El lado más oculto de la heroína en Granada

«El experimento con heroína elegirá a 150 adictos». «El proyecto de la Junta sigue pendiente de la autorización del Ministerio de Sanidad». Febrero de 1999, el periódico IDEAL publica una página completa sobre el ensayo clínico con heroína que organizaba la Escuela Andaluz de Salud Pública y que luego se llamaría Pepsa.

«Un total de 150 toxicómanos 'crónicos' de Granada serán seleccionados para el programa experimental con heroína de la Junta de Andalucía, que pretende reducir los riesgos sociales y sanitarios de los drogadictos que no logran desintoxicarse. Los sujetos de la investigación –75 serán tratados con heroína y 75 con metadona– serán seleccionados en la calle por ONG especializadas, a través de los archivos del Centro Provincial de Drogodependencias (CPD) o por medio de los dispositivos de asistencia sanitaria y social, según el director del CPD, Antonio Torres. El programa experimental para proporcionar heroína a drogadictos está pendiente de la autorización del Ministerio de Sanidad», explicaba la información.

Era el siglo XX y esta iniciativa de la Junta de Andalucía, novedosa y vanguardista, necesitaba toda la publicidad del mundo, toda la difusión posible para explicar el proyecto a las distintas administraciones implicadas y también a la sociedad. Hoy, en el siglo XXI, el programa Pepsa, que es como se llama la dispensación a pacientes en el Hospital Virgen de las Nieves de heroína legal, se encuentra «tapado, despistado, silente», denuncian los miembros de la Asociación Libre DAM (DAM son las siglas de diacetilmorfina, la sustancia que compone la heroína legal).

Es el lado más oscuro de este proyecto con heroína. Al contrario, la asociación quiere difundirlo, que recupere su carácter vanguardista y que se expanda para que los toxicómanos se conviertan en pacientes «en toda Andalucía y en toda España, pero algo pasa que tienen el Pepsa tapado».

La Asociación Libre DAM (siglas de la diacetilmorfina, la heroína sintética) se ha refundado este mismo año, porque la anterior no llegó a estar operativa. Está compuesta por usuarios, familiares profesionales sanitarios y está abierta a todo aquél que lo desee, expresan sus miembros. El presidente es Pedro Moreno, «porque soy el paciente más antiguo del Pepsa, desde 2003». Miguel Ángel es el vicepresidente (otro paciente del Pepsa) y Araceli y José Ángel son también miembros de la asociación y profesionales del programa de reducción de daños, nombre técnico del Pepsa.

Explican que «el Pepsa está dentro de una nueva corriente de tratamientos. Se basa después de mucha investigación en la reducción de daños en vez de en la abstinencia. Buscan primero la estabilización de las personas y luego nos planteamos otros objetivos, la abstinencia o lo que haya que plantear, pero no es el objetivo principal. Realmente, es lo inverso a los programas tradicionales». Un ejemplo para aclarar este tema. «Los programas DAM en España y Alemania lo primero que busca es recuperar la salud de las personas y también en el nivel psíquico y social».

Y añaden:«Se les proporciona un tratamiento pero no solo de droga y que se vuelvan a la calle, es un tratamiento. Y a partir de ahí trabajar. Esto es lo importante. Insistimos mucho en esta idea. De hecho, en el ensayo clínico de España, lo que muestra es que el tratamiento DAM, siendo muy importante, si no va acompañado de otras medidas terapéuticas, no funciona tan bien. Hay detrás mucho trabajo de enfermería para que recuperaren hábitos de alimentación, higiene, capacidad de comunicación... De forma que se establece así un compromiso terapeútico entre la persona y el programa».

Pedro comparte por su parte que «en un principio lo que buscábamos era salir de donde estábamos y con el Pepsa comenzar una nueva vida Y yo por lo pronto lo he conseguido, y ya llevo 16 años». Araceli continúa:«El tratamiento farmacológico proporciona una estabilidad y a partir de ahí ya puedes trabajar, ya no tienen que delinquir ni prostituirse ni pedir dinero a la familia ni buscarse la vida, ya tienes esa parcela de la vida resuelta y permite tener un compromiso terapéutico con el paciente. Hay un tratamiento y un equipo sanitario para que recuperen su vida. Y ahora depende de cada persona y el nivel de deterioro personal. Hay que pensar que al Pepsa llegan las personas más deterioradas, las que han fracasado más».

–¿Por qué das un paso al frente para presidir la Asociación Libre DAM?

–(Sin pestañear) Como compromiso, porque alguien tiene que dar la cara.

Araceli y José Ángel amplían la respuesta:«El Pepsa ahora está estancado . No sabemos por qué, pero no termina de despegar. Con esta unión en Libre DAM con objetivos comunes vamos a luchar por ello». Abundan además en que «el Pepsa debería ser el buque insignia de los tratamientos para las adicciones en España. Por muchos motivos, por ser vanguardia, por ser nuevo, por ser uno de los tres primeros. España debería seguir a la vanguardia, pero mucha gente han querido investigar en el Pepsa y no les han dejado». Aportan un dato para terminar:«Cada usuario del Pepsa ahorra a la administración pública 20.000 euros al año». Y sin embargo el Pepsa permanece hoy en el lado más oscuro.