Ver 43 fotos
La gran bandera del Orgullo
Unas 3.000 personas desafían el calor para participar en la manifestación por la diversidad de género, este año centrada en la cultura, que continuó con una fiesta en el Paseo del Salón
LGBTIQA+ es mucho más que la suma de lesbianas, gays, bisexuales, transgénero, intersexuales, queer y demás identidades. Estas siglas representan tres cosas muy importantes: diversidad, respeto y lucha por el derecho a 'ser'. Una representación más que notable de este enorme colectivo ha acogido la pancarta, con más de cuarenta grados al sol, para reivindicar lo que 'son', lo que 'fueron' y lo que 'serán' –qué importante es la conjugación del verbo ser cuando se defienden causas de vida-. Porque salir a la calle con el asfalto convertido en ascuas y con alerta naranja es el mejor ejemplo de compromiso. La manifestación del Orgullo, del Orgullo Granaíno, ha comenzado en la Gran Vía pasadas las siete de la tarde y ha terminado sobre las ocho y media en el Paseo del Salón, donde la protesta se ha convertido en discursos primero y fiesta después.
Las previsiones se cumplieron. A pesar de la canícula, la asistencia fue mayor a la del año pasado. La estimación de asistencia fue de unas 3.000 criaturas, según la policía y según las organizaciones convocantes, Arco Iris, Chrysallis y Gaylespol, que contaron con múltiples adhesiones. Encabezando la marcha, un cartelón con el lema 'Sin artistas queer no hay cultura'. Y detrás mucha gente con ganas de protestar, pero también de divertirse.
Noticia relacionada
Las imágenes de la manifestación del Orgullo en Granada
Sombreros, abanicos, camisas floridas y protección solar por doquier. También litros y litros de agua fresquita. Nunca se agradeció tanto la sombra. Hasta el punto de que la movilización no partió de los Jardines del Triunfo, donde el sol caía a plomo, sino adentrada ya la Gran Vía, donde los edificios hacen de parapeto.
La protesta, amenizada por la charanga Pisando Fuerte, contó con cientos de banderas pequeñas, medianas, grandes y una enorme de cuarenta metros de longitud. Detrás, un autobús descapotable cedido por Alsa donde iba una representación de artistas que actuaron luego.
En el escenario habilitado en el Paseo del Salón, Fer. F. García, de la Fundación Arco Iris, dio lectura al manifiesto, centrado este año en la cultura «como ese reflejo en el que nos miramos como sociedad para vernos representadas de forma real y honesta». «Desde Orgullo Granada –dijo Fer– lanzamos un mensaje con claridad, nitidez y contundencia: sin artistas queer no hay cultura». «Porque si las personas LGBTIQA+ desaparecieran de los libros de historia, la cultura estaría incompleta», resumió.
«Desde la literatura hasta la música –prosiguió- pasando por el teatro, el cine y las artes visuales esta comunidad ha dejado una huella imborrable, especialmente en una provincia como la de Granada, cuna de talento y creatividad». Y citó nombres como los de las actrices Mina Serrano o Jedet, la cantante y bailarina Lola Índigo, los escritores Carlos Barea y Alejandro Albán, la productora de cine Tatiana Fernández o la activista Olivia Ávila.
Arte drag
También reivindicó el arte drag, «el que engloba a drag queens y kings, trasvestis, transformistas, folclóricas y todas las criaturas escénicas del alma», para recordar que no es ningún disfraz, sino «una expresión artística».
El poeta de Fuente Vaqueros también estuvo muy presente en las palabras del pregonero Curro Albaicín que, por motivos de salud, pronunció su discurso a través de vídeo desde la puerta de su mítica cueva en el Camino del Sacromonte. «Quiero llorar mi pena, y te lo digo para que tú me quieras y me llores, en un anochecer de ruiseñores con un puñal, con besos y contigo», glosó Curro a Federico acudiendo a los versos de 'El poeta dice la verdad' de 'Sonetos del amor oscuro'. «Bienvenidos mi gente, los que son como yo», dijo hablando ya en voz propia. «Yo estoy aquí con vosotros y siempre estaré porque lo pasé muy mal en mis tiempos y ahora, gracias a la naturaleza y al mundo, estamos un poco mejor», afirmó.
A las 21.15 horas comenzaron las actuaciones de Carmen La Bombón, Paca Merino, La Cristano, Danem, Grindr Spears y Suhauka Conache. Los platos fuertes de la tórrida noche de verano se degustaron entre las once y las doce de la noche, cuando subió a las tablas Verónica Romero, que saltó a la fama por ser finalista de la primera edición de Operación Triunfo. Después vino el discjockey Luis Morillo, que puso el punto y final a la 'party' en el Paseo del Salón, pero que continuó hasta altas horas de la madrugada por pubs de Granada que tenían preparadas actividades especiales.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión