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Los siete cachorros el día del rescate, en brazos de los técnicos del centro canino. Residencia Canina Delagos

El final feliz de los siete cachorros abandonados en un monte de Granada

Una perra y sus perritos abandonados son rescatados por el Seprona en Güéjar Sierra y acaban en familias de Madrid tras pasar por una perrera y dos casas de acogida

Inés Gallastegui

Granada

Lunes, 5 de agosto 2024, 00:01

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Esta es una historia de perritos amarga pero con final feliz. El pasado mes de abril, una perra y sus siete cachorros recién nacidos fueron descubiertos abandonados en el monte en Güéjar Sierra. Parecía una sentencia de muerte: una madre hambrienta y agotada por el parto, con siete crías mamando, sin agua ni comida, en un lugar escarpado y de difícil acceso. Sin embargo, apenas una semana después todos los animales estaban sanos, alimentados y felices en sus nuevos hogares;los pequeños, con poco más de un mes de vida, a más de 400 kilómetros de distancia, en familias de Madrid. Su viaje tuvo varias estaciones intermedias: el rescate del Seprona, una residencia canina en Ventas de Huelma, una casa de acogida en Las Gabias y otra en la capital de España.

La brigada María José Suárez Cano, jefe de la Oficina Técnica del Seprona de la Guardia Civil de Granada, explica que fueron unos pastores quienes avisaron de la presencia de una perra y sus crías abandonadas en las ruinas de un cortijo en el paraje Padules, a 20 kilómetros del pueblo. «Se desplazó a la zona la patrulla del Seprona de Sierra Nevada y vieron que la perra, posiblemente un cruce de alano, estaba muy delgada, con siete cachorros y sin una alimentación adecuada. Los pastores avisaron, en parte, para evitar que la perra atacase al ganado», detalla Suárez. Dado que los animales no llevaban chip, el Seprona avisó al Ayuntamiento de Güéjar Sierra, al que, en ausencia de un propietario, le correspondía hacerse cargo de ellos.

La madre, muy delgada cuando fue encontrada. Seprona

La concejal güejareña Elisabeth García Calvente no sabe quién es el dueño –que podría ser acusado de un delito de abandono animal–, ni si la hembra fue repudiada por su embarazo o se quedó preñada ya en el monte, en una zona en la que abundan los perros de guarda, la mayoría mastines, que acompañan a rebaños de ovejas y cabras.

Dado que el municipio no tiene unas instalaciones adecuadas, los perros fueron trasladados a la residencia canina Delagos, en Ventas de Huelma. Su responsable, Jesús Gámez, asegura que estaban «en bastante buen estado», dadas las circunstancias, aunque los cachorros eran «poco sociables. Cuando se crían en medio del campo tienen poco roce con la gente, pero enseguida se acostumbraron».

Delagos colabora con la asociación madrileña Supervivientes Perrunos, que acoge perros y gestiona su adopción, y al día siguiente su enlace en Granada ya se había llevado a los cachorros. En cuanto a la madre, «se la llevó un señor que la conocía pocos días después».

Listos para la adopción

La aventura de los perritos, de poco más de un mes de vida y posiblemente hijos de dos padres distintos, aunque de la misma camada, no había terminado: Esther Guerrero, representante de Supervivientes Perrunos en la provincia, fue la primera mamá adoptiva de los cachorros y se los llevó a su casa de Las Gabias, donde acoge a animales abandonados hasta su traslado a la capital a través de un enlace regular que paga la asociación.

Uno de los cachorros, en su casa de acogida de Las Gabias. Esther Guerrero

«Estaban asalvajados, parecía que tenían algo roto. Es lo que tiene nacer en la calle. Pero al ratillo ya eran superbuenos y cariñosos –explica la voluntaria–. Lo primero que hago siempre es bañarlos, desparasitarlos y ponerles nombre: así ya no son animales abandonados. A estos les puse 'Los siete enanitos'». Además, Esther les colocó lazos de colores y les hizo fotos para publicar en las redes sociales de la asociación para ir buscando hogares que quisieran adoptarlos.

La voluntaria asegura que confía en Supervivientes Perrunos porque son «superserios y formales»: se toman muchas molestias para encontrar hogares duraderos y responsables a los animales abandonados, que entregan vacunados, con chip y un contrato en el que los nuevos dueños se comprometen a castrarlos. Pilar, la presidenta de Supervivientes Perrunos, asegura que los perros abandonados tienen «más oportunidades» de ser adoptados en un área metropolitana de más de 5 millones de habitantes.

En unos días los 'muñequitos' de Güéjar Sierra ya estaban en el penúltimo capítulo de su aventura, en dos casas de acogida en Madrid, previas a la adopción. En los primeros días de mayo, los siete enanitos ya vivían con sus nuevas familias.

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El final feliz de los siete cachorros abandonados en un monte de Granada