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Los integrantes de Salvemos la Vega y LIFE Wood for Future coordinan los proyectos y a los equipos de voluntarios que trabajan en ellos para demostrar que la lucha contra el cambio climático es posible.
La Nocla

El laboratorio verde de la Vega de Granada

La finca experimenta para proteger la calidad del aire, luchar contra la contaminación y crear un lugar de encuentro para investigadores del colegio a la Universidad

Domingo, 27 de julio 2025, 00:03

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Nocla quiere decir vivero en árabe. Ahora es el nombre de la finca donde Salvemos la Vega y LIFE Wood for Future/Madera para el Futuro han creado el laboratorio verde de Granada. Un lugar en el que se experimenta para proteger la calidad del aire, se lucha contra la contaminación y se pretende crear un lugar de encuentro para investigadores sean de colegios sean de la Universidad.

Jacín significa despensa en árabe. Es una de las once acequias del río Monachil y riega la finca la Nocla. Ya no se escuchan las campanadas de la Torre de la Vela que anunciaban los cambios de los turnos de agua de las acequias y ahora los horarios llegan por Whatsapp o por correo electrónico. La Alhambra, sigue sin embargo en su sitio y desde la Vega compone un paisaje que se resiste a desaparecer.

Es un panorama de Granada que es patrimonio de la memoria. El entorno es la Granada de siempre. Hay sombra bajo unos frondosos nogales y para entrar a esta finca hay que cruzar entre dos olivos majestuosos, centenarios, que infunden respeto por la fuerza de la naturaleza. Aquí en la Nocla, un cortijo que ardió y que fue okupado, ahora hay proyectos agrícolas y forestales de enjundia.

En estas tierras antes baldías ahora crecen árboles frutales como manzanos, perales, caquis, limoneros, ciruelos o endrinas. Hay madroños, árboles de ribera tales como mimbres y álamos negros. También hay tres olivos lucios, que son los que están quitando para poner placas solares. Y mucho forraje, tipo maíz.

Los setos de biodiversidad que se plantan entre las hileras de chopos son una de las bases del proyecto.

También hay chopos, que forman las choperas. «Es la imagen que tenían los que llegaban a Granada. Era la señal de aviso que ya faltaba poco», explican los integrantes de Salvemos la Vega. La presidenta de Descubrir la Vega y representante de Salvemos la Vega-Vega Educa, Manuela Martínez, explica que uno de los objetivos de estas asociaciones, es salvar la memoria y el paisaje. Y con ellos, también la cultura». Los chopos son fuente de inspiración para escribir, para pintar. Así le pasó a Federico García Lorca».

'Dulce chopo', sin ir más lejos que a la Vega de Granada, es un buen ejemplo de la poesía lorquiana y de las reivindicaciones de esta asociación. «Dulce chopo, dulce chopo, te has puesto de oro. Ayer estabas verde, un verde loco de pájaros gloriosos. Hoy estás abatido, bajo el cielo de agosto, como yo bajo el cielo de mi espíritu rojo. La fragancia cautiva de tu tronco, vendrá a mi corazón piadoso. ¡Rudo abuelo del prado! Nosotros nos hemos puesto de oro».

Frenar la presión urbanística

Este laboratorio verde de la Vega de Granada tiene unos objetivos precisos. Para empezar, frenar la más que probable presión urbanística, al menos diez años, que es lo que dura la cesión municipal de las tierras. «Hasta 2031, justo la Capitalidad Cultural Europea. Y la Vega es cultura. Ningún político en los últimos cincuenta años ha entendido que la agricultura es cultura, como dice su propio nombre. Ojalá para 2031, con la Capitalidad Cultural se haya creado aquí un reservorio de biodiversidad pegado a Granada y enfrente del PTS».

En segundo lugar, La Nocla quiere servir como ejemplo de buenas prácticas. «Queremos que las instituciones vean que lo que proponemos se puede llevar a cabo. Creemos en la gente que tiene tierra en la Vega. Queremos incentivarla para mantener ese espacio, que es mucho más barato que crear un anillo verde a base de plantar árboles. Si Granada apostara por incentivar los espacios verdes de la Vega con árboles y huertos y se promocionara, Granada y toda su área metropolitana estaría a la cabeza de Europa en espacios verdes. Y sin perder su carácter agrario. Pero para eso se necesitan ganas, intención, y dinero».

De cara la verano se está desbrozando la maleza que, con las lluvias de primavera, ha crecido a ritmo salvaje.

También luchan contra la contaminación. A principios de siglo en Granada había 12.000 hectáreas de chopos que absorbían el 80% de la contaminación del transporte de la ciudad de Granada y limpiaban y equilibraban el aire, aportaban humedad y frescor. «Ahora estamos en 4.500 hectáreas de chopo… «¿Se quiere luchar contra la contaminación? Pues lo mejor es el transporte público y una Vega verde, muy bien plantada».

Desde el punto de vista económica también tienen un objetivo claro. «En cuestiones del mantenimiento, es muchísimo más barato que mantener cualquier parque municipal, ya sea el García Lorca o el Tico Medina, y tiene más beneficios para la salud».

Entonces, recuerdan que Granada es la tercera ciudad de España con más contaminación. «Que los parques están muy bien, hacen mucha falta, pero hay que complementar. En la ciudad de Granada faltan 30.000 nuevos árboles, frondosos, no naranjitos».

Beneficios varios

Antolino Gallego Molina, catedrático de Física Aplicada de la UGR y coordinador del proyecto Madera para el Futuro explica los beneficios de este proyecto que se desarrolla en la Nocla. El objetivo es recuperar la masa extensa de chopos de la Vega de Granada. «Llegamos a tener 12.000 hectáreas en 2002».

«Queremos que las instituciones vean que lo que proponemos se puede llevar a cabo»

Manuela Martínez

Salvemos la Vega

De igual forma, «queremos introducir innovaciones para impulsar el sector y que aumenten las hectáreas. Ahora hay 6.000 pero ha llegado a haber 3.000 y 3.500 recientemente». Lo bueno de las choperas es que producen madera en un tiempo récord, económicamente hablando. Ambientalmente los beneficios son para la sociedad. «Para empezar, mejora la calidad del aire, hace disminuir las temperaturas en verano. Depuran el agua. Hacen de filtros verdes y recargan el acuífero de forma limpia y natural. Son tractores de biodiversidad, de aves, insectos y pequeños mamíferos. Las aves son las que más llaman la atención. Se han catalogado más de ochenta especies que utilizan las choperas como viviendas en algún momento del año».

Y, esto es muy importante, evita los riesgos de las riadas. «Cuando tengamos avenidas, que no hemos tenido en la Vega pero sí en el Geoparque (río Fardes), las choperas frenan el agua y el arrastre de material. Lo puede hacer cualquier árbol, pero los chopos son especialistas en las riberas de los ríos».

«Las choperas mejoran la calidad del aire,hacen disminuir las temperaturas en verano y depuran el agua»

Antolino Gallego

Madera para el Futuro

Luego hay una serie de valores relacionados con la salud, el deporte y la relajación. «Mucha gente va a pasear con la bici o correr a las choperas, es salud pública asociada a la parte preventiva del deporte y la relajación no se cuantifica, pero es vital».

Cierto es. Ahora, en pleno verano, bajo la sombra de los frondosos nogales, con la inmensa presencia de olivos centenarios, con los retoños de las choperas creciendo, la majestuosa vista de Sierra Nevada, a los pies la ciudad de Granada, se respira.

Un aula de la naturaleza construida con madera de chopo

Otro de sus grandes objetivos es levantar un aula de la naturaleza en la finca La Nocla construida con la propia madera de chopo. Se busca que sea un lugar de encuentros de investigadores y para alumnos de colegios, institutos y de la UGR, para familias o granadinos en general. También para todo el rosario de voluntarios. «Es de todos. Pensamos en levantar una nave tipo secadero, que no sea fija».

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El laboratorio verde de la Vega de Granada