«Granada será tenida en cuenta y valorada en la desconcentración»

Hasta el pasado mes de julio, Isabel Rodríguez (Abenójar, Ciudad Real, 1981) era alcaldesa de Puertollano. Mantiene aún, dice, la idea de trabajar siempre cerca del ciudadano. Ayer paseó por el Albaicín, hizo parada en el mercado de Plaza Larga y charló con unas estudiantes de instituto antes de su visita al Ayuntamiento. Trata de aplicar esa proximidad a su labor como ministra de Política Territorial y portavoz de un Gobierno que, sin cerrar aún el capítulo de la pandemia, ya capea otra tormenta económica, la que ha provocado la «guerra de Putin», fórmula que emplea en siete ocasiones durante la conversación. Entre los objetivos que persigue su Ministerio está el de aproximar las instituciones –trabajo de cercanía– a las provincias.

-Hace una semana se publicó el real decreto que regula la descentralización de entidades públicas. ¿Cómo puede beneficiar a una ciudad como Granada?

–Este decreto que hemos aprobado en Consejo de Ministros tiene como vocación algo que es una convicción del Gobierno: que la administración general del Estado tiene que estar en todo el territorio. El Gobierno, en el despliegue de fondos europeos, está haciendo una apuesta por generar un nuevo modelo productivo que trae consigo la creación de nuevos organismos vinculados en muchos casos a la innovación, la inteligencia, la investigación. Me consta que en Granada hay un interés especial por algunas de estas agencias y ahora tenemos un canal mucho más abierto, participativo y transparente, en el que premiaremos la fortaleza de los proyectos que vayan a generar mayor solvencia para el futuro. Granada, en el ámbito de la inteligencia artificial, como consecuencia de la trayectoria de su universidad y el apoyo social que he podido ver que acompaña a este proyecto, además de la disposición del alcalde y el Ayuntamiento, será tenida en cuenta y valorada en el momento oportuno por el Gobierno.

–Se creará una comisión, pero la elección final sobre las sedes será del Consejo de Ministros. ¿Van a ser decisiones transparentes y objetivas?

–El miércoles se constituye una comisión que va a ser la encargada de gestionar la desconcentración. La comisión se va a encargar de valorar los ítems que hemos considerado importantes. Forma parte de una convicción del Gobierno el abordar desde la acción política y, por tanto, desde el compromiso, elementos para que sirvan de tractores económicos al país y los territorios. Véase el conocimiento y la inteligencia ya asentados, industrias tractoras, o cuestiones que nos preocupan como la despoblación o el desempleo. Estos son los parámetros que tendremos en cuenta a la hora de tomar decisiones. El rigor y la transparencia los aportará que damos cuenta de todos los asuntos del Consejo de Ministros. En Andalucía ya hemos traído proyectos muy importantes, como el centro del Ministerio de Defensa en Córdoba o el centro de Renfe en Linares. Esa vocación ya se estaba viendo implementada en una comunidad autónoma como Andalucía.

-Entra en vigor el descuento en la gasolineras, pero hemos visto un incremento de los precios durante los últimos días. El diésel marcó un máximo histórico. ¿Cree que las gasolineras han subido el precio? ¿Cómo va a controlarlo el Gobierno?

-Lo que ha hecho el Gobierno en muy corto periodo de tiempo es muy importante. Es dar una respuesta contundente, rigurosa, a una situación muy excepcional. El precio de los carburantes, junto con el precio de la electricidad, claramente están marcados por la guerra de Putin, que hace apenas un mes irrumpió en nuestras vidas. Allí siguen sonando las bombas y aquí tenemos las consecuencias económicas de una invasión a la que el país y el Gobierno han reaccionado con absoluto rechazo. Desde el día en que Putin invadió Ucrania, el presidente del Gobierno, dijo que esto nos traería consecuencias económicas, como las han traído todas las guerras. El Gobierno ha respondido para amortiguar las consecuencias en las economías familiares y sectores especialmente afectados. Lo hemos hecho en un periodo de tiempo muy corto, con mucho rigor y también con un carácter innovador. Va a ser la primera vez, en relación a carburantes y gasolina, que la administración y la Agencia Tributaria se ponen al servicio de la causa para hacer un trabajo ágil y que las gasolineras puedan hacer estos descuentos, para que podamos ir al surtidor y tengamos esos 20 céntimos de descuentos por litro. La confianza del Gobierno en el sector es absoluta. Vivimos unas circunstancias donde el Gobierno ha acreditado la solvencia en la gestión de crisis, está constatado. Es un hecho objetivo. Este Gobierno tuvo que asumir la peor crisis sanitaria, humanitaria, por el número de muertes que tuvimos entonces y la respuesta económica. Ahora estamos viendo datos que no conocíamos desde la II Guerra Mundial. Con la misma solvencia con la que dimos respuesta a la crisis de la pandemia estamos dando respuesta a la crisis de la guerra de Putin. En el caso de las gasolineras es importante poner en valor la reacción rápida, la confianza en el sector, y al igual que el Gobierno ha acreditado la solvencia en la gestión de crisis, yo quiero poner en valor que también la sociedad española ha sido ejemplar: las empresas, los autónomos, las familias... Todos gestionamos con solvencia la crisis de la covid y juntos, unidos, vamos a dar respuesta a la crisis de la guerra de Putin.

-En este contexto, el Gobierno ha logrado la excepción ibérica en Europa. ¿Cuándo se va a notar en la factura de la luz?

-Lo antes posible. Es un éxito del presidente del Gobierno, y no es el primero. Contamos con la acreditada solvencia a la que antes me refería. A comienzos de la crisis de la covid, en el año 2020, el presidente del Gobierno comenzó a reclamar un fondo 'tipo Marshall' para que los estados europeos hiciéramos frente a las consecuencias económicas del coronavirus. Hubo quienes bromeaban con la sugerencia del presidente, y hoy eso es una realidad que está dejando fondos y recuperación en nuestro país, como los fondos de solvencia turística en el Ayuntamiento de Granada, la digitalización de los ayuntamientos, la puesta en marcha de proyectos innovadores en el ámbito aeronáutico, la gestión del agua, de la industria agroalimentaria... Eso ya es una realidad. El presidente lleva meses reclamando un cambio de política energética en Europa, y lo que se produjo la semana pasada es que se consiguió que se entendiera el planteamiento de España para superar estos precios de la energía marcados por el mercado mayorista y el precio del gas. Lo que se ha logrado ya es el compromiso político de todos los estados miembros, respaldando a los presidentes del gobierno de España y Portugal que han conseguido esa excepción. Estamos trabajando la propuesta técnica para la Comisión y estamos convencidos de que lo antes posible darán respuesta, e inmediatamente después, al día siguiente, el Gobierno hará lo propio para conseguir rebajar la factura de la luz de la familia, de los hogares y de las empresas españolas lo máximo posible.

-¿Cuándo va a tocar techo la inflación?

-El paquete de medidas lo hemos aprobado esta semana, el martes. Hoy (por ayer) están entrando en vigor muchas de esas medidas, y van dirigidas fundamentalmente a amortiguar este golpe de la guerra de Putin y con ello conseguir paralizar el incremento de los precios, que indudablemente está afectando a la vida cotidiana de las familias, las empresas y todos los sectores. El Gobierno es consciente de las dificultades y está poniendo a todo el Estado a trabajar para dar la respuesta que merece el país.

-¿Pero hay alguna estimación de cuándo tendrá efecto sobre la inflación ese paquete de medidas? Un mes, dos meses...

-Si echamos la vista atrás y rememoramos las crisis que hemos tenido que gestionar, tenemos que aprender de todas ellas. Sin duda, si algo nos ha enseñado la gestión de las crisis previas a la guerra de Putin es que hay que ser prudente. Vivimos en un tiempo de incertidumbres, difícil, y no conviene apresurarse en las decisiones. El Gobierno ha lanzado un plan que amortiguará este golpe en las familias hasta junio de este año, ojalá no tuviéramos que adoptar ninguna decisión a partir de julio, pero el mensaje que quiero trasladar a la ciudadanía es que el Gobierno va a estar ahí, ocupándose de dar respuesta a los problemas que ocurran en el seno de las familias y empresas. Que haya tranquilidad, porque tenemos afortunadamente un Estado del bienestar que nos protege, que reivindicamos, mientras que otros estuvieron intentando destruirlo con recortes y austericidio.

-Ha mencionado la experiencia del Gobierno en crisis. Una de ellas, la sanitaria, parece que empieza a quedar atrás. ¿Está cerca el fin de la mascarilla? ¿Se puede tratar a la covid como a la gripe?

-Falta un día menos para quitarnos la mascarilla, como todos deseamos, aunque sin duda quedará incorporada ya en algunos periodos y espacios de la gestión ordinaria de la vida y de la convivencia. Ya el consejo interterritorial de salud y la comisión de expertos ha avanzado y ha dado un paso más para ir tratando a la enfermedad de otra manera. Está claro que aún existe incidencia, que hay casos, pero que gracias al esfuerzo en vacunación y a todas las medidas de protección que hemos implementado en este tiempo, esos casos no tienen consecuencias graves en la mayoría de los casos, y sobre todo no están afectando al sistema hospitalario tanto en camas como en UCI. Eso nos hace mirar con optimismo a otras medidas como la retirada de la mascarilla, ya podemos prescindir de ella en espacios al aire libre y estamos trabajando en avanzar en espacios de interior, con el grupo de expertos y en colaboración con las comunidades autónomas. El Congreso, ayer, hizo una manifestación política relevante con una inmensa mayoría de los grupos de acuerdo con esa medida, y ojalá que pronto podamos desprendernos de ella, pero sobre todo celebramos el esfuerzo que ha hecho este país en vacunación y en cuidarnos. Es un esfuerzo responsable, no solo del Gobierno, sino de la ciudadanía, que ha dado una respuesta ejemplar para combatir el virus.

-¿Será en Semana Santa?

-La prudencia hace que no podamos aventurarnos, pero, insisto. Falta un día menos.

-¿Había calculado el Gobierno el coste político que podía tener el cambio en las relaciones con Marruecos con respecto al Sáhara?

-El Gobierno no puede tomar decisiones pensando en el coste partidario o electoral, sino en el interés general del país. Así es como se ha adoptado esta decisión. Estamos en Andalucía, comunidad que es límite territorial con Marruecos y recibe especialmente las consecuencias de las buenas o no tan buenas relaciones con el país vecinos. Al conjunto del país, y también a Andalucía, le interesa tener unas buenas relaciones diplomáticas con Marruecos. Ese es el único interés por el que vela el presidente del Gobierno, el interés general, el de nuestro país, y tener buenas relaciones con un país hermano y vecino, con el que nos unen importantes lazos geográficos y culturales, y también económicos, o de seguridad como en la lucha antiterrorista, o en el ámbito económico. Esos son los motivos que nos han guiado para reconducir unas relaciones que marcan un nuevo tiempo, una nueva hoja de ruta que seguro que será positiva para España y el conjunto de comunidades, en especial para aquellas que tienen una mayor proximidad geográfica, como pueden ser la propia Andalucía, Ceuta, Melilla o Canarias.

-¿En qué estado de salud encara la coalición el final de la legislatura?

-Habíamos logrado el inicio de una nueva etapa de recuperación económica. Quiero recordar que hace un mes, cuando Putin no había protagonizado esta invasión, España estaba creciendo en términos de empleo, de PIB, de desarrollo industrial y productivo, de una forma muy positiva. Era un momento muy optimista para toda la sociedad. No solo habíamos logrado llevar al país a la casilla de salida de marzo de 2020, sino a la previa a la crisis del año 2008 en términos de generación de empleo, con empleos de mayor estabilidad como consecuencia de la reforma laboral, dando tranquilidad a los pensionistas... Hemos logrado grandes reformas en este país, con dificultades, en términos de apoyo parlamentario. Somos un Gobierno en minoría, en coalición. Eso implica mayor trabajo, mayor dedicación, pero merece la pena siempre que el fruto de ese mayor trabajo redunde en la inmensa mayoría de los españoles, a quienes dirigimos la acción de gobierno. Nuestra motivación sigue siendo la misma, ahora otra vez ante la adversidad, pero es atender a la inmensa mayoría, atender a los más vulnerables, intentar paliar las consecuencias económicas de esta crisis y trabajar para que España pueda seguir liderando algunos sectores, como estamos haciendo en el ámbito del vehículo eléctrico, el sector aeronáutico o la gestión del agua.

-PP y Vox gobiernan en Castilla y León. El presidente andaluz ha dicho que lo que ocurre en un territorio no tiene que repetirse en otro. ¿Sería viable en Andalucía un 'cordón sanitario' PP-PSOE?

-Esto tendría que haber sucedido ya. Vox, que apoya desde el parlamento al gobierno de Moreno Bonilla, está en contra de los anclajes y el engranaje institucional de nuestro país, no reconoce el Estado de las autonomías, los derechos y libertades de las mujeres que tanto nos ha constado consolidar... Lo que hay que hacer con este partido es combatirlo. El PP ha perdido una gran oportunidad. El señor Feijóo ha perdido una gran oportunidad, que fue el ofrecimiento del PSOE para blindar a España, como por cierto hacen en Alemania o en Francia, de los planteamientos de la extrema derecha. Deseo que el PSOE en Andalucía recupere el liderazgo para evitar que el PP se alíe con la ultraderecha, porque han demostrado que cuando les interesa se alían con ellos.

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