Casi 300 fugitivos escondidos en Granada

No es fácil esconderse de la acción policial o de la justicia tras cometer un delito grave, aunque el mundo parezca lo suficientemente grande y los casi siete mil millones de personas aparenten funcionar de tapadera para pasar desapercibido. Sólo el pasado año fueron detenidos en Granada y su provincia casi trescientos fugitivos nacionales e internacionales, 187 de Guardia Civil y otro centenar más de Policía Nacional.

Ignacio debe medir un metro ochenta, ojos claros, marcado acento no andaluz y cuando habla da la impresión de que su mente viaja más allá de sus palabras. Él es el inspector responsable del grupo de Fugitivos de la Policía Nacional de Granada. Lleva toda su carrera profesional lidiando con destinos policiales de esos que colocan al profesional al borde del abismo; terrorismo, estupefacientes... y ahora fugitivos. Podría pasar perfectamente por un trabajador de cualquier otro gremio, porque en el trato cercano parece de todo, menos policía. Quizás eso le dé ventaja sobre sus objetivos. «Aquí trabajamos con mucha información, hacemos una labor muy operativa y en cualquier momento puede saltar la liebre», advierte. El grupo de Fugitivos sólo lleva un año en funcionamiento en Granada.

En esos ríos de información intercambiados con Europol e Interpol o con otros grupos policiales suelen aparecer criminales con delitos graves. Granada es una ciudad relativamente pequeña y la policía tiene sus fuentes de informaciónque unidas a un trabajo de seguimientos en la calle, vigilancias, entre otras muchas técnicas permite cumplir con la detención de muchos de estos fugitivos.

–¿Cómo se busca a un fugitivo?

–No podemos revelar nuestras formas de operar porque es una manera de darle ventaja a los malos (inspector, jefe del grupo de Fugitivos).

La mayor parte de los apresados en Granada se encontraban alojados en establecimientos hoteleros, muchas veces de paso hacia otras provincias andaluzas. Las periódicas identificaciones de las personas alojadas en este tipo de establecimientos ha permitido arrestar a la mayoría de estos delincuentes, tanto en la capital como en el resto de la provincia granadina.

Los fugitivos internacionales que eligen Granada para esconderse son una minoría si se comparan con quienes se dirigen a la Costa del Sol. El crimen cada vez tiene menos zulos donde esonderse de la justicia.

El grupo de Fugitivos de la Policía Nacional en Granada detuvo el pasado año a una ciudadana colombiana reclamada por la Interpol tras estar acusada de distintos delitos vinculados con la pornografía infantil y la pederastia. Esta mujer llevaba huida más de tres años y fue localizada en un domicilio del distrito norte de la capital granadina donde no opuso resistencia a su detención. Los agentes de Granada recibieron una información de la presunta presencia de esta mujer en la capital granadina. El motivo de su presencia en Granada sólo lo sabe ella. Aquí trataba de pasar lo más desapercibida posible para no despertar sospechas ante los cuerpos y fuerzas de Seguridad del Estado. Finalmente fue arrestada.

El grupo de Fugitivos de Policía Nacional detuvo el pasado mes de octubre al autor del apuñalamiento de un menor de 15 años en la Carrera de la Virgen, un hecho registrado el pasado 5 de agosto. El presunto autor de las lesiones con arma blanca huyó aquella misma noche de verano, aunque estuvo perfectamente identificado desde el minuto uno. Logró esconderse durante algo más de dos meses, aunque los agentes del grupo de Fugitivos lograron arrestarlo en su propio domicilio del distrito norte de la capital granadina. Este individuo, de tan sólo veinte años, carecía de antecedentes penales y se encuentra en prisión desde su puesta a disposición judicial el pasado mes de octubre de 2018. Durante el operativo policial, el arrestado no opuso ningún tipo de resistencia ante los agentes y el mismo día de su detención compareció ante el juez de guardia. El grupo de Fugitivos obtuvo información del lugar donde se encontraba este sujeto y fueron directamente a por él, sin dilaciones. La madre del joven negó que hubiera estado escondido en su casa. Los investigadores creen que siempre estuvo en Granada aunque otras fuentes apuntan a que en ese tiempo estuvo en Málaga.

Se llama David Daniel Hayes y era uno de los fugitivos más buscados de Europa, acusado de 9 delitos de abusos sexuales a menores en el Reino Unido. Hace tres años que se le perdió la pista, pero el equipo de Huidos de la UCO de la Guardia Civil dio con él en una localidad de Granada.

El arresto es consecuencia del análisis continuo que se realiza sobre las listas internacionales de los fugitivos más buscados. Hayes estaba acusado de abuso sexual sistemático de menores en el Reino Unido. La Guardia Civil tuvo constancia de un caso similar en Granada, de un ciudadano británico que podía haber cometido el mismo delito contra niños a los que daba clases particulares de inglés, a domicilio.

Los investigadores sospecharon de que pudiera tratarse de la misma persona fugada del Reino Unido, pero la documentación del profesor no coincidía con la identidad del fugitivo. Un análisis laparoscópico permitió identificarlo como la persona reclamada por la Interpol.

El 'Banano' ha dado mucha guerra. Este joven de 23 años dispone de antecedentes desde 2014 cuando tan solo tenía 19 años. Lo han interceptado sin carné de conducir en distintas ocasiones y hoy sigue sin permiso de conducir. Ha estado escondido entre las barriadas de Las Flores y Las Cuevas en los dos últimos años. Mientras tanto, y siempre desde la presunción de inocencia, se ha dedicado a sus fechorías: robos, atracos, extorsiones, hurtos y delitos contra la seguridad vial. En las dos últimas semanas antes de ser detenido se estaba dejando ver más de la cuenta, tanto por la zona Norte de Granada, como por unos Recreativos de Pinos Puente ubicados a la espalda de la peluquería donde fue arrestado por agentes de la Policía Local de Pinos Puente. El temor a la hora de detener a este joven es que siempre se advertía a los cuerpos y fuerzas de seguridad que podía ir armado y podría abrir fuego.

La Guardia Civil ha arrestado a otro prófugo británico fugado de una cárcel de Birmingham en 2016, Andrew Dawson. Este último, de 48 años, estaba escondido en un cortijo de Montefrío desde donde se dedicaba a exportar marihuana al por mayor a Inglaterra.

Hay más. Andrew Dawson era el jefe de uno de los delincuentes más buscados del Reino Unido y que en 2014 fue localizado en Alomartes, el citado anteriormente Michael Rodden. Rodden era su lugarteniente en España, quien se dedicaba a comprar y cultivar marihuana a un precio muy bajo para exportarla después al Reino Unido.

Andrew Dawson, el ahora detenido en un cortijo de Montefrío, fue arrestado en Inglaterra en el año 2013. Lo cogieron junto a otras ocho personas más acusadas de meter en el Reino Unido 15 kilos de cocaína procedente de Francia y aumentar esta cantidad hasta 26 kilos después de adulterar el polvo blanco. Dawson fue condenado en 2014 a cinco años y cuatro meses de cárcel, acusado de adulterar y distribuir parte de esa droga y de cannabis que la policía británica le encontró, pero tenía que cumplir algo más por otras causas pendientes con la justicia. En 2016, huyó de la cárcel de Birmingham donde estaba cumpliendo condena. Adoptó un nombre y nacionalidad irlandesa falsa y se asentó poco después en un cortijo de Montefrío, a pocos kilómetros del lugar donde su lugarteniente en España fue arrestado en 2014. Desde ese rincón ha estado escondido de la justicia británica y exportando marihuana al por mayor al Reino Unido todo este tiempo, según ha informado la Guardia Civil.

Otra de las detenciones destacadas fue la de un reclamado por la Interpol de nacionalidad rusa que nadie sabía que estaba escondido en la capital granadina. Se trata de un skinhead muy radical que huyó de su país tras protagonizar episodios muy violentos contra personas de ideas moderadas que no eran de países del Este. Había una orden internacional de busca y captura. Él lo sabía y aquí en Granada cambió por completo su estética, lo cual dificultó en demasía su detención. Sus característicos peinados de skin los cambió por los de jipi, con pelos largos y barba. La detención se llevó a cabo el pasado mes de agosto. Los agentes lograron obtener la identidad de este sujeto gracias a las huellas dactilares.