El homicidio en Gerona que terminó con dos apuñalamientos en Granada
La Policía Nacional ha detenido a dos personas por atacar a la familia de una mujer que fue asesinada el año pasado; presuntamente querían que no testificaran en el futuro juicio
Más de 900 kilómetros separan Font de la Pólvora (Gerona) del Cerrillo de Maracena (Granada), dos ubicaciones que, en principio, no tienen nada que ver. Sin embargo, un trágico suceso en la primera -un doble homicidio- derivó en más agresiones en la segunda. Entre medias, Pinos Puente fue también protagonista por detenciones relacionadas con el primer suceso. Dos muertos, disparos de kalashnikov, apuñalamientos y una lucha entre clanes que ha traído de cabeza a las autoridades y que trae importantes novedades: la Policía Nacional acaba de detener a dos personas más en Granada.
Para entender la historia hay que remontarse a la noche de San Juan de 2024, cuando se produjo una reyerta entre dos clanes en Font de la Pólvora. Hubo disparos de kalashnikov. Se recogieron más de treinta casquillos. El resultado fue trágico: Juan Serafín, de 48 años, y su cuñada Yolanda, de 44, perdieron la vida. Los hechos desataron una oleada de violencia, con múltiples altercados y la quema de bienes e inmuebles.
El presunto autor, de nombre Guillermo, fue arrestado junto a su mujer en la calle Rosas de Pinos Puente, tras meses de investigación por parte de la Policía Judicial de la Guardia Civil, en colaboración con la División de Investigación Criminal de los Mossos d'Esquadra. Está acusado de ser el autor material del asesinato y de dejar a otras dos en estado grave. Cuenta con numerosos antecedentes por diversos hechos delictivos. Los arrestados estaban escondidos en un «agujero», según fuentes relacionadas con la investigación.
La historia tenía ya suficientes ingredientes y, a priori, parecía que se quedaría ahí. Los fallecidos ya habían sido enterrados y el presunto autor capturado. Está en prisión provisional, a la espera de juicio. Pero no acabó. La familia de Yolanda, la fallecida, se desplazó a Granada para acudir a un juicio que tenían pendiente. Los allegados de Guillermo –el supuesto homicida– descubrieron dónde estaban y fueron a por ellos, al parecer, con un objetivo: que no testifiquen en el juicio llegado el momento. En otras palabras, querían hacer todo lo posible para proteger a su familiar de una condena segura o, al menos, para rebajarla.
Era el día 23 de enero de este año. El entorno directo de Yolanda –su hijo menor, su hermano y hermana, su madre y su sobrina– salían de un supermercado del Cerrillo de Maracena cuando los allegados de Guillermo los atacaron, según relatan fuentes de la investigación. Utilizaron armas blancas y barras de hierro. Apuñalaron a los dos hermanos, a uno en el abdomen y a la otra en la cara. También les causaron múltiples contusiones por puñetazos. El menor de edad, hijo de la fallecida, sufrió heridas leves.
Declaraciones
El grupo de Homicidios de la Policía Nacional de Granada se hizo cargo de esta investigación, una más en un caso que nunca se cerraba. Contaron con el apoyo del grupo de Inspecciones y el de ADN de la Policía Científica de Granada. Tomaron declaración a las víctimas tanto en el hospital como en la jefatura y sacaron una primera conclusión: agresores y víctimas se conocían y tenían rencillas previas. Había un juicio pendiente y, presuntamente, el móvil del ataque en el supermercado fue ese. No querían que declarasen contra Guillermo en el futuro.
Fueron claves los reconocimientos fotográficos, que permitieron identificar a varios miembros de una misma familia vinculada a Pinos Puente. Dos de ellos, que sabían por sus abogados que estaban bajo el radar policial, se presentaron en la jefatura –es común que ocurra con el pretexto de que les beneficiará de cara al juicio–. Fueron detenidos y enviados a prisión provisional el pasado mes de febrero.
La investigación seguía adelante. Algunos se habían ido de Pinos Puente, conscientes de que les seguían la pista, así que fueron puestos en busca y captura. Ahí entraron en juego las vigilancias por parte de los agentes. Un trabajo a conciencia, sobre el terreno, permitió ubicar a las dos personas que tenían bajo lupa. El pasado 27 de julio fue detenido uno de ellos en el recinto ferial de Atarfe. Fue arrestado por la Guardia Civil y tramitado por la Policía Nacional, encargada del tema. Al día siguiente, el 28 de julio, se efectuó el segundo arresto. La Policía Nacional lo siguió hasta capturarlo en la zona de Mercagranada. Les imputan dos delitos de tentativa de homicidio y uno de obstrucción a la justicia por el supuesto móvil del ataque. La investigación sigue abierta y no se descartan nuevas detenciones.
No es extraño que los familiares de un detenido presionen a testigos para que cambien su versión en el juicio. Lo diferente de este caso, según apuntan fuentes de la investigación, es que no fueron simples amenazas, sino agresiones con extrema violencia, más teniendo en cuenta que las víctimas habían perdido a su familiar, Yolanda, pocos meses antes.
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