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El 30 de diciembre de 1981, España vivió uno de los mayores apagones de su historia y Granada no fue ajena a aquel colapso eléctrico que, además de sumir a la ciudad en la oscuridad, provocó graves incidentes y sembró el desconcierto en plena tarde.
El suceso dejó en el país un balance dramático: tres muertos, seis heridos graves y 42 leves. Solo Huelva, en Andalucía, Guipúzcoa, en el País Vasco y algunas zonas de Cataluña se salvaron del apagón. La causa inicial del mismo se atribuyó a un fuerte temporal y a las intensas lluvias que azotaron gran parte de la península. En Andalucía se registraron rachas de viento de hasta 120 kilómetros por hora. Sin embargo, en medio del clima de tensión que se respiraba en el país, meses después del intento de golpe de Estado del 23-F que marcaría para siempre la transición democrática española, se llegó a especular con un posible atentado. Finalmente, Protección Civil aclaró que todo se debió a una avería en la central de La Mudarra, en Valladolid, que abastecía de electricidad a más de media España.
El apagón comenzó sobre las dos de la tarde y se prolongó durante dos horas y media, provocando momentos de auténtica confusión. En Granada las emisoras de radio dejaron de emitir, aumentando la sensación de incertidumbre. El corte de luz no solo afectó a los hogares, también interrumpió el trabajo en la redacción de IDEAL, que en el ejemplar de aquel día pide disculpas a sus lectores por los posibles fallos en la edición.
La falta de suministro eléctrico causó, además, un grave problema en la estación depuradora de la ciudad. Al quedar fuera de servicio, se produjo un tapón en las tuberías que derivó, cerca de media noche, en una rotura y posterior avalancha de agua, barro y piedras en la zona de la Carretera de la Sierra. Tres viviendas se inundaron y fue necesaria la evacuación de sus inquilinos, una de ellas, cuenta el periódico, en la Casa de las Gallinas, en la Lancha. El reventón ocurrió cerca de la medianoche. Un vecino, presa del pánico, llegó a disparar dos tiros al aire para alertar al barrio que dormía.
La carretera quedó intransitable, invadida por más de doscientos metros de materiales arrastrados. El agua también se llevó por delante varios vehículos estacionados en la zona. El periódico destacó entonces la actuación heroica de Manuel Castillo, quien logró rescatar a su abuelo, que dormía ajeno al caos, en su vivienda de Casa Gallina, en la Lancha, forzando la puerta de su vivienda.
Por último, durante el apagón, se registraron seis accidentes de tráfico en Granada, afortunadamente sin víctimas.
La ironía quiso que solo un día antes, IDEAL anunciara con entusiasmo la llegada del alumbrado público al Polígono de Almanjáyar. Era 1981 y, hasta entonces, 1.014 viviendas de este barrio granadino seguían viviendo sin luz eléctrica. Los vecinos se quejaban de falta de seguridad, del miedo que les daba salir a unas calles tan oscuras como la boca de un lobo. Además, a partir de las siete de la tarde el barrio se quedaba totalmente incomunicado porque, dada la falta de luz, los autobuses no entraban en la zona.
Por fin, a finales de 1981 los residentes lograron un derecho básico, para vivir su primer apagón apenas 24 horas después. Eso sí, el mes de junio del año siguiente, el Ayuntamiento y la Compañía Sevillana aunaron esfuerzos para que el ferial, instalado por primera vez en la zona, fuera un éxito.
Cuarenta años más tarde la situación ha cambiado mucho… o quizás no tanto. En la Zona Norte de Granada los cortes de suministro eléctrico se han convertido en una rutina para miles de vecinos y entre las causas se encuentran la de una red sobrecargada que no da abasto, agravada por enganches ilegales.
En el barrio siguen en la lucha para evitar que personas mayores pasen frío en invierno, que los electrodependientes teman por su vida, los niños hagan sus deberes con linternas, que los comercios pierdan en unas horas la mercancía almacenada y que a los ciudadanos les invada un sentimiento de abandono institucional. Vamos, lo que ocurre cuando sobreviene un «gran apagón».
En cuanto a otros antecedentes más recientes, aunque en menor escala, la hemeroteca recuerda el corte de luz derivado de una avería en la subestación eléctrica de El Fargue que dejó a oscuras a 160.000 usuarios de la capital granadina y once pueblos del Área Metropolitana.
El corte tuvo lugar en noviembre de 2004. Comenzó a las 18:24 y se fue recuperando la normalidad poco a poco hasta las 20:20, pero dejó imágenes que recuerdan a las vividas la pasada noche, atascos, personas caminando a tientas auxiliadas con linternas y comercios, casi a oscuras, que se veían obligados a cobrar las pilas en efectivo.
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Amanda Martínez | Granada, Amanda Martínez | Granada y Carlos Valdemoros | Granada
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