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Granada pierde este mes de junio a una persona que si no hubiera existido tendrían que haberla creado con el mismo impulso que el acelerador de partículas, la candidatura a la Capitalidad Europea, o el ansiado retorno a Primera del eterno Granada CF.
Se llama, porque nadie habla en pasado de una persona tan respetada, Carlos Palomo Blanco. Y hoy, cuando la noticia, mala noticia, ha corrido por las venas de la ciudad, Granada ha empezado a llorar sin consuelo a este 'yayoflauta' de gran corazón que con su ausencia deja sin voz a los que no la tienen, a quienes la han perdido.
«Doctor en usos y costumbres populares por la Universidad de la Vida», según su propia definición, estuvo al frente de cada oleada, grito, crítica o reclamación que pasó por las calles de la ciudad, sea Stop Desahucios, sea 'Hel Me Please' (Ayúdame Por Favor), una asociación sin ánimo de lucro compuesta por profesionales del sector de las artes escénicas que, desde el año 2017 realiza el Festival Cultura Granada, un festival de carácter solidario que cuenta con el apoyo de todo el tejido artístico y cultural de la ciudad de Granada.
El muro de Facebook de Carlos Palomo Blanco está de luto por su fallecimiento. Multitud de mensajes le recuerda a él, sus causas y su compromiso. Ahí se le ve en la gran foto de presentación sonriente, con su chaquetilla y junto a uno de los mas grandes de esta ciudad, Curro Albayzín.
Los mensajes que se leen en esta red social son conmovedores. Un ejemplo: «Jamás conocí a una persona que me apreciara como ser humano como Carlos , me apreciaba de corazón y yo a él. Descansa en paz amigo».
El propio Defensor del Ciudadano de Granada, Manuel Martín, le ha despedido con unas sentidas palabras: «¡Ay Carlos! Qué pronto te has marchado. Me quedo con tanats conversaciones y momentos de los muchos que hemos vivido y compartido juntos. Ya te estamos echando de menos en la oficina del Defensor, adonde venías todas las semanas. Se nos ha ido un luchador nato. Ya descansas en paz».
Según el Defensor de la Ciudadanía, Carlos Palomo era habitual en la oficina. «Acudía a la oficina del Defensor para presentar quejas. Quejarse de cosas concretas pero de una retahíla inmensa. Quejarse convencido e indignado; amenazante casi. Resultó complejo abrirle un expediente a este usuario. Porque aquello se convirtió en una dinámica: venía a quejarse de todo, de las distintas áreas, a quejarse de palabra y con papeles...».
«La mayoría de asuntos que apuntaba -recuerda-, tenían que ver con desperfectos que él había encontrado en su ir y venir por la ciudad. Como un inspector, escudriñaba la vía pública y luego nos mostraba su carpeta, una carpeta azul antigua de las de goma, toda llena de papeles. Traía fotos tomadas con el móvil e impresas; copias de instancias al registro municipal; escritos a mano con reclamaciones concretas sobre una tapa de una alcantarilla, una farola sin luz, manchas de aceite en la calzada; ramas caídas de un árbol, un semáforo mal sincronizado; cables a la vista en mitad de una calle, un socavón, un empedrado granaíno en malas condiciones...».
«Así, aquel usuario reincidente en sus protestas, comenzó a convertirse en un habitual de la oficina. Un ser humano que -quejas a un lado- nos llamaba por nuestro nombre, nos contaba sus vivencias y nos buscaba con afecto. Hubo un día que trajo los jardines del Partal en forma de regalo repartiendo para todos y cada uno fotocopias de un bonito dibujo a lápiz, con dedicatoria incluída. En otra ocasión quiso invitar a vermú y llevarnos como guía privado, de visita por su Granada querida», recuerda.
«Y así en un corto espacio de tiempo, Carlos Palomo se metió en el corazón del equipo. Supimos pronto de su diagnóstico y, sorprendemente en ese relato no hubo queja. Entendía que es la vida y que a todos nos toca un poco de eso que es el sufrir», comenta.
«Espero que ahí donde esté ahora continúe quejándose porque lo hacía muy bien: continúe haciendo de la queja un modo singular de tejer lazos de amistad», se despide el Defensor
Su esquela decía lo siguiente: «Carlos Palomo Blanco. Falleció en Granada, en la tarde del día 7 de junio de 2025. Se está velando en la sala nº 2 del tanatorio Granada Norte de Las Angustias de Maracena. D.E.P. Su hijo Sergio; hermanos; demás familiares y amigos. Les agradecen la asistencia a las exequias y acto de despedida que se celebrará el domingo día 8 de junio a las cuatro y media de la tarde, en el mismo tanatorio, siendo después conducido hasta el crematorio de Pinos Puente».
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Ivia Ugalde, Josemi Benítez e Isabel Toledo
Inés Gallastegui | Granada
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