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«El cigarrillo negro de buena raza». Publicidad de una cajetilla en 1975. Las tres siguientes imágenes muestran que la moda masculina de la época iba siempre acompañada del tabaco. R. I.

¿Por qué tengo cáncer?, la pregunta maldita

Memorias de Ida y Vuelta ·

La Asociación Contra el Cáncer ayuda a prevenir el tabaquismo y a ofrecer respuestas a la enfermedad | Los datos muestran que un 34% de los españoles consume tabaco a diario, sobre todo en cajetilla, una cifra que en 2015 se situaba en el 30,8 %

Martes, 19 de marzo 2019, 20:08

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Malas noticias. El consumo de tabaco en España ha sufrido un repunte de un 3% en los últimos dos años, que ha provocado que las cifras de fumadores sean similares a las de 1997, antes de que se aprobara la Ley Antitabaco, un «cambio de tendencia» sobre el que la ministra de Sanidad ha mostrado su preocupación en una comparecencia reciente ante los medios de comunicación.

Según la XII Encuesta sobre Alcohol y otras Drogas en España (Edades) 2017-2018, que ofrece la radiografía más completa y exhaustiva del consumo de sustancias en el país, además del tabaco, las drogas legales más extendidas son el alcohol y los hipnosedantes, mientras que entre las ilegales destaca sobre todo el cannabis, seguida de lejos por la cocaína. Los datos muestran que un 34% de los españoles consume tabaco a diario, sobre todo en cajetilla, una cifra que en 2015 se situaba en el 30,8%.

Este aumento preocupa también por la cantidad de jóvenes que se ha iniciado en este hábito, de hecho, la titular de Sanidad, María Luisa Carcedo, señalaba en la presentación de los datos, que un 5% del incremento experimentado en los últimos dos años está protagonizado por chavales que han comenzado a fumar. En 2017, el 69,7 % de las 21.249 personas de entre 15 y 64 años encuestadas reconoce haber fumado alguna vez en su vida, el 40,9 % lo ha hecho en el último año y el 38,8 %, en el último mes.

Las cifras reflejan, en palabras de la delegada del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Azucena Martí, un «cambio de tendencia» que retrotrae a España al escenario previo a la ley, en concreto «a cifras muy similares a las de 1997». Por último, se destacaba que la Ley Antitabaco actual (aprobada en 2005 y endurecida en 2010) es una norma «muy avanzada», pero se reconoce al mismo tiempo que hay ámbitos «que requieren mayor esfuerzo y mejora en su aplicación para conseguir los resultados esperables».

Antonio Gómez Chica, voluntario en la AECC en Granada. Ramón L. Pérez

Profesional y voluntario

Antonio Gómez Chica, de cincuenta años de edad, enfermero de profesión y voluntario en la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) en Granada sabe muy bien a qué se refieren tanto la ministra de Sanidad como la delegada del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas. Antonio tuvo su primer contacto con el cáncer porque le afectó de forma directa a un familiar íntimo, una vivencia que le llevó a profundizar en la oncología desde su profesión, que es la enfermería y, de paso, presentarse voluntario en las oficinas de la AECC para ayudar en todo lo posible.

«Así es. Cuando diagnosticaron de un cáncer en mi esposa me sensibilizó para dedicarme profesionalmente como enfermero en el ámbito de oncología. A mi mujer le tocó el cáncer con 23 años. Estaba embarazada. Estaba gestando una niña y un cáncer. Al mes de nacer nuestra hija Julia debutó el cáncer, apareció. Tuve claro que desde ese día mi labor era en oncología y me acerqué a la AECC. María José, ahora mi exmujer, está bien, pero pasamos nueve años putos», confiesa con toda la sinceridad del mundo.

Antonio recuerda que «me gustó la ayuda y la cobertura a las necesidades que surgen cuando hay un diagnóstico de cáncer que no están cubiertas en la asistencia hospitalaria pública. Aunque la sanidad pública está realmente bien, son tratamientos clínicos, no hay ayuda emocional cuando le pasa el cáncer a tu pareja, como a mí. Y se sigue sin atender».

Pone un ejemplo práctico y cruel como la vida y la enfermedad misma. «Ante la pregunta maldita ¿por qué tengo cáncer?, hay que ofrecer respuestas. En mi caso, el cáncer con que yo aterricé fue de tiroides (el de su entonces mujer). Era un cáncer poco común, pero Granada es la provincia española con más cáncer de tiroides. Ahora sí se sabe por qué gracias a los años de investigación de una eminencia mundial de la Universidad de Granada que es el profesor Nicolás Olea. descubrió que aparecen unos componentes de los plásticos cuyas causas son los disruptores endocrinos, hace 25 años ni se conocía, y desde hace 15 que investiga la UGR se ha encontrado una relación causa-efecto con el cáncer de tiroides. Son unos componentes que se encuentran, por ejemplo, en los envases de agua mineral.

El tabaco tenía siempre su espacio propio en los periódicos de una u otroa forma. R. I.

Una labor de insistencia

Aterriza Antonio entonces en uno de los fines sociales de la AECC que es la pedagogía de la salud, la prevención del cáncer. «En vez de asistencia es una labor de insistencia. En cuanto dejas de insistir pasa como con el tabaco, en cuanto se relaja la sociedad, se vuelven a cifras como las de la ley antitabaco», que son los datos con los que, precisamente, se comienza este reportaje.

Pone un buen ejemplo: «Si solo hablamos del tabaquismo es un error. No es prevención del tabaquismo, es del 'fumado', de lo que se fuma, de todo lo que se fuma. Porque, prosigue, aparecen los 'vaper' y las cachimbas, que irrumpen de forma atroz en la juventud, porque no cuentan con los frenos que se han conseguido con el cigarrillo convencional. El cigarrillo es nocivo, y está asociado a su peligro, pero los 'vaper' y las cachimbas están relacionando a los jóvenes con los tabacos frutales, son más propios en su imagen de una frutería que de un estanco. Están blanqueando el hecho de fumar, de forma que se relacionan de antemano con propiedades saludables. Están haciendo lobby de que no son nocivos y que son frutales. Estamos muy preocupados».

Sobre el momento actual de la lucha contra el tabaco piensa que «el tabaco convencional ha vuelto a recuperar sus cifras de consumo, porque una vez que se consigue detener el consumo con medidas legislativas y campañas potentes, lo que consigue una no iniciación no es la ley, sino las campañas de sensibilización e información», y entonces comenta que «este tipo de campañas han desaparecido». Insiste Antonio:«La Ley consigue que no se produzca la imitación porque no ves a la gente fumando en clase, en el médico, pero los ves a todos en la puerta. Con lo que el efecto imitación no se consigue».

Los reportajes promocionales sobre el tabaco eran una constante en la prensa española de la época. R. I.

Los tiempos pasados

Respecto a los tiempos pasados, Antonio recuerda que «detrás de la iniciación al tabaco también hay mucha explicación de los valores que prevalecen como importantes en cada generación. Antes, por ejemplo, la idea de fumar era muy potente, trasladaba una imagen de líder, de madurez de hombría; ahora hay otros valores que se relacionan con esas cualidades de los adolescentes y precisamente las chicas de ahora no interpretan que el más maduro o moderno sea el que fume.

Ahora son otras cualidades las que se le exigen al hombre». Ycontinúa: «Antes parecía que había un ritual de iniciación en el que el padre le daba la condición de hombre a su hijo, que pasaba porque en la boda de alguien el padre decía 'tú fuma, que ya eres un hombre'. Ya ha desparecido».

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