Juan Pablo I: el Papa que no aguantó más de un mes
AQUEL VERANO DE 1978 ·
Amanda Martínez
Granada
Domingo, 23 de agosto 2020, 23:21
26 de agosto de 1978: fumata blanca. Los católicos tenían nuevo Papa. El elegido era el patriarca de Venecia y cardenal Albino Luciani que eligió el nombre de Juan Pablo I para su papado en homenaje a sus dos antecesores, Juan XXIII y Pablo VI.
La rapidez con la que se desarrolló el cónclave dejó atónitos a los observadores. Solo existía un precedente en la elección de Pío XII, que también fue elegido al tercer escrutinio. Juan XXIII necesitó once votaciones, Ratzinger, cuatro; Bergoglio, cinco.
Nacido el 17 de octubre de 1912 en Forno di Canale, Italia, Luciani, su pontificado fue uno de los más breves de la historia. Murió 33 días después el 28 de septiembre de 1978, de un infarto dentro del Palacio Apostólico. Sin embargo, durante años se especuló con la causa de su muerte. No se realizó una autopsia del cadáver y hubo varias declaraciones contradictorias, incoherencias en testimonios oficiales dados por el Vaticano que dio lugar a teorías conspirativas en torno a las causas de su muerte. Se dijo que había muerto envenenado.
Juan Pablo I, conocido como «el papa de la sonrisa» por su cercanía y calidez personal, pretendía ahondar en las reformas iniciadas por Juan XXIII y una de sus prioridades eran las cuentas de Banco Vaticano, teorías que alimentaron las hipotesis de una muerte violenta. Otras hipótesis aseguraban que fue el estrés lo que mató al pontífice, pero también se habló de la mafia, elsobrino del legendario mafioso Lucky Luciano podría haber asesinado al Luciani.
El 78 fue el «año de los tres papas». Le sucedió Karol Wojyla que escogió el mismo nombre en su honor: Juan Pablo II.
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