Excursiones al fresco
Rutas por los ríos de la provincia para colgar las botas y calzarse las sandalias barranqueras
ideal
Miércoles, 31 de marzo 2021, 11:14
R.D. Los ríos de la provincia de Granada proporcionan a los senderistas en primavera estupendas rutas para colgar las botas y calzarse las sandalias barranqueras. Cuando la temperatura empieza a subir y los días comienzan a alargar, la frondosidad de la vegetación ribereña y el rumor de los cauces invitan a seguir caminando y disfrutar de las vistas como recompensa. Estos son algunos de los paseos más accesibles y espectaculares.
Cerrada de Castril
Corto, fácil y espectacular. Este paseo lo tiene todo para que lo disfrute toda la familia. Discurre en gran parte por una pasarela de madera sobre el río Castril, un puente colgante y un túnel. Un bello paisaje natural integrado en la estructura urbana de la población de Castril. La ruta desciende al río desde el centro del pueblo hasta la antigua central eléctrica, excavada en la roca de una de las laderas del cauce. A partir de aquí, el paraje es de excepcional belleza y la sensación de contacto con el río resulta muy estimulante. Tras el paseo se puede visitar el restaurado Castillo de la población.
Tajos de la Hoz
La ruta del Gollizno es un paseo circular por la historia de la población de Moclín, desde sus cuevas con pinturas rupestres hasta su castillo y murallas. Desciende hasta el núcleo de Olivares y discurre sobre una pasarela, puentes y exuberante vegetación ribereña por los Tajos de la Hoz, la abrupta garganta creada por la fuerza erosiva del río Velillos. Al llegar a la antigua Presa de la Luz, el puente, construido para que el visitante pueda seguir disfrutando del paseo, nos dejará junto a una pequeña alameda, donde podremos descansar y refrescarnos.
Río Verde
Es el mejor lugar de Granada para practicar el descenso de cañones. Aguas cristalinas de color verde esmeralda, un cauce soleado y un caudal constante. El río fluye a través de un terreno accidentado, repleto de cañones, saltos de agua, toboganes y pozas. Hay que caminar, nadar y escalar. Una actividad exigente que puede durar cinco horas con traje de neopreno, casco, arnés y un calzado que se pueda mojar. Por motivos de seguridad, por el complicado acceso y porque es necesario un permiso, resulta imprescindible contratar esta experiencia con una de las empresas profesionales que la realizan de forma organizada, como Ocioaventura, Nevadensis, Cabra Loca o Tropical Extreme.
Chorreón del río Dílar
Esta refrescante ruta por el cauce del río Dílar se inicia en el área recreativa existente a un par de kilómetros del pueblo. Todo el recorrido, de unas cuatro horas ida y vuelta, se hace por un sendero que transcurre por las dos riberas del río, teniendo que atravesarlo en numerosas ocasiones, aunque rara vez el agua supera la altura de las rodillas. La recompensa, antes de iniciar el regreso, puede ser un chapuzón en las limpias y frescas aguas de la poza del Chorreón, una pequeña cascada de unos cuatro metros de altura.
Barranco de la Luna
Esta ruta que parte de Saleres, en el Valle de Lecrín, tiene sólo dos kilómetros y medio y un desnivel máximo de cien metros, pero plantea más dificultades que las anteriores. Aún así merece la pena, porque discurre por un espectacular desfiladero, muy estrecho y con paredes altas, muy sinuoso, que desde fuera es imposible de ver. Es mejor hacerla con sandalias, ya que en gran parte del trayecto hay que caminar por el curso del río.
Los Cahorros
El cañón del río Monachil conforma una de las rutas de senderismo más atractivas, sencillas y populares de la provincia. Este desfiladero es ideal para pasar un día en el campo por su proximidad a la capital. El sendero desciende hasta el río y permite disfrutar de los espectaculares tajos verticales, los estrechos pasos de piedra y la riqueza ecológica del entorno. Lo angosto de la vía obliga a agacharse o a transitar a gatas por algunos tramos. Una conducción de agua atraviesa el Túnel de las Palomas, que une las dos paredes del desfiladero formando una cueva natural. El puente colgante, de 63 metros, se instaló hace más de cien años y ha sido reformado para ganar en seguridad.
Laguna de Padul
Es un humedal de gran valor ecológico, heredero del amplio lago que ocupaba su cuenca en épocas pasadas. Es una de las mejores zonas de Andalucía para el avistamiento ornitológico, donde se han llegado a contabilizar hasta 158 especies distintas de pájaros. Entre sus carrizales y aneas existen varios senderos peatonales y diversos equipamientos públicos, entre ellos miradores y escondites, que permiten disfrutar de la observación. El humedal ocupa una extensión de 60 hectáreas y es también un referente para el estudio del paleoambiente de la región mediterránea y lugar donde aparecen, con cierta frecuencia, restos de mamuts y otros animales prehistóricos.
Charca Suárez
Es un magnífico lugar para el avistamiento de aves. Está acondicionada para la visita turística y educativa y en ella se puede observar fauna autóctona y procedente de migraciones. Junto a Playa Poniente, en Motril, es un enclave de 13 hectáreas ubicado en la vega del río Guadalfeo y el humedal más importante de la costa. Las aguas subterráneas que lo conforman afloran a la superficie en distintos puntos, creando lagunas perennes que se complementan con el aporte del agua de acequias. Las condiciones climáticas benignas y un volumen de agua constante favorecen la existencia de un gran número de animales y plantas.
Los Infiernos
El río Genil a su paso por Loja da lugar a estos saltos de agua y cascadas de gran belleza y caprichosos espacios cavernosos, calificados como Monumento Natural de Andalucía. El lugar alberga una rica flora y fauna de ribera, junto con destacados elementos de interés geológico, a los que se pueden añadir otros de interés cultural como los yacimientos prehistóricos
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión