Los funcionarios de prisiones de Granada plasman su solidaridad con un calendario benéfico
Lanzan una iniciativa para recaudar dinero para la Asociación a Favor de Personas con Discapacidad Valle de Lecrín y visibilizar su profesionalidad
La figura del carcelero tiene mala prensa. Hasta el punto que ya hace tiempo que le cambiaron el nombre al oficio de vigilar a los reclusos. Si cada colectivo profesional tiene sus problemas, el suyo es el de la leyenda negra y también el de la invisibilidad. Por estas razones, los funcionarios de prisiones de Albolote, Archidona o Alhaurín, estas dos últimas en Málaga, se han unido para empezar a cambiar la percepción que tiene la sociedad de su trabajo. «Queremos mejorar la imagen del funcionario de prisiones, muy estigmatizada por las series y las películas», explica Rafael Paniza, integrante de este colectivo que se ha decidido a organizar todo tipo de actividades para lograr estos objetivos.
La primera piedra de esta campaña la han puesto en el Valle de Lecrín, en la Asociación a Favor de Personas con Discapacidad VALE. La asociación, como todo el movimiento asociativo que surgió en torno a las personas con discapacidad, tiene su origen en las familias. «Fueron las que, ante la situación de desamparo y necesidad, se fueron reuniendo en torno a otras para tratar de dar solución a la situación de sus hijos y familiares, VALE fue pionera en esta lucha», explican.
Junto a la asociación VALE, los funcionarios de prisiones han comenzado a labrar su objetivo y dar la cara. «Somos un colectivo profesional que permanece oculto a la sociedad. Queremos realizar una serie de iniciativas para que nos saquen de los muros en los que nos encontramos. Queremos ser un colectivo más cercano a la sociedad».
Yes precisamente en este magma de sentimientos y de realidades donde nace la idea. «Apostamos entonces por crear un calendario solidario», comparten con un doble objetivo. «Además de acercarnos a la sociedad se puede ayudar a esta asociación si con la venta de este calendario solidario recaudamos el máximo de dinero para donarlo para que puedan ejercer su gran labor con más medios», confían.
Cercanía y normalidad
Rafael Paniza, vigilante de prisiones y portavoz de esta iniciativa, cuenta que la imagen del funcionario de prisiones no es muy buena. «Yno solo por las series y las películas», incide. «También pensamos que nuestros dirigentes no han sabido valorar el trabajo que realizamos. Por eso estamos haciendo estas iniciativas. Queremos decir que somos personas normales y cercanas pero que trabajamos en un ambiente muy hostil, difícil y penoso. De ahí estas iniciativas». Además, añade, «quisiera poner en alza el gran trabajo que se hace en la institución por parte de todos».
No va a ser la única acción que tienen pensado realizar para lograr que la sociedad conozca a este colectivo profesional. «En enero vamos a comenzar a dar charlas en colegios. El tema es la relación que media entre el absentismo escolar y la delincuencia. En otro destino, en Tenerife, ya realicé esta acción y tuvo su repercusión, porque al alumnado les llama la atención todos los temas relacionados con la cárcel. Es una buena iniciativa».
La semana pasada llegó el momento de reunirse para posar para el calendario solidario. «Nos reunimos unos 25 funcionarios de prisiones y nos fotografiamos junto a los usuarios y profesionales de VALE. «Estábamos más de un centenar de personas», explica.
La elección de la asociación VALE para sus cometidos fue sencilla. «Somos del Padul y conocemos la asociación desde hace muchos años. Pensamos que era una buena idea ayudarles». Todo lo demás fue rápido. «Tengo que agradecer que desde el primer momento lo pusieron todo muy fácil y muy accesible. A todo decían que sí. Y lo han hecho para que sea sencillo».
Sobre la experiencia, ha sido muy gratificante. «Nos reunimos en el taller donde confeccionan jabones y camisetas, y fue muy cercano. Todos los usuarios querían hacerse fotos con nosotros. Que les prestes atención a estas personas hacen que se sientan importantes. De hecho son los protagonistas del calendario».
«Fueron dos horas de una gran experiencia para todos»
Manuel Robles, gerente de VALE agradece muchísimo la iniciativa. «Sobre todo por la visibilidad que damos a estas personas, a las que llevamos cuarenta años atendiendo». Del encuentro, atesora un ramillete de anécdotas. «Todos se querían echar fotos y estaban encantados de la vida. Como experiencia fue buenísima, y además son un colectivo muy agradecido. Fueron dos horas de una gran experiencia para todos». Respecto a su misión, trabajan según sus principios éticos, valores y fines fundacionales. «Tenemos como misión que cada persona con discapacidad intelectual desarrolle su proyecto de vida, promoviendo su inclusión como ciudadanos de pleno derecho e instando a los poderes públicos a establecer políticas coherentes».
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