«La Medalla de Andalucía te incentiva para seguir trabajando»

Granadina por los cuatro costados –nació en el hospital militar del Campo del Príncipe (actual sede de Arquitectura), estudió en el Sagrado Corazón y cruzaba todas las mañanas el puente de Las Brujas, es de la segunda promoción de Ingeniería de la UGR y actualmente es catedrática y directora de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos de la UGR–, tiene su cosa que la llamada de Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía, para comunicarle que había sido distinguida con la Medalla de Andalucía, le pillara en Estambul en escala hacia la república exsoviética de Georgia. «Viajaba con mi marido con una beca Erasmus Plus, que es una estancia de una semana para impartir docencia». Total, que tras el telefonazo presidencial, ciao Georgia y de vuelta a Granada.

Pero ha merecido la pena. AMontse había que verla ayer por la mañana en la escalinata que sube a la Escuela de Ingeniería de la UGR. Todos los que se cruzaban con ella le dirigían palabras de lo más cariñosas. «Me han felicitado antiguos compañeros, profesores y muchos alumnos», expresa con satisfacción. Montse llegó ayer a la Escuela de Ingeniería como todos los días a las ocho y media de la mañana. «El recibimiento ha estado muy bien. He visto a mis compañeros en Dirección que me han felicitado. Tenía el correo electrónico el Wahtsapp y el Facebook también repleto de felicitaciones».

–¿Y cómo lo llevas?

–La verdad es que es un orgullo recibir un reconocimiento de este tipo. Y un aliciente. Te incentiva para seguir trabajando. Estoy muy contenta con todos los mensajes que estoy recibiendo. Al final me quedo con eso, que es lo importante. Gente, compañeros, alumnos, profesores que hace tiempo igual que no les has visto, todos te felicitan.

–¿Cuál es el plan para estos días que vienen ahora?

–Viajar a Sevilla. Por la noche hay una recepción en el Palacio de San Telmo y al día siguiente, el 28F, la ceremonia de entrega de distinciones en la Maestranza.

–Eres ingeniera, catedrática, directora de la Escuela de Caminos. Ahora eres Medalla de andalucía. ¿Qué te falta por conseguir?

–Pues... (se lo piensa). La verdad es que nada. Profesionalmente nada. Me queda disfrutarlo con mis compañeros y con mi familia. No tengo grandes aspiraciones profesionales ya...

Algo se le queda dentro. No en vano, sus compañeros de trabajo siempre le dicen que no para de inventar nuevas actividades, programas, que siempre está llena ideas. Y, en efecto, rápidamente, como un muelle desatado, encuentra lo que buscaba:«Me gustaría, cuando acabe el periodo en la Dirección de la Escuela de Caminos, recuperar temas de docencia. E impulsar algunos proyectos ya lanzados. Por ejemplo, y quizá lo mejor, una iniciativa en la que varios compañeros que estábamos en distintos grupos de investigación hemos creado uno nuevo dentro de la UGR. Se llama 'Tecnologías para la economía circular'.

Es su gran reto de futuro, la economía circular, que se refiere a «todo lo supone desarrollar tecnologías que permitan que en el ciclo productivo puedan entrar residuos para que de esa manera se pueda alargar la vida de los productos. La consecuencia es que de esta forma reducimos la cantidad de residuo que se producen y por otro lado disminuye la utilización y el consumo de recursos naturales. Es el objetivo que tenemos ahora de sostenibilidad».

No es algo que se logre de la noche a la mañana, advierte: «Tiene que ir acompañado de un cambio en nuestro modelo de vida, demasiado basado en el consumismo». Ypone ejemplos. «Lo de reciclar lo vamos asimilando, pero es prioritario no generarlo, no consumir de forma innecesaria. Si consumes de forma innecesaria estás consumiendo recursos y generando recursos».

Este concepto de economía circular inunda además ahora su gestión al frente de la Escuela de Ingenieros, ya que son los temas vinculados con el medio ambiente, precisamente, por los que acaba de lograr la Medalla de Andalucía.

«Lo más importante ahora es luchar contra la falta de vocaciones en ingeniería civil». Pero Montserrat Zamorano maneja una solución: «Necesitamos adaptar nuestros títulos a la situación real que demanda la sociedad. Y son todos los temas relacionados con el medio ambiente». El 'nuevo' ingeniero del siglo XXIse está formando, desde la cabeza de Montserrat Zamorano, en la Escuela de Caminos de la UGR. «Ya no solo construye, también gestiona la sostenibilidad y el medio ambiente».