Ciberestafas

Así funciona el timo del hijo en apuros

Laura Velasco

Granada

Sábado, 25 de noviembre 2023, 23:57

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«Hola, mamá, mi teléfono se ha roto, este es mi nuevo número». Así empieza el mensaje más común del timo del hijo en apuros -aunque generalmente se envía con ausencia de tildes y algunas faltas de ortografía más-. Si el receptor cae en la trampa, acaba haciéndole una transferencia de dinero a un supuesto hijo, que no es más que un delincuente que en la inmensa mayoría de los casos se encuentra en una ciudad diferente. Todas las semanas se presentan varias denuncias en la provincia granadina por este hecho.

Puede ocurrir que la víctima denuncie aquí y el delincuente esté fuera, pero también pasa al revés: hay estafadores que operan desde Granada. En la organización que lleva a cabo estas fechorías no solo es necesaria una cúpula, son de vital importancia las denominadas mulas, es decir, aquellos que ponen sus cuentas bancarias a disposición de estos captadores. Suelen ser jóvenes de veintipocos años, tanto españoles como sudamericanos, árabes o de Europa del Este, según apunta la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía Nacional. «Los captan, por ejemplo, en los parques, ofreciéndoles ganar dinero fácil, aunque realmente es poco en relación con las cantidades que se mueven», informa.

Transcripción de una conversación de whatsapp en la que tratar de engañar a una víctima

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Estas mulas abren cuentas bancarias y reciben en ellas el dinero obtenido con el timo –se han dado casos en los que la cuenta se la abrieron el mismo día que cumplían 18 años-. Después se lo entregan a los que los han contratado y son compensados con una pequeña cuantía económica por sus servicios. Los movimientos de estos intermediarios dan pistas para la investigación. «Llegamos a ellos más fácilmente al tener la cuenta en el banco e incluso sacar el dinero», cuenta la Policía. Cuando son detenidos, comúnmente se excusan en que la cuenta se la habían abierto para hacerle un favor a un amigo al que acaban de conocer; van aleccionados por sus captadores para no desvelar ningún dato sobre ellos. Sin embargo, las mulas tienen responsabilidad, al recibir conscientemente dinero de alguien a quien no conocen –y cuya explicación no cuadra-. Cuando las autoridades recaban suficientes pruebas contra ellos, son investigados y/o detenidos.

Sin ir más lejos, hasta 32 mulas fueron investigadas en la operación 'Munkid', que desarticuló una organización que estafó en la provincia de Granada un total de 180.000 euros mediante la técnica del falso hijo en apuros. Según informó la Guardia Civil, estas personas, a cambio de dinero, dieron de alta numerosas cuentas bancarias a su nombre, verificadas con videollamadas y fotografías de su DNI, y las cedieron a otros para obtener el beneficio económico de las estafas. Los investigados son presuntos responsables de dar soporte al blanqueo de capitales procedentes del dinero estafado.

Por otra parte, la Guardia Civil detuvo a ocho personas como presuntos autores de 44 delitos graves de estafa. Los detenidos son responsables de captar a personas de su entorno por todo el territorio nacional para que abrieran cuentas bancarias y les cedieran las claves de acceso.