pérez, catedrático de Análisis Económico, prestigioso investigador y, desde finales del pasado año, rector de la Universidad Internacional de Andalucía. Una voz autorizada a la que IDEAL ha recurrido para buscar claves sobre dónde van a estar las oportunidades para la economía de la provincia en este 2021.
García no es optimista con respecto a la recuperación en el primer semestre, en el que cree que se materializará una importante destrucción de empleo, por la desaceleración que ha supuesto la segunda ola y la finalización de procesos de ERTE en empresas que ya tienen comprometida su viabilidad. Sin embargo, sí cree que en el segundo semestre «la economía podría remontar con fuerza» si Granada se adapta a las nuevas demandas que han acelerado la pandemia, como la digitalización de las empresas.
A nadie se le escapa que la provincia, por su dependencia del turismo, tendrá más difícil la recuperación frente a otras con más peso del sector industrial o de servicios de atención personal. «Seguramente, veremos en los próximos meses cierres y reconversiones. Pero también lo contrario. Aparecerán nuevas empresas en el sector que han entendido las nuevas tendencias: mayor digitalización, una atención más personalizada, de mayor valor añadido… Si todo esto antes de la pandemia era un desafío a corto plazo, ahora es una urgencia inmediata», advierte.
Granada no puede seguir haciendo lo mismo en materia turística después de una crisis que lo ha cambiado todo. «Los nuevos clientes ya no buscan solo sol y playa, o una buena comida. Quieren más, un plus de atención personalizada, una integración de servicios. Granada puede ofrecer un magnífico mix de servicios relacionados con la salud, el medio ambiente, la gastronomía o el turismo acuático», resume.
De otro lado, existen oportunidades que es imprescindible aprovechar en industrias auxiliares del sector agroindustrial o en investigación biomédica. «Tenemos una universidad, la UGR, que está entre las 300 mejores del mundo. Un clúster sanitario, a través del PTS, que conecta con todo el potencial andaluz. En definitiva, tenemos músculo para volver a levantarnos tras esta pandemia», asegura convencido.
Otro brote verde al que la economía provincial fía su recuperación es la construcción del acelerador IFMIF Dones que haría que Granada esté en el ADN de una tecnología revolucionaria: la obtención de energía por fusión nuclear. «Y no solo eso. Hablamos de 1.945 millones de euros de producción para la provincia y la generación de cerca de 350 empleos de media al año, durante la vida de esta infraestructura científica», recuerda. Para el experto hay potencial tanto en los nuevos nichos de mercado como en los tradicionales si logran generar ese valor añadido. «Todo depende de si somos capaces de tomar las decisiones correctas. Por ejemplo, de si las administraciones emplean los fondos donde de verdad se necesitan, para cambiar la capacidad productiva de esta tierra. ¿Dónde hay que invertir? No solo, pero, sin duda, en educación. Necesitamos más jóvenes con formación profesional de grado medio y superior. También reciclar a muchos para que salten a otras ocupaciones y sectores. Las personas, su talento y capacidad, son las que tienen la llave para abrir nuevas oportunidades», concluye.
Fondos Europeos | Por Laura Ubago
En busca del respaldo de Europa para sacar adelante los grandes proyectos
Granada no piensa perder el tren de los fondos europeos que se han librado para la reconstrucción tras el desastre de la crisis de la Covid. Precisamente sobre ferrocarriles van encaminadas algunas de sus peticiones, que primero tendrán que pasar el filtro del Gobierno central, que será el que finalmente decida cuáles son las necesidades prioritarias que debe atender Europa.
La Junta de Andalucía es la que ha presentado al Gobierno un total de 151 proyectos que requieren de una inversión global de 35.480 millones de euros para que sean financiados con estos fondos. Desde la vicepresidencia de Juan Marín han entendido que no procedía la provincialización de estos datos y no han hecho público qué han pedido para Granada.
Desde la Consejería de Fomento, que dirige la granadina Marifrán Carazo, sí se han ido conociendo algunos de estos grandes proyectos con los que Granada quiere salir de la mala situación económica que ha dejado el coronavirus. La consejera aprovechó la presencia del ministro José Luis Ábalos en la inauguración de la Segunda Circunvalación para exponerle las iniciativas esenciales para la provincia granadina.
En la que más han insistido desde Fomento es en la construcción de la ampliación del metro de Granada por el norte y el sur. De hecho, con un estudio previo adjudicándose, la consejería sacó a concurso la redacción de los proyectos constructivos para determinar por dónde crecerá el Metropolitano y que se puedan financiar las obras con estos fondos europeos destinados a la recuperación y enfocados, según aclaró la propia consejera de Fomento, a mejorar la movilidad, entre otros objetivos. Granada quiere aprovechar también para comprar un par de trenes más y así no sufrir carencias si alguno se estropea.
De ferrocarriles quiere financiar dos proyectos con este salvavidas europeo y por eso la Junta ha presentado dos peticiones granadinas: el Corredor Mediterráneo a su paso por Granada (su unión con Almería y Antequera), y la conexión ferroviaria del puerto de Motril con la capital granadina.
Otro proyecto que desde la Consejería de Fomento entienden esencial para el desarrollo de la provincia es el corredor verde de Granada que conlleva mejoras en el desarrollo y gestión del transporte sostenible en la áreas metropolitanas: VAU 09, VAU 05 y el cierre del anillo de circunvalación.
Finalmente desde la Junta también han presentado al Gobierno Central el proyecto del teleférico con Sierra Nevada, una demanda histórica de Granada que podría salir adelante con el impulso de Europa si finalmente llega hasta allí entre las propuestas seleccionadas.
También las diputaciones han tenido la opción de presentar sus propuestas. Estos proyectos los recogerá la Federación Andaluza de Municipios y Provincias y serán en total 2.168 propuestas que tendrán una inversión de 52.079 millones de euros.
En la hoja de ruta de la Diputación granadina están la lucha contra la despoblación, la mejora de plantas de tratamiento de residuos y también proyectos relacionados con la movilidad.
El ente granadino quiere, con estas ayudas europeas, apostar por energías renovables en edificios e instalaciones municipales; implantar servicios basados en el concepto de territorios inteligentes o mejorar los polígonos industriales, apoyar a las empresas y desarrollar planes de sostenibilidad en destinos turísticos. Además quieren fomentar la inclusión y cohesión social en el medio rural y revalorizar el patrimonio de la provincia.
Para Granada, Europa jugará un papel importante gracias a estas ayudas llamadas 'Next Generation' con las que esperan que llegue la recuperación económica y se puedan desarrollar proyectos que mejoren la movilidad y que hagan evolucionar a la provincia y regenerar, por supuesto, su maltrecha economía.
Sociedad | Por Javier Morales
La despoblación echa el freno gracias al coronavirus
Sucedió en la segunda semana de marzo. Granada –como todo el país, como el mundo entero– se vio inmersa en una alerta sanitaria sin precedentes, y en su consecuente crisis económica. Los efectos de una y otra se pueden medir en vidas perdidas y puestos de trabajo destruidos. Hasta el pasado día 28 habían fallecido 1.032 granadinos a causa del coronavirus y la lista del paro en la provincia había crecido en 17.200 desempleados. Bastan estos dos datos, números fríos, para apuntalar una percepción de tragedia social que se ve acentuada si se atiende a lo intangible, a lo subjetivo: al dolor por las pérdidas, la desesperación de los sanitarios, al hartazgo del sector de la hostelería, la impaciencia de los trabajadores en ERTE, al miedo a los ERE, la confusión entre escolares y universitarios, al aislamiento de los ancianos en las residencias...
Es tanto lo perdido que se hace difícil buscar lo ganado en estos meses. Pero lo hay. Más allá de los gestos –los aplausos al personal esencial, las cadenas solidarias de ayuda, la cesión de hoteles a sanitarios–, también hay hechos objetivos que avalan eso de que 'de esta saldremos más fuertes'. Por ejemplo, el frenazo a la despoblación en algunos municipios.
«En líneas generales podemos decir que la pandemia ha mejorado la percepción social de nuestros pueblos, del medio rural y de los productos de proximidad, que la población empieza a asociar a salud». Son palabras de la diputada provincial de Empleo y Desarrollo Sostenible, Ana Muñoz, que constata que en algunos pueblos pequeños se ha producido un «incremento de empadronamientos porque la vida rural ha comenzado a tener un atractivo que antes no tenía y porque en la primera ola de la pandemia y durante el confinamiento la incidencia de la Covid-19 en los pueblos fue inferior a la de las zonas urbanas».
Es pronto para plasmar en números este aumento de la población, pero la Diputación de Granada tiene constancia de que municipios como Galera, Huéscar, localidades del norte de la provincia, algunos núcleos del Cinturón y de la Costa Tropical han visto crecer su padrón. El teletrabajo, que se ha extendido entre empresas y administraciones, ha posibilitado el regreso a casa –al hogar de siempre, lejos del bullicio– de cientos de granadinos.
El efecto se deja notar en municipios como Lecrín. La población de esta localidad empezó a disminuir en 2012, una caída que se prolongó hasta 2017, cuando empezó a repuntar levemente el número de habitantes. 2020 ha supuesto otro 'empujón'. Allí, a finales de 2019 había 2.214 empadronados. A 30 de diciembre de 2020 eran 2.251. Hay otro dato interesante en el padrón de Lecrín:en un año, la media de edad de los vecinos ha caído de los 48 a los 47 años, rompiendo la tendencia al envejecimiento que se suele dar en los municipios pequeños.
Colegios rurales
Los pueblos recuperan algo de movimiento y, con él, prorrogan su supervivencia. Esto se deja notar en los colegios rurales. En Pedro Martínez, en elValle de Lecrín, en Jérez del Marquesado, Ventas de Huelma, Otívar, Jete y Lentegí, han visto aumentar el número de alumnos matriculados para este curso, gracias a la vuelta de familias que habían apostado por la capital, el Cinturón, o se habían tenido que desplazar a otras provincias.
En este sentido, el coronavirus ha sido un aliado contra un cambio demográfico, la despoblación, que amenaza con destruir la Granada rural. Dos de cada tres municipios granadinos habían perdido habitantes a principios de 2020, con respecto al año anterior. El 82% de la población se concentra en un tercio del territorio de la provincia.
Con estos datos sobre la mesa, en febrero hubo una cumbre contra la despoblación en los municipios con menos de 5.000 empadronados.La Diputación ha emprendido acciones para fijar a los habitantes a su territorio natal: instalación de 37 cajeros, formación en banca electrónica, impulso a la apertura de tiendas y bares, ayudas al empleo y la industria, contratación de jóvenes, iniciativas de emprendimiento...
Y pretende buscar soluciones para poner fin a la brecha digital. «Durante el confinamiento hemos visto cómo muchos de nuestros pueblos tenían graves dificultades para que la gente pudiera teletrabajar en condiciones ópticas», explica Muñoz. El presidente de la Diputación, José Entrena, ya ha mantenido reuniones con los responsables estatales en materia de telecomunicaciones, con el objetivo de «agilizar todo lo posible» las autorizaciones para instalar la banda ancha.
Inversión pública
Menos optimista es Antonio Campos, miembro de la Asociación para el Desarrollo Rural de Andalucía y presidente de la Asociación lojeña de Comercio e Industria (ALCI). «La pandemia no nos ha traído nada positivo, no soy optimista. Es todo negativo, pero es cierto que hay gente que ha mirado a los pueblos como opción para vivir». Asegura que en el entorno de Loja, estos casos son «testimoniales» y pone un ejemplo:que en un pueblo de más de 500 habitantes lleguen a vivir dos familias «no es significativo, sino anecdótico».
Anticipa que, sin infraestructuras, trabajos, buenos centros sanitarios y mejores comunicaciones, los pueblos seguirán en declive.En definitiva, que sin inversión pública en políticas para fijar la población al territorio, el 'efecto Covid' no habrá servido de nada.
Otro 'brote verde' del coronavirus es el reencuentro de los ciudadanos con la naturaleza. Cuando se permitieron las primeras salidas tras el periodo más duro de confinamiento en marzo y abril, Granada se tiró a los senderos. Redescubrió su Vega, el Valle del Darro, el cerro de San Miguel, los ríos, la montaña... «La Covid ha hecho más consciente a la gente de su relación con el territorio», señala Juan Raya, portavoz de la plataforma 'Salvemos la Vega'.
Ve lejos la posibilidad de que la pandemia sea un gran revulsivo para la conservación y mejora de nuestros campos, los que hicieron deGranada –décadas atrás– un entorno paradisíaco. Pero considera que puede ser una oportunidad, si los políticos y ciudadanos toman nota, para iniciar una transición hacia la recuperación de los paisajes –con el consecuente efecto positivo, por ejemplo, sobre la calidad del aire– y el consumo de alimentos de la despensa más cercana, nuestra Vega. «Se va a valorar la proximidad», vaticina.
Medio ambiente
En el ámbito medioambiental, Granada se subió al carro de ciudades como Barcelona o París, y aprovechó el parón de empresas, centros educativos y Universidad para implantar la red de carriles reservados temporales. Son 60 kilómetros que pretenden facilitar el tránsito del transporte público, las bicicletas, los patinetes y las motos. Una apuesta, como manifestó el concejal de Movilidad, César Díaz, necesaria para la tercera ciudad más contaminada de España.
En la misma línea, el confinamiento nos hizo reciclar más. Durante el primer estado de alarma, en la provincia creció un 5,5% la recogida de envases de plástico, latas y bricks en el contenedor amarillo. También el papel registró una subida, más moderada, del 1%. Estos datos no tienen en cuenta a la capital, donde el aumento de basura depositada en los contenedores de reciclaje ascendió al 13%. Comimos más en casa, hubo más desperdicios, pero en la misma medida creció la concienciación y decidimos dar nueva vida a los desechos.
Investigación | Por José Enrique Cabrero
La ciencia será la gran aceleradora de Granada en 2021, con especial incidencia en la biotecnología
La ciencia ha sido, en el peor año de nuestra vida, el motor, la inspiración, el revulsivo y la esperanza. Granada lleva años jugando un papel protagonista en el desarrollo de una ciencia útil y comprometida con la sociedad, algo que, en 2021, seguirá haciendo. En una ciudad en la que conviven centros punteros y Universidad, el futuro es cuestión de imaginarlo:viajes espaciales, inteligencia artificial, biotecnología, 5G, el acelerador de partículas, cambio climático... Granada tiene mucho que decir.
Es curioso lo poco que conocemos del Sol, el único que nos ha seguido abrazando por ventanas y balcones en los peores días de la pandemia. En 2021, el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA) seguirá interrogando al astro de nuestra vida con el desarrollo del Telescopio Solar Europeo y con Solar Orbiter, la misión internacional que pretende deshilar los secretos del universo. Una idea tan cinematográfica como la del telescopio Horizonte de Sucesos, el mismo que retrató por primera vez un agujero negro en 2019. Este año, sin embargo, se espera algo aún más grande: «Puede que veamos el agujero negro central de nuestra galaxia. Y que no sea tanto una imagen, sino más bien una película. Nuestro agujero es mucho más dinámico», indica Emilio García, director de la Unidad de Cultura Científica del IAA. «Granada es uno de los lugares de referencia para hacer ciencia –sigue–. El papel de Granada con la Covid-19 ha sido relevante, aquí hay, por ejemplo, un laboratorio de estudio del polvo que se ha adaptado para estudiar la presencia del virus en superficies».
Uno de los temas centrales de 2021 empezó, sin embargo, el pasado 9 de diciembre de 2020 con la constitución de la oficina para impulsar la candidatura granadina del IFMIF-Dones, esto es, el acelerador de partículas. Javier Díaz es uno de los directores de la empresa Seven Solutions, spin-off de la Universidad de Granada que lidera la llegada del proyecto europeo a Escúzar: «La oficina es algo menos científico que político y económico, pero es muy importante para el acelerador. En 2021 pasamos a la siguiente fase, en la que alcanzaremos un nivel de detalle cercano al despliegue final». El acelerador será uno de los temas clave en el 'Big Science Business Forum', el mayor evento de industria científica de carácter internacional que se celebrará del 28 de septiembre al 1 de octubre en el Palacio de Congresos de Granada. «Será un foro de debate y de cambio de información muy importante –explica Díaz–. Vendrán las empresas más grandes del sector, empresas de alta innovación. Y será una magnífica oportunidad para captar talento en Granada».
En 2021 hay una tecnología llamada a marcar la tendencia: el 5G, la quinta generación de redes móviles que aumentará la velocidad de conexión, reducirá al mínimo el tiempo de respuesta de las webs y multiplicará exponencialmente el número de dispositivos conectados a la Red. En Granada, el equipo de Juan Manuel López-Soler, catedrático de Ingeniería Telemática de la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Informática y de Telecomunicación de la Universidad de Granada, participa en el desarrollo de una tecnología que será capaz de integrar las redes 5G públicas y no públicas. «Se entiende mejor con un ejemplo –dice el profesor–. Piensa que el 5G es la competencia de la wifi. Imagina un estadio de fútbol que tenga su propia 5G privada. Esa red podría aprovecharse de la pública y viceversa, interoperando y multiplicando las oportunidades». En este proyecto innovador, además de la UGR, participan doce socios entre industriales (Bosch), operadores (Telefónica), pymes y fabricantes.
Inteligencia artificial
Granada es punta de lanza en biotecnología e inteligencia artificial. Juan Antonio Marchal, líder del grupo de investigación 'Terapias Avanzadas: Diferenciación, Regeneración y Cáncer' y uno de los ejes sobre los que pivota la Biomedicina en Granada, vislumbra un 2021 muy prometedor. «En la lucha contra la Covid-19 –dice Marchal–, en Granada destaca el grupo de Francisco Gámiz y Antonio Osuna, que están desarrollando un chip de diagnóstico con grafeno tan fiable como una PCR y tan inmediato como los test rápidos». El doctor, además, espera grandes noticias este año en el desarrollo de nuevos métodos de tratamiento contra el cáncer gracias a las Células T, y en la bioimpresión 3D, campo en el que Granada destaca y que ayudará a los médicos a preparar intervenciones complicadas.
Por último, Marchal incide en la importancia de la Inteligencia Artificial este año, gracias, sobre todo, al impulso del profesor Francisco Herrera. «El 'Deep Learning' y el 'Big Data' son una ayuda formidable. Imagina la de datos que podríamos cruzar (resonancias, tacs, historiales clínicos...) para ayudar, por ejemplo, a que los oncólogos tomen la mejor decisión con sus pacientes». Este 2021 se prevé que un grupo de Inteligencia Artificial se ubique en el propio PTS, para que el trabajo conjunto ruede en ambas direcciones.
Y aunque ahora la Covid-19 sea el gran enemigo a batir, Matilde Barón, directora de la Estación Experimental del Zaidín (EEZ), considera que 2021 será también importante en la lucha contra el cambio climático. «El coronavirus nos pilló por sorpresa y no podemos permitir que nos pase otra vez», subraya Barón. Así, la EEZ estudiará este año los efectos del cambio climático en la ganadería, además del estrés vegetal, la agricultura de precisión y el uso de microorganismos beneficiosos para descontaminar, entre otras líneas de trabajo. «En Biomedicina también tenemos un grupo trabajando en las vacunas para la alergia del olivo, porque hay tantas variedades de alergia que una vacuna sería más potente si fuera específica», indica la directora.
Barón se despide subrayando el papel «vital» de la ciencia en 2020, «el año en que nos dimos cuenta de que la ciencia salva vidas». Y pide no olvidar que para encontrar una vacuna contra el coronavirus hay mucho trabajo antes, «por lo que no podemos perder a tantos científicos jóvenes que se van a otros países. Debemos estabilizar a los científicos», termina.
Cultura | Por Jorge Pastor
La presencia de público, la 'vacuna' para sanar la cultura en Granada en 2021
Si planificar en un contexto de cambios ya resulta una empresa arriesgada, hacerlo a medio plazo y en el ámbito cultural, ya puede ser un auténtico suicidio. Y ésas son exactamente las previsiones para 2021, que a excepción de eventos como el Festival de Música y Danza, que se celebrará del 17 de junio al 18 de julio, la mayor parte de los promotores culturales de Granada, tanto institucionales como privados, no se atreven a 'mojarse' a la espera de valorar la evolución de la pandemia y las medidas que arbitren las administraciones –las reuniones del comité de expertos de la Junta, por ejemplo, se convocan sobre la marcha–. Sólo hay una cosa clara: habrá actos culturales, pero ahora mismo resulta imposible vaticinar cuántos y, sobre todo, en qué formato –los aforos son básicos para determinar aspectos cruciales como la rentabilidad de un espectáculo–. IDEAL ha contactado con profesionales al frente de entidades que programan de una forma estable para saber por dónde 'irán los tiros' en el año de la vacuna.
Francisco Barranco, director del Palacio de Exposiciones y Congresos de Granada, comenta que ahora mismo trabajan sobre dos expectativas temporales: hasta junio y después de junio.Lo único confirmado en el primer semestre es una exposición inmersiva, que posiblemente se inaugurará a finales de marzo, en torno a la figura de Goya, similar a la de Gustav Klimt o la de Van Gogh que ha habido en Sevilla. En principio no hay nada más cerrado –la tónica es el aplazamiento–, aunque sí algunos precontratos con artistas que irán adelante o no en función de la coyuntura. Para el segundo semestre, cuando en teoría estemos con un porcentaje de inmunización superior al 60%, hay más prereservas.
El director del Festival de Música y Danza, Antonio Moral, mantiene el propósito de que la presentación de la edición número setenta del Festival, que tiene un carácter conmemorativo por aquello del número redondo, se pueda presentar a principios del segundo trimestre, aunque, llegado ese momento, ya deberían de tener despejadas incógnitas tan importantes como el dinero del que dispondrán. En función de ello, habrá más o menos conciertos. La idea es ofrecer al menos setenta frente a los ochenta de 2019.
¿Qué queda por atar del presupuesto? Por lo pronto, no se puede realizar una aproximación verosímil respecto a la cifra de espectadores. Dependerá de lo que estipulen las autoridades sanitarias para ese momento. En este punto conviene recordar un punto importante:el treinta por ciento de los ingresos del Festival provienen de la taquilla. Tampoco saben cuántos patrocinadores tendrán. Los públicos sí han confirmado todos y no han rebajado sus consignaciones, pero hay privados que están en el aire, a la espera de acontecimientos. En el supuesto de que fallara un 30% de ese respaldo económico, contarían con medio millón de euros menos, y medio millón menos conlleva que haya menos actuaciones –incluyendo el Fex– y las características de éstas. La pretensión era hacer dos óperas, pero finalmente solo habrá una en el Teatro Isabel la Católica.
«No puede ser peor que 2020»
Alfonso Salazar, director de Open Cultura, considera «que 2021 no puede ser peor que 2020», aunque ya anticipa que la iniciativa privada se hunde si continúan los teatros al 50 o el 60% de su capacidad. En este sentido, aboga por la viabilidad de un sector donde la inmensa mayoría de los profesionales se atienen a las normas y a la legalidad. «Desde fuera se valora la importancia de la caída de actividades como el turismo por su aportación al PIB, pero no se tiene en cuenta que la cultura ya vivía en precario y ha quedado arrasada», dice Salazar en referencia a la ineficacia de las ayudas. Por todo ello, para 2021 espera «algo más de sentido común» y que se sea capaz de distinguir que no es lo mismo un macrofestival de música que reúne a decenas de miles de personas que un recital de la OCG, por ejemplo. ¿Qué escenarios manejan? Pues el menos factible, por el momento, es el de las concentraciones de público. El segundo, compatibilizar el 'streaming' con el presencial. Y el tercero, todo 'on line'. En este sentido, apunta a la experiencia del Hocus Pocus, que el 28 de noviembre retransmitió con gran éxito una gala virtual.
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