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En primer término, un trabajador trabaja en el proceso de limpieza de pinturas al fresco de la capilla. PEPE MARÍN

El Hospital de San Juan de Dios empieza a revelar sus secretos

Restauración ·

En primavera, Granada podrá disfrutar del primer patio del edificio, el más valioso artísticamente hablando

José Antonio Muñoz

Granada

Jueves, 28 de julio 2022, 00:29

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Las obras del Hospital de San Juan de Dios, uno de los conjuntos monumentales más importantes de la Granada histórica, van ya a velocidad de crucero, y comienzan a desvelar secretos escondidos tras quintales de repintes, yeso y maltrato. Y no va a ser una obra barata, no, pero sí va a devolver a la ciudad un bien patrimonial de difícil parangón. Tras una inversión inicial de cuatro millones de euros, a partir de la próxima primavera se podrá disfrutar de la zona artísticamente más importante de este edificio, cuyo destino final será convertirse en espacio cultural y docente. En la mañana de ayer, el alcalde de Granada, Francisco Cuenca, franqueado por los concejales María de Leyva, de Cultura, y Miguel Ángel Fernández Madrid, de Urbanismo y Obra Pública, realizó un recorrido por las obras acompañado por los responsables de la Orden Hospitalaria en Granada, y con el director ejecutivo de los trabajos, Francisco Benavides, como cicerone.

Quienes han acudido a recibir en algún momento asistencia sanitaria en este edificio, afectado por la Desamortización de Mendizábal, lo cual supuso la salida de los religiosos en el primer tercio del siglo XIX, recordarán unas dependencias con espacios a dos alturas y un patio con deficiencias estructurales que amenazaban su futuro. Lo que van a comenzar a ver cuando terminen estas obras –solo se actuará sobre el diez por ciento del espacio total, así que ya pueden hacer la cuenta de cuánto será el montante final– será radicalmente distinto. A unas bóvedas de casetones y artesonados completamente renovados se va a unir una balaustrada sobre la que se está realizando un complejo trabajo de restauración por tramos, y unos frescos que cobrarán nueva vida.

El desarrollo de las obras de restauración está requiriendo de un equipo de 60 profesionales entre los que se encuentran presentes todos los oficios de la construcción, desde canteros hasta especialistas en recuperación de frescos. Muy interesante está siendo el trabajo de puesta en valor de las criptas, donde se enterraba normalmente no solo a personajes pudientes, sino a enfermos y pobres de solemnidad que habían fallecido en el hospital. Siguiendo el espíritu de la Orden, como recordó Benavides, de asistencia más allá del instante postrero, dichos restos volverán a las criptas, en cajas adecuadas, para continuar en reposo otros 500 años al menos. Porque si hay algo claro para los responsables de San Juan de Dios es que los trabajos deben realizarse, como se están haciendo, con la máxima calidad, partiendo de una base constructiva excelente, aunque maltratada por los siglos, y con la vocación de requerir los lógicos cuidados, pero no un reformado material completo cuando pasen diez años, algo no infrecuente en obras públicas.

Curiosidades

Cada rincón del monumental patio que sirve como entrada al edificio desde la calle San Juan de Dios tiene una historia detrás. En los zócalos de azulejos se pueden leer los 'certificados de desgravación del IRPF' de los donatarios, es decir, la constatación por escrito de su condición de tales, a fin de que fuera tenida en cuenta su liberalidad ante las autoridades. «Ahora, no dejamos de emitir estos certificados para las personas que colaboran con nosotros», manifestó con humor Benavides.

Igualmente, en uno de los paños del primer patio se mostrará una escena común también hoy en día: la del que va a pedir dinero a un despacho público. «El poderoso de turno preguntó a San Juan de Dios por su aval, y este le respondió sacando un Niño Jesús, y espetándole que él era su avalista, pues dio su vida sin solicitar nada a cambio», recordó el director de las obras, quien añadió:«La Orden nunca ha andado sobrada de dineros», a lo que la concejala María de Leyva respondió: «Igual que el Ayuntamiento».

Las criptas, uno de los rincones más desconocidos del hospital. PEPE MARÍN

Para que las obras lleguen a buen término, quedan algunos escollos importantes por salvar, como la necesidad de que el Centro Provincial de Drogodependencias (que convive, asombrosamente, con una obra en curso) traslade su sede para evitar posibles accidentes, y que los trabajos puedan tener continuidad. «Una vez que hemos comenzado, no deberíamos parar», aseguró Benavides. El alcalde se comprometió, por su parte, a «buscar el apoyo del Gobierno central para obtener cuantos fondos europeos y nacionales sean posibles para el buen fin del proyecto».

El Hospital de San Juan de Dios continuará, seguro, revelando sus secretos en el transcurso de los trabajos de restauración. Ya ha dado a la luz la lápida mortuoria de su primera gran benefactora, Catalina de los Cobos, nieta del secretario de Carlos V, y la cripta de los Covarrubias, importantes mecenas de una obra que en la cancela mantiene aún el testimonio de la donación para su mantenimiento efectuada por el rey Alfonso XII. El camino será aún largo, pero se ha iniciado con buen pie.

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