Granada plantó la primera semilla de la agencia de inteligencia artificial hace cuatro décadas
En 1986, IDEAL publicó información sobre IA en la provincia: el anuncio de la puesta en marcha de un instituto pionero en Europa
2022 se asoma a las últimas páginas de su calendario. Granada estará pendiente de dos citas. La primera, hoy, 7 de noviembre, es la fecha tope para que las administraciones registren en sede electrónica sus candidaturas a la agencia estatal de supervisión de la inteligencia artificial. La segunda, que está aún por decidir y oscilará entre la última semana de noviembre y la previa a Navidad, es el día en el que el Consejo de Ministros anunciará cuál de la quincena de capitales aspirantes a acoger el organismo es la elegida, finalmente, para ser sede de la entidad.
Cuando acabe el año, IDEAL habrá publicado más de 500 informaciones relacionadas con esta tecnología –al cierre de esta edición son 494 desde el 1 de enero de 2022–. Se ha hablado más que nunca de inteligencia artificial en Granada, pero ese medio millar de piezas solo es una octava parte de todo lo difundido en estas páginas desde que, hace 36 años, apareció la primera información que situaba a la provincia como referente en la materia.
Fue un viernes, 17 de enero de 1986, cuando este diario difundió en su portada: «Se creará en Granada un centro de inteligencia artificial». El mundo de entonces miraba atento a la URSS, a la espera de que Gorbachov diera el paso de destruir su arsenal atómico, mientras la atención en la provincia se centraba en un centro que sería el segundo de ese tipo activo en España y «uno de los primeros del ámbito europeo». Ambos titulares podrían encajar, con un par de matices, en el periódico de mañana.
A finales de ese mismo año, la Universidad de Granada acogió las primeras jornadas de Inteligencia Artificial. Quedaba aún una década para que Deep Blue, una máquina programada para actuar como un humano –pero sin sus limitaciones–, venciera a la estrella mundial del ajedrez Garri Kasparov. En aquellas jornadas salió a relucir la idea de crear un centro mixto para investigar sobre esta materia. Aquellas semillas siguen dando fruto: los investigadores granadinos de IA están entre los más citados del mundo; la UGR aparece en las primeras plazas de los rankings internacionales; hay un edificio, el AI Lab de la UGR, o que concentra todas las iniciativas públicas y empresariales relacionadas con esta materia; se ha tejido una red llamada AImpulsa que agrupa a decenas de compañías; Granada es la elegida por compañías como Alight o T-System para establecer sus sedes… Y ahora aspira a acoger el primer organismo regulador de los algoritmos en Europa.
300 científicos
Del 86 en adelante, la UGR siguió organizando conferencias internacionales relacionadas con Ciencias de la Computación y seminarios en los que relacionaba asuntos como la ética y la semiótica con el uso de máquinas. Ya en el 96, 300 científicos coincidieron en un congreso de inteligencia artificial. Empezaron a ser habituales en las páginas de IDEAL nombres como Amparo Vila, catedrática pionera en la materia que copresidió aquel congreso. Los informáticos granadinos trabajaban, siguiendo su estela, en máquinas que hablaban de forma automática o tecnologías que permitían convertir imágenes borrosas en tomas nítidas para reconocer caras o matrículas.
Los esfuerzos cristalizaron en 2009 con la apertura del CITIC-UGR, un moderno edificio que ha 'incubado' a decenas de empresas nacidas en las aulas de la Escuela de Informática y Telecomunicaciones. Algunas de ellas han llegado a despuntar. Basta mencionar el caso de Seven Solutions, que llegó a llevar su tecnología al CERN. Unos meses más tarde, el catedrático Francisco Herrera recibió los premios de informática Aritmel 1010 y Mamdani; en 2017 recogió la Medalla de Andalucía y poco después el Premio Ideales, hoy impulsa la candidatura de Granada a la agencia de IA como concejal en el Ayuntamiento de Granada.
Las publicaciones sobre IA empezaron a multiplicarse hace un lustro, relacionadas con aplicaciones como la mejora de cultivos, el análisis de fósiles o el aprendizaje de idiomas
El campus de Aynadamar empezó a ser una máquina creadora de talentos: Google, el CERN o la NASA se nutrieron de las aulas de la Escuela. Sus docentes seguían investigando y transfiriendo la actividad científica a la vida real: el catedrático Enrique Herrera creó en 2013 un programa de IA para resolver todo tipo de conflictos. Óscar Cordón, también catedrático de la UGR que inició su andadura de la mano de Francisco Herrera, recibió un par de años después el Premio Nacional de Informática por sus aportaciones a la inteligencia artificial.
Así, las publicaciones sobre IA empezaron a multiplicarse hace un lustro, relacionadas con aplicaciones como la mejora de cultivos, el análisis de fósiles o el aprendizaje de idiomas. Nació la cátedra de investigación en IA de la Universidad, empezaron los cursos de la institución académica y el Consejo General del Poder Judicial –pioneros en la relación entre el uso de algoritmos y el respeto a los derechos– mientras, curso tras curso, algunos de los nombres ya citados seguían encabezando las clasificaciones mundiales de investigación.
Capital
En 2019 Granada recibió un espaldarazo. El Gobierno escogió la capital para presentar su Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial. Fue cuando el presidente, Pedro Sánchez, dijo que Granada era «capital oficiosa de la inteligencia artificial». Las instituciones granadinas, con la UGR al frente, le tomaron la palabra. Y en el verano de 2021 se fraguó –sin mucho ruido– una idea: que la capital fuera sede de un centro nacional de IA equipado con un potente supercomputador.
La Junta financió a finales de 2021, con 2,5 millones, la compra del edificio Bioregión. El inmueble situado en el Parque Tecnológico de la Salud quedó en manos de la Universidad para ser epicentro de las actividades relacionadas con la inteligencia artificial. En medio de este trámite, el Gobierno sacó adelante los presupuestos.
En mitad de una de las cientos de tablas que conforman el proyecto de cuentas anuales aparecía «creación de la agencia estatal de supervisión de la inteligencia artificial, cinco millones de euros». Esto coincidió con que el Gobierno empezó a sopesar la opción de sacar de Madrid los organismos nacionales de nueva creación. Sin renunciar a ese supercomputador, Granada empezó a volcar sus esfuerzos en que esa entidad fuera una de las primeras en abandonar la capital administrativa del país para recalar en la «capital oficiosa de la inteligencia artificial».
El Ministerio de Política Territorial articuló un protocolo de concurso público para adjudicar las sedes y decidió aplicarlo por primera vez en la concesión de la agencia de IA. Al poco tiempo, Galicia también mostró su interés por el organismo. Más tarde levantaron la mano Alicante, Zaragoza, Tenerife, Barcelona… Y así hasta una decena de ciudades.
36 años después de aquella portada, Granada cuenta los días para saber si será sede del primer organismo regulador de la inteligencia artificial en Europa. Defenderá en su proyecto de candidatura que la vinculación con la IA no es oportunista, reciente, circunstancial: es el fruto de las neuronas plantadas hace más de tres décadas.
Un frente común desde las instituciones
La secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial,Carme Artigas, hizo referencia en la inauguración del congreso Talking About Artificial Intelligence, organizado por IDEAL, a la importancia de la unidad institucional de cara a proyectos como la candidatura a la agencia de IA. «Cuando veo la unidad entre las administraciones digo: 'Ya sois ganadores'. No sé si la agencia vendrá a Granada o a otro punto, pero habéis articulado un proyecto colaborativo. Ya estáis en el mapa del mundo». Desde el año 2000, las administraciones han asentado una apuesta por los eventos relacionados con las nuevas tecnologías y la atracción de empresas digitales punteras de alcance internacional. Cinco mil apasionados por la informática se reunieron en una 'party' organizada por el Ayuntamiento en el año 2001. Son casi tantos como puestos de trabajo vinculados al sector habrá a final de este año en Granada. Según un estudio de Círculo Tecnológico de Granada (CTG), habrá 3.740 empleos, y las empresas necesitarán cubrir otros mil en los próximos dos años. Los empresarios coinciden en que este interés de las compañías por Granada es fruto de la apuesta conjunta por avanzar, como certificaron en el Pacto de los Mártires, en el desarrollo de la industria científica y tecnológica.
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