Luces y sombras del ave del 92

El martes 14 de abril de 1992 el AVE realizó su primer viaje entre Madrid y Sevilla. En 1992 la ilusión brillaba en España con la Olimpiada de Barcelona y las conmemoraciones del V Centenario del Descubrimiento de América y la Exposición Universal de Sevilla. Que el mayor hito fuera un tren de alta velocidad que uniera Madrid con Sevilla era entendido como el impulso que necesitaba Andalucía tras décadas, siglos de abandono, de olvido. De miseria.

La crónica publicada al día siguiente en el periódico IDEALnarraba que «el Tren, de Alta Velocidad español (AVE) llegó ayer tarde, a las 18,23 horas a la estación de Santa Justa, en Sevilla, después de recorrer los 471 kilómetros que separan esta ciudad de Madrid en 2.53 horas, dos minutos antes del horario previsto. Cientos de sevillanos recibieron al Tren de Alta Velocidad, en su primer viaje oficial. A la hora prevista llegaba a la estación central de Sevilla el AVE, a bordo del cual viajaban el vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, los ministros dé Relaciones con las Cortes, Virgilio Zapatero, y Obras Públicas, José Borrell, y la presidenta de Renfe, Mercé Sala».

Continuaba que «el viaje realizado ayer cumplió los horarios comerciales previstos para este tren . El AVE circula a 250 kilómetros por hora, pudiendo alcanzar los 300 kilómetros en algunos tramos, y sitúa Madrid de Sevilla a un tiempo de tres horas menos diez minutos. La puesta apunto de esta línea de alta velocidad ha supuesto un coste total de 447.000 millones de pesetas. La línea del AVE tiene 471 kilómetros de vía, y está considerada la más larga de Europa y la que ha sido construida en menos tiempo».

Juan López Martos lo recuerda bien. Él estuvo en la estación de Santa Justa aquél día en calidad de consejero de Obras Públicas y Transportes de la Junta de Andalucía. «Me invitaron y había gran expectación. Lo primero que recuerdo es que se criticó mucho que el AVEfuera a Andalucía, y yo me dije que menos mal que llegaba a Andalucía, que si no a ver cuándo llegaba».

«De aquella época conocí al ministro Borrell –que hoy es ministro de Asuntos Exteriores–, y he mantenido muy buena relación, ya que luego tuvimos una acción conjunta con el tratamiento del río Genil». Sí recuerda que «el AVE creó gran expectación, porque se dudaba que España fuera capaz de lograrlo. Y se logró y además desde entonces funciona muy bien. En mi caso, además lo he disfrutado mucho».

En particular, de aquella jornada «no recuerdo mucho. No era más un invitado distinguido, pero no porque tuviera una intervención directa en la cuestión. Fue un acto trascendente para el desarrollo ferroviario español, sobre todo para Andalucía, porque es la primera gran infraestructura que se comienza por Andalucía y además es un hito en la historia española».

López Martos reflexiona que «aquella embriaguez de éxito no fue demasiado buena para los años siguientes, porque vives en una nube y te alejas de la realidad. Y la otra cara de la realidad del AVE es que consumió toda la inversión ferroviaria del país para cinco años. Y donde no llegó el AVE se ha notado. Y en esta ciudad, Granada, más que otras».

Continúa su ra

zonada crítica:«Luego ocurrió que el país al unísono empezó también a sufrir los efluvios de la felicidad aquella, de forma que si no tenías AVE en tu ciudad eras directamente un desgraciado. Yesta idea se transmitió por todos los políticos locales y regionales y por todos los líderes de opinión. La consecuencia es que se hicieron cosas que no estuvieron nada bien».

Y cita por ejemplo el AVE Cuenca-Toledo, «que hoy en día está cerrado». Pero peor fue el frenazo que sufrieron las inversiones, «especialmente en el caso de Granada, recalca. Lo tengo que decir». Esta provincia fue «especialmente perjudicada por la caída de la inversión ferroviaria, quitaron la conexión Guadix Almendricos. Y eso tiene mucha importancia porque es la conexión de Andalucía con el Levante, la conexión por el Mediterráneo, que estaba viva desde la Prehistoria, de forma que hay restos megalíticos que dan testimonio en toda la zona de Gorafe, por ejemplo».

No se quedan sus críticas en esta conexión. No se olvida de Motril y de su Puerto: «El puerto de Motril es el segundo de Andalucía en tráfico de mercancías tras Algeciras y compite en pasajeros con Málaga. Y no se entiende sin ferrocarril».

Juan López Martos, sigue siendo un ingeniero :«Estoy jubilado pero mi mente está en activo. Y he estudiado mucho este tema». Por eso concluye que «hemos gastado mucho dinero en AVE y se ha olvidado el resto de la inversión ferroviaria». Lo justifica porque cree que «el barullo del AVE de 1992 les obnubiló». Yahora espera « a ver si todo está más calmado para ver si el tren juega el papel integral que tiene que jugar».

–Y Granada sin AVE

–Porque está en una ciudad muy conformista. La manifestación más numerosa no ha llegado nunca a más de mil personas. Y lo que sí me extraña es que estando el AVE previsto para junio y que habiendo elecciones este mes de abril y estando todo hecho por qué no ponen funcionarios a trabajar de noche para que el AVEllegue con la campaña de las elecciones. Lo dejo ahí.