Donde los niños leen la memoria de Andalucía
Actividades. 'Un Verano de Museo' es el programa de CajaGranada donde los jóvenes descubren todas las influencias históricas que han conformado el territorio andaluz
Guadalupe García
Martes, 15 de julio 2025
Tener a niños de entre 4 a 12 años aprendiendo historia en las vacaciones de verano parece una tarea imposible. Sin embargo, esto es precisamente lo que hacen en el Museo de la Memoria en su programa de verano 'Un verano de Museo', donde los más pequeños aprenden sobre las influencias históricas y artísticas que han convertido Andalucía en la región que es ahora. «El truco es dejar que se acerquen con las manos», desvela una monitora, Jeru, encargada de explicar el recorrido que han sufrido las plazas, teléfonos y muchos otros objetos con los que los niños conviven día a día. En cuanto ella o una de las voluntarias señalan las vitrinas o maquetas del museo, la mitad de ellos corre a ver de cerca y tocarla. Es después cuando continúan con la explicación.
Este elemento sensorial y adaptado a los más jóvenes es el hilo conductor de todas las actividades que realizan. El programa se lleva a cabo en las distintas salas del Museo Memoria de Andalucía de CajaGranada y tiene una duración de cuatro o cinco días, aunque más tarde se adaptó el itinerario para incluir otra semana con actividades distintas por si los niños se habían quedado con ganas de más. «Este año hemos ampliado los horarios porque veíamos que los niños y padres nos llamaban. Hay algunos que quieren celebrar aquí su cumpleaños o que reservan plaza para hasta tres semanas, aunque repitan temas», explica Eloísa del Alisal, responsable del museo.
Desde las 8.30 hasta las 14.45 horas que dura la programación, la mañana de los niños se divide en explicaciones, correteos en el descanso, exploración del espacio y la puesta en práctica de todo lo que han aprendido; cada grupo con 25 de ellos y dividido por edades. El jueves pasado, mientras que con los pequeños se terminó escribiendo en tablillas de barro tras darles una sesión sobre Roma, los grandes investigaron sobre las partes que conforman una ciudad. «Los niños eligen el banco, el supermercado o lo que quieran y defienden delante de los otros por qué esa parte es importante en una población», describe Jeru.
Todo es por un plan mayor: enseñarles cómo esas partes han cambiado a lo largo del tiempo y cómo muchos artistas las han representado. Lo curioso es que, en acción, este método resulta bastante eficaz para que los niños recuerden autores o términos de varios días atrás. «¿Alguna vez habéis dado un paseo y habéis hecho un dibujo sobre lo que habéis visto por la calle? Mirad este cuadro. En él, el artista quería hacer un collage de un barrio muy conocido aquí en Granada», les explica Jeru, y acertadamente adivinaron que era el Albaicín. Señalandoles otro les preguntó: «¿Quién creeis que lo ha pintado? Es un artista ruso», a lo que los niños de siete años responden Kandinsky.
No obstante, independientemente del día o programación, la actividad favorita de todos es cuando toca 'construcción' o 'paisajes sensoriales'. De repente, las decenas de figuras, tan juntas para las explicaciones, se dispersan corriendo a cada rincón del lugar. «Nosotros jugamos a las verduras, y luego los otros vienen y nos las intentan robar», «Nosotros hacemos de familia», «Yo construyo castillos con los cojines», «Esta es mi corona», «Yo intento llegar al fondo del cubo de arena»... Son solo algunas de las cosas que se inventan en esos espacios donde dejan a los niños en completa libertad, pero aprovechando también para enseñar.
Ver con ojos de niño
«Es importante ver las actividades desde los ojos de los niños, porque cada uno refleja en ellas su realidad. Tuvimos unos chicos que venían de Ucrania, y a la hora de elegir las partes más importantes de la ciudad, lo primero que ellos escogieron fue el hospital», comenta del Alisal. Lo primordial para esta iniciativa del museo, germinada hace 17 años, siempre ha sido buscar un lugar donde los chicos y chicas puedan conectar con otro aspecto de su vida que quizás no hayan contemplado. «Yo misma estaba empecinada con estudiar ciencias puras al principio, hasta que terminé dedicándome a lo que hacía en mis tiempos libres: dibujar. Quizás algún niño no sepa que le gusta el arte o la historia hasta que no le hagan conectar con ella», acaba sugiriendo la responsable del museo.
Aunque, en realidad, estos no dejan de ser los propósitos de los adultos. Los más pequeños ven 'Un Verano de Museo' como un recreativo más de las vacaciones, donde pueden quedar con los amigos que se han hecho a lo largo de los días, semanas o años. «Ahora yo voy a ir a la piscina con ellas dos, me llevan sus padres», señala una de las niñas, relatando con absoluta naturalidad su amistad con las otras chicas. Las tres acaban de conocerse.
La fundación ha sido una colaboración de CajaGranada Fundación y CaixaBank, y este se amplía con otros planes educativos dentro del calendario lectivo, y a diversos grupos de edades. El programa de verano se desarrolla del 24 de junio al 5 de septiembre, si se quiere consultar más información, visite la web de CajaGranada o la página de inscripción.
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