Los hermanos de Seattle que llegaron a Granada por una canción de Frank Sinatra
«Yo ni siquiera escucho a Sinatra, pero un día la canción me volvió a la mente y tuve que buscar la ciudad de la que hablaba»
Guadalupe García
Granada
Lunes, 28 de julio 2025, 23:45
El mismo misticismo que llevó a Agustín Lara a componer sobre ella y a Frank Sinatra o Luciano Pavarotti a seguir sus pasos, fue el que causó que dos estudiantes de Seattle (EE.UU.) redirigiesen su trayecto Sevilla-Madrid un par de días para ver la ciudad que prometía «contar cuentos fascinantes». Relata el mayor de ellos, Colin Briens, que la idea surgió un día en el que, sin mayor explicación, recordó la canción 'Granada' interpretada por el cantante estadounidense. «Yo ni siquiera soy fan de Sinatra y la canción la llevo sin escuchar años, pero un día volvió a mi mente y se me quedó, así que tuve que buscar la ciudad de la que hablaba. Y me pareció hermosa», recuerda. Acto seguido, planeó el viaje por Europa que tenían hablado él y su hermano Ben, incluyendo una parada en la ciudad que había escuchado. «Al principio pensaba que la canción hablaba sobre la Granada del Caribe», admite.
«Cuando viajamos queremos ir a sitios que sean poco familiares para nosotros. Queremos viajar para ganar perspectiva de la vida en general, si no, no tiene sentido», reflexiona Ben. Por eso aprovecharon este verano en el que se graduaba Colin para hacer el famoso 'Europe trip', un recorrido por lo que aseguraron que serían todos los países de Europa. Y aunque ninguno estudie historia (todo lo contrario de hecho, Ben estudia ciencias de la computación y Colin, finanzas), a los dos hermanos lo que más les invita a viajar es ver cómo ha podido cambiar un sitio a lo largo del tiempo. También por ello decidieron enfocarse en visitar las partes más antiguas de Granada.
Ambos llegaron el día 22 a la ciudad, y la primera parada que hicieron fue en la Alhambra. «Estuvimos todo el día allí, no nos dio tiempo a ver nada más», cuentan. Al segundo y último día recorrieron el centro de la ciudad, con la Catedral como eje desde el que trazaban círculos concéntricos. Su último objetivo antes de coger el tren de las 15.00 horas a Madrid es visitar el Mirador de San Nicolás, pero no saben si les dará tiempo. Sin embargo, en el poco tiempo que han estado, se llevan dos visiones muy relacionadas con lo histórico. A Colin, lo que más le llama la atención es el choque de lo moderno y turístico y las zonas que construyeron hace miles de años. «Ambas partes están muy cerca, en la misma zona». A Ben le sorprende la conexión de las formaciones urbanas con el pasado. «Cuando estábamos en lo alto de la Alhambra, miramos abajo, hacia la ciudad, y me vino a la mente lo antiguos que deben que ser esos barrios. Seguramente habría alguien hace muchos años que miraría a la ciudad y tendría la misma vista que yo tengo ahora. Siento que es una ciudad que está muy conectada con su pasado», narra.
Al alejarse para intentar llegar a tiempo al Mirador, Colin y Ben esquivan a una persona que les ofrece comida, recordando cómo hace unos años a un amigo le estafaron vendiéndole una bolsa de frutos secos caramelizados por 23 euros. Y aunque se van con algunas dudas (como dónde están las personas mayores en Granada), Ben, de 21 años, y Colin, de 22, prometen que habrá muchos más viajes en su vida. Sus próximos destinos están marcados: el Norte de África y Oriente Medio. Quizás, como Granada, sea porque les prometen el esperado reto de experimentar lo desconocido, quizás sea por sus influencias culturales e históricas. Quizás porque han escuchado una canción sobre ellos.
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