La 'fábrica de ONGs' de Granada se queda sin sede
Mudanza. La venta del edificio de Santa Paula a Proyecto Hombre deja huérfanas de espacio a todo tipo de asociaciones
Los bajos del edificio sito en la calle Santa Paula número 20 han estado al servicio durante años y años de todo aquél que quisiera reunirse y trabajar por los demás. Valía para hacer la pancarta porque tocaba manifestarse en la Subdelegación del Gobierno, servía para las primeras reuniones para las ONGs y asociaciones que comenzaban a dar sus primeros pasos y solamente tenían corazón, gente, ideas y ganas de cambiar este mundo. El lugar era perfecto, amplio, seguro, muy barato y céntrico a más no poder.
Era utilizado, en fin, como lugar de encuentro para el movimiento asociativo, por la ingente red social que ha tejido Granada en los últimos años, que además es crítica y reivindicativa. Un verso libre.
Este edificio de la calle Santa Paula ha albergado a Proyecto Hombre, a Granada Acoge y a un rosario de asociaciones y organizaciones diversas, que salvo la primera, hacen las maletas y comienzan su mudanza del lugar. La razón es bastante sencilla. El bloque, propiedad de las Damas Apostólicas, ha recibido una oferta de Proyecto Hombre, que según cuentan en el lugar, lo va a ocupar ahora por entero. La consecuencia es que el resto de asociaciones y ONGs tienen que cambiar de espacio. La 'fábrica de las ONGs' de Granada, se queda sin sede.
Una cuestión de edad
Pero sin dramas. Son asociaciones y ONGs acostumbradas a buscarse la vida más allá de las subvenciones, las administraciones y las instituciones. «Las monjas Damas Apostólicas, que siempre se han dedicado a los pobres son las dueñas del edificio, pero como todas las monjas, están muy mayores y no hay relevo con monjas jóvenes, así que han optado por venderlo a Proyecto Hombre», confirmaban ayer en la calle Santa Paula.
El edificio era, realmente, un lugar dedicado a las buenas obras, al compromiso social. En el edificio estaba Proyecto Hombre en la parte noble, con entrada por la puerta principal y con el patio bonito. En el sótano está una parte de Granada Acoge y después en la segunda planta, el resto. Granada Acoge es una ONG que atiende a emigrantes y sigue fuerte. Tiene algo más de veinte trabajadores y ha puesto su maquinaria a trabajar para lograr una buena sede alternativa.
En la tercera planta se encontraba la asociación de religiosas Inlayapa. Su misión es impartir talleres de cocina para emigrantes, de habilidades para la vida diaria en España. Había monjas de muchas congregaciones y les enseñaban a las emigrantes. También daban clases de español.
El bloque reunía todo tipo de colectivos. Desde la que se ocupa de los reclusos que dejan la prisión hasta, en el sótano del edificio, la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía. Por esos locales es por donde han pasado y se ha fraguado y organizado buena parte de las mareas reivindicativas, del movimiento feminista o de la lucha clasista. Aquí han estado asimismo Stop Desahucios y la red granadina por el asilo y refugio, Granada Abierta o Pobreza Cero.
Había un buen espacio céntrico, se organizaba un calendario y había sitio y tiempo para todos y todas las acciones. Ahora, sin dramas, el objetivo es el mismo:«Aunque nos tengamos que ir de aquí, la lucha va a continuar». Para que no queden dudas.
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