Granada vuelve a ser Granada

La incógnita ya ha quedado despejada este fin de semana. ¿Cuándo volveremos a la vieja normalidad? Si usted se ha dado una vuelta por Granada hoy, por ejemplo, posiblemente ya tendrá clara la respuesta. Porque la única diferencia entre un viernes, un sábado o un domingo prepandémico respecto a estos tres últimos días es que, entre los tumultos, hay gente con mascarilla. Los bares, llenos; los hoteles, llenos;las calles, llenas. Nadie, ni los propios empresarios, se esperaban que iban a tener un septiembre tan propicio como el que están teniendo. Según Gregorio García, presidente de la Federación de Hostelería y Turismo de Granada, la ocupación media en la ciudad en las últimas setenta y dos horas ha superado el noventa por ciento tanto en los establecimientos hoteleros como en la restauración.

«Las previsiones que nos hacíamos en agosto no nos hacían pensar que iba a pasar esto, pero ha habido muchísimos viajeros que tan tomado la decisión a última hora», ha asegurado García. Y la buena racha parece que continuará en esta semana entrante en la que el cincuenta por ciento de las plazas turísticas ya están reservadas, un porcentaje que irá 'in crescendo' si se mantiene esta tendencia de que muchos visitantes apuren al máximo para desplazarse a un destino tan atractivo como Granada en estas fechas. Por lo pronto, uno de los principales reclamos para atraer turistas, los grandes conciertos, continúan en Granada. El miércoles a las 21.30 horas están programados dos 'bolos' de primer nivel: el del colombiano Camilo en la Plaza de Toros y el del almeriense David Bisbal en el Palacio de Deportes. Y por si no fuera suficiente, dos días después, el viernes, Loquillo actuará en los Jardines del Generalife.

Habrá que ver en qué medida condiciona todo la evolución del tiempo. Precisamente para el miércoles la probabilidad de precipitaciones en estos momentos es del noventa y cinco por ciento en algunos tramos horarios, según los pronósticos de la Agencia Estatal de Meteorología.

Según Gregorio García, el desarrollo de grandes espectáculos, tanto culturales como deportivos, es una de las mejores estrategias para que Granada registre un movimiento como el que se está produciendo ahora. «Ésta debe de ser la apuesta de las instituciones», afirma Gregorio García, quien insiste en la necesidad de que «el Palacio de Congresos recupere toda su actividad y se convierta en un gran motor para la economía».

Las tiendas de recuerdos y artesanía, uno de los sectores más castigados durante la pandemia, parece que también empiezan a levantar cabeza poco a poco. Este domingo no paraban de entrar clientes. Amjad Suleiman regenta uno de estos negocios en la plaza Alonso Cano. «Estamos contentos», comenta. «Aunque aún –agrega– nos estamos recuperando de estos dos años tan malos en los que hemos tenido que cerrar». La mayoría de quienes acceden a su local, explica Amjad, son españoles. Sobre todo procedentes de la Comunidad Valenciana, País Vasco y Cataluña. «Pocos madrileños», se extraña. Respecto a los extranjeros, lo que más se nota es la presencia de franceses que pernoctan un par de días en Granada y que aprovechan para visitar el conjunto monumental de la Alhambra y recorrer posteriormente espacios tan frecuentados como la calle Oficios, la plaza Alonso Cano, la plaza de las Pasiegas, Pescadería o Bibrambla.

Una 'culpa' importante de la gran animación de estas jornadas atrás la ha tenido el festival de flamenco, que ha llevado a cabo un gran número de recitales gratuitos en el centro histórico de Granada y también en el Paseo de los Tristes, que ha estado a reventar. Ha sido un 'finde' muy positivo para los servicios en general, el ramo que aporta más riqueza al Producto Interior Bruto no solo de Granada, sino de toda la provincia –el turismo genera renta neta para el territorio–.

A todos los factores apuntados anteriormente, hay que añadir otro igual de importante. El inicio del curso académico en la Universidad de Granada ha supuesto también el 'desembarco' de decenas de miles de estudiantes. Calles como Pedro Antonio de Alarcón estaban literalmente atestadas este sábado por la noche. Había momentos en que resultaba imposible avanzar por las aceras, y muchos residentes tenían incluso problemas para acceder a sus viviendas porque estaban literalmente bloqueadas por cientos de personas fumando, bebiendo y comiendo. Grupos de chavales salían de los edificios después de haber 'calentado motores' en algunos de los pisos de alquiler. Solo había que levantar la mirada y fijarse en los balcones para comprobar que la fiesta y el ruido habían regresado.

También ha habido botellones en diferentes puntos de Granada. Los trabajadores de la Huerta de San Vicente, uno de los principales lugares lorquianos, han distribuido un vídeo en redes sociales donde se aprecia una gran cantidad de botellas vacías, bolsas y vasos tirados en las inmediaciones de la casa museo, un 'espectáculo', éste de la basura esparcida por el suelo, que también se podía apreciar en otros rincones de Granada. Las brigadas de limpieza de la empresa Inagra se tuvieron que emplear a fondo durante las primeras horas de la mañana para retirar de la vía pública tanto despojo.

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