Moclín, estrella de la televisión británica
Más de un centenar de lugareños se reúnen en un bar para ver los primeros capítulos del programa de reformas 'Amanda & Allan' de la BBC, rodado en una casa del pueblo
Moclín fue ayer la estrella de Google Trend –el medidor de temas que son tendencia en el buscador– en las islas británicas. El nombre del pueblo (y el de su alcalde, Marco Pérez), se convirtieron en lo más visto. La razón: en la noche del viernes, a las 20.30 (en el Reino Unido, absoluto 'prime time') se estrenó el primer capítulo de la tercera temporada de 'Amanda & Alan's', el programa estrella de reformas en casas que se emite a través de la BBC One, el primer canal de la televisión británica, y que tiene cuatro millones de espectadores en directo. Esta temporada se titula 'Spanish Job' porque la casa que se reforma está en Moclín. A media tarde, en el bar El Salón de la localidad, más de un centenar de vecinos se reunió para contemplar los primeros cuatro capítulos de los ocho que tiene esta temporada, rodada en el pueblo entre mayo y agosto de pasado año. En la proyección hubo bebidas e incluso palomitas, que repartió con alegría Maricruz Román entre la concurrencia.
El primer capítulo comienza con la pareja de presentadores llegando al aeropuerto de Granada en el vuelo desde Londres Gatwick, algo que hoy no podrían hacer por haber suprimido Vueling dicha conexión el pasado mes de noviembre. Tras un corto viaje, el utilitario de Amanda y Allan llega a Moclín y aparca frente a la casa que reformarán, situada en la plaza del pueblo. «Uno de los grandes secretos del programa es la química de la pareja», comenta Ian Rutter, británico afincado en la localidad desde hace ocho años junto a su marido Andrew. Lo siguiente es recorrer la casa, y encontrar los 'tesoros' que se esconden en ella, incluyendo una palangana en la bañera y el techo parcialmente desplomado en el dormitorio principal sobre la cama. Con todo, las impresionantes vistas, las vigas originales, el artístico suelo y sobre todo, la amabilidad de la gente, les conquistan. Ian y Andrew mantienen con Allan y Amanda una charla en la terraza del bar. Su aparición es recibida con aplausos, como la del alcalde. A pesar de que el capítulo no tiene subtítulos en español, la serie se hace comprensible a través de las imágenes, en las que se ve cómo se van desarrollando los trabajos.
Lotería, con matices
El programa tiene como objetivo confeso que los espectadores comprendan la importancia de evitar la despoblación, el abandono de los entornos rurales, y que fijen su residencia en ellos, disfrutando de valores como la tranquilidad y el contacto con la naturaleza. Y ha encontrado en Moclín precisamente eso: paisajes que quitan el hipo –mostrados con largueza a lo largo de toda la serie– y todas las ventajas de vivir en un lugar donde él tiempo se detiene. De la parte cómica del show ya se encargan los presentadores, quienes acudieron a adquirir materiales a una conocida tienda cercana a la capital, ella con un chándal con la bandera española y él con la chaqueta de un traje de luces. Por cierto que en la serie, recorren también algunos lugares emblemáticos de la capital, como la Alhambra, de la cual tomaron inspiración para aplicarla en la reforma de la casa, que, es casi ocioso decirlo, quedó de maravilla. El precio que se obtenga será donado a una ONG.
Obviamente, el pueblo se enseñorea, desde la terraza del castillo, donde la pareja de presentadores degusta con agrado una litrona de Alhambra, hasta las calles por las que discurre el día a día. Pudiera parecer que a Moclín le ha tocado la lotería, pero tanto el alcalde como Rutter, quien es propietario de una empresa inmobiliaria y tiene intereses en alojamientos rurales de la población, prefieren ser cautos. «Desde que comenzó a anunciarse el programa, el interés por el pueblo ha crecido exponencialmente», afirma el alcalde. «Sin embargo, no queremos que las casas a la venta las adquieran personas que solo vivan en ellas dos semanas durante las vacaciones, permaneciendo el resto del año cerradas. Los nuevos vecinos que nos gustaría tener son personas que vivan aquí todo el año, y más allá, que sean capaces de generar riqueza, abriendo negocios propios, relacionados con la agricultura, la artesanía o el turismo rural», comenta el moclineño británico.
Probablemente, el panorama económico de la localidad granadina cambie a no tardar mucho. En manos de sus habitantes y responsables está que el asunto no se escape de las manos.
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